VISIONES ATLÁNTICAS / 268
Yo de eso no opino
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Hugo Luengo *
Impulsado estos días a ejercer la sociabilidad presencial, en reuniones sociales, políticas o familiares, he podido comprobar las dificultades de comunicación, que muchos ejercen reprimiendo sus opiniones para evitar los conflictos. Alguien ha titulado esta postura bajo la expresión “yo de eso no opino”.
Parece más un mecanismo de defensa ante preguntas fuera de tono, confianza o momento. Defiende la privacidad en un doble acto de confirmación propia y respeto hacia el otro, sin que ofrezca impresión cortante. Es preferible no opinar que hacerlo cuando la “polarización” abarca todos los ámbitos. Nos obliga a ser descreídos, con ciertas dosis de cinismo y distancia al receptor.
Esconde la lógica hipocresía para mantener la educación sin perder las formas. Se equilibra el grupo cuando se segmenta en afinidades compartidas. De manera que no vemos conducidos a lo “políticamente correcto”, situándonos en los bordes del conflicto.
“Contra la religión, espiritualidad”. Nos vemos enfrentados contra quienes opinan que es un atraso de la humanidad y que no nos superaremos hasta que prescindamos de ellas. Alejados de la fe y en países secularizados hemos derivado a reforzar nuestras espiritualidades de forma personalizada, flexible y diversa. De manera que la confeccionamos a la carta en una espiritualidad difusa, que en estos días de fingida humanidad evita los conflictos.
“Contra los partidos políticos, consenso”. Arruinado cualquier acuerdo en la actual situación del “muro” hispano, de amplias referencias históricas, apelar al acuerdo-consenso de todos es una obligación moral. Valga el ejemplo ofrecido por Chile en sus elecciones presidenciales, donde los comunistas de Gabriel Boric y la derecha republicana conservadora de José Antonio Kast, mantienen un diálogo elevado sin infestarlo con derivas populistas. Aquí construimos “muros” para evitar el consenso.
“Contra los múltiples sexos, dos sexos”. Hemos trasladado con el “woke” el discurso biológico de los sexos a las derivas sociológicas que multiplican los sexos sin sentido, ideología que rompe los principios de igualdad ante la ley, con discriminación hacia el varón. La “Ley del si es si”, La “Ley Trans”, autodeterminación de sexos, fracasada en Europa. Deriva con afección en edades adolescentes que debemos evitar.
“Contra el cambio climático, realismo”. Me sitúo con el profesor y ambientalista danés Bjorn Lomborg autor del “Ecologismo Escéptico”, entre el catastrofismo y el negacionismo. La asunción de la Agenda 2030 y el modelo energético forzados en España por el catastrofismo legislativo, que renuncia a las nucleares que la UE ha hecho verdes, con intervencionismo agrario y al motor de combustión, cuya vida útil se amplía para acomodarla a los tiempos reales de transformación industrial.
“Contra la economía, libertad para el emprendedor”. Otro conflicto derivado de la polarización, donde se reduce la economía al juego de partidos y funcionarios, dejando al margen a la sociedad civil. Pedir libertad, arrastra la igualdad y fraternidad propias de las democracias liberales, donde la ley obliga a todos. En todas las esferas de la vida reivindicar el liderazgo social, bajo gobiernos responsables de garantizar la igualdad de todos y preferentemente de los más débiles.
“Contra la nación, identidad y orgullo colectivo”. Nos señala Jared Diamond (Boston, EEUU, 1937), antropólogo, biólogo y sociólogo, Premio Pulitzer, autor de “Crisis” (2019), apunta que para salir de las crisis nacionales debemos reforzar la identidad y el orgullo de pertenencia, entre sus 12 pasos para salir de las crisis.
Nos dice que hoy las habilidades sociales son pésimas, especialmente entre los jóvenes, la comunicación se nos ha vuelto más indirecta y se están perdiendo las habilidades, sin saber cómo mejorarlas.
En España podemos además visualizar el conflicto nacional a través de su himno sin letra, como vemos en los medalleros deportivos, caso de Bosnia-Herzegovina, Kosovo y San Marino, en conflictos de identidad y tensiones étnicas.
La Navidad nos ofrece la oportunidad de humanizar la comunicación, elevar el lenguaje de proximidad ajeno al conflicto, aunque tengamos que ejercer el “yo de eso no opino”.
Hugo LUENGO BARRETO
Arquitecto y bodeguero.
Islas Canarias, 29 de diciembre de 2025



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