VISIONES ATLÁNTICAS / 119
Sin razón
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Hugo Luengo *
No atender a razones, derivando a simplificar problemas complejos con soluciones soportadas en sectarismos ideológicos, no solo no los resuelve, sino que los cronifica. Deriva que afecta a la nación y a la economía, desplegada contra la constitución del 78. Renunciando a los principios de las democracias liberales, que se sustituyen con las nuevas formas del “neocomunismo”, sostenidas en el “relativismo y el multiculturalismo”.
Soportados en derechos desiguales de género, nación, identidad, animalismo, idioma, etc. Este mecanismo anticonstitucional, es el que viene aplicando el gobierno y nos impide ver la lógica de sus actuaciones. Un castillo en el aire y sin razones, que ha derivado de facto en una “teocracia civil”, que solo puede ser interpretada en su geometría líquida por el “condukator”, que se encuentra a la cabeza.
Las responsabilidades individuales de los cargos intermedios se diluyen, como vemos a diario en las rectificaciones de todos los ministros, mandados a parar. Perdida la razón, se exige reforzar los vínculos tribales, que se adquieren por pertenencia al grupo, el cual dicen es atacado por los enemigos del “progreso”.
Se polariza y enfrenta con ello a la sociedad. Y se reacciona al interno con técnicas de “apaciguamiento”, asumiendo las propuestas imposibles de los socios del acuerdo para reforzar su unidad. Luego de la “marchenada” sentencia del Procés, que lo reducía a una “ensoñación”, para cambiar rebelión por sedición.
Más allá de lo posible, se cruzan todas las barreras en un nuevo juego que eleva las apuestas, mediante la rotura de sus reglas y la captación de los árbitros. Se devalúa la “proporcionalidad” al romper la categorización y medida relativa de los delitos y con ello del sistema general de la justicia. De esta forma es posible entender la supresión de la sedición, borrado el Código borrada la pena.
La reducción de la malversación, solo para los nuestros, doble ración de tribu. Ambas se enfrentan a la igualdad ante la ley, que está produciendo un goteo sucesivo de correcciones a la baja. El gobierno apresurado por ocupar tribunales y entes institucionales, en especial el Tribunal Constitucional y el CGPJ, ante las resoluciones que vienen. Nadie en la historia de España ha ido más lejos, desde la dirección del gobierno nacional.
La pérdida de razón y con ello de las responsabilidades individuales, genera el cúmulo de leyes desnortadas, a corregir en la próxima legislatura. Con la ley del Si es Si, violencia de género, al haber refundido los delitos de agresión y abusos en uno, se produce con el Código Penal la aplicación retroactiva de la pena menor. Se responde con el victimismo y con los bulos de la “ultraderecha”.
La violencia masculina no es el único factor de la violencia de género, si reparamos en factores como la estructura familiar, la educación y sus valores, el concepto del amor, no saber resolver conflictos, alcoholismo, toxicomanías, etc. La ley Trans, construye el sexo con un relato ajeno a la naturaleza biológica de “homo “, rompiendo el pensamiento político del feminismo que es de raíz ilustrada.
El sexo se performa y se parodia Con la ley del “aborto” se rompe la constitucional y civil “patria potestad”. Con las leyes de Eutanasia, Aborto y Pena de Muerte, en la encrucijada sangrienta del derecho, entramos de lleno en los conflictos entre conciencia y ley, donde aparece la “objeción de conciencia”, que pretende forzarse mediante el registro de objetores, contrario a los Códigos deontológicos profesionales.
Las democracias liberales con separación de poderes hoy vulnerados, son las portadoras de la razón y la libertad, sin dogmas ni sumisiones. La libertad de crítica de las ideas y creencias, mantienen encerrado al monstruo del totalitarismo. A cambio nos ofertan la orweliana Comisión de la Verdad, desde la Ley de Secretos Oficiales que viene. Tezanos y PAM.
* Hugo LUENGO BARRETO
Arquitecto y bodeguero.
Islas Canarias, 23 de enero de 2023
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