EL MONÓLOGO / 201
Entre fiestas y reclamaciones
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Por Pepe Moreno *
Ya estamos en Carnaval. Después de una Gala, con sus más y sus menos, el pasado miércoles, ver qué nos poníamos el jueves, si ya no lo teníamos decidido, ayer viernes salió la Cabalgata anunciadora que dio paso a la primera noche de desenfreno. Este es el pistoletazo de salida a la fiesta y cuenta con la participación de todos los elementos del Carnaval, desde las Reinas hasta las agrupaciones. Anoche fue la primera noche de ese desenfreno que cada día compone nuestras fiestas por antonomasia y desde luego que para los más, esa fue la primera de varias noches en las que las fantasías lucen espléndidamente, le pese a quien le pese y pase lo que pase.
Yo me quedo con mi Gala, porque lo de anoche en Las Palmas fue otra cosa. Ellos, lo de aquella isla, se siguen haciendo con un nombre, pero nunca llegarán a lo que en Tenerife se hace y, exceptuando la Gala Drag, lo demás es pura imitación. Lo de anoche en Las Palmas fue como una Gala de hace una década en Tenerife. La obertura, que nos la han copiado, no estuvo mal, pero les queda mucho por hacer, sobre todo en diseño de fantasías. Para que se hagan una idea hasta que no salió la candidata de la Vega de San Mateo, diseñada por un chicharrero como Juan Carlos Armas, aquello parecía un desfile de carrozas. No había color con lo que se vio en la del miércoles en el Recinto Ferial de Santa Cruz. Lo demás ni lo reseño, que no merece la pena.
Como decía me quedo con nuestra Gala porque lo del miércoles me pareció muy bien, con una puesta en escena genial y con un guion muy estructurado y bien planteado. La lástima, porque las hubo, fue que aparecieron algunos personajes que hicieron un humor que no iba con la ocasión y que deslucieron algunos pasajes. Además, estamos en la era de redes sociales, que siguen teniendo mucho peso en nuestra sociedad, y que nos obligan, prácticamente, a ser políticamente correctos para no herir la sensibilidad de algunos espectadores.
Fuera de eso, me pareció una buena obertura, quizás un poco larga, pero a la vista de lo que decía Aarón Gómez y a una buena pauta escrita por su hermano Abrahán, es difícil quitarle una parte de lo que iba diciendo. Fue una Gala muy bien explicada, aunque después, con el pase en grupo de las candidatas, fue más de lo mismo, con un corre-corre del resto de los grupos, fueran rondallas, agrupaciones musicales o comparsas.
No quiero influirles porque ustedes ya vieron la Gala y cada uno tendrá su impresión y le habrá dado por expresarlo en público o por callarse ante los demás, que de todo hay. Hoy en este artículo tengo que hablarles de otros asuntos que marcan la actualidad e, incluso, la controversia.
Por ejemplo, lo de Mauritania y los 300 millones con los que la Unión Europea llevará a su economía. Muchos dicen que con el nivel de corrupción que hay en ese país ese dinero se lo quedarán las clases pudientes, los que detentan el poder y que poco llegará a un pueblo que pasa hambre y que están desesperados. Es posible. No obstante, hay que tener en cuenta que los controles de la UE son muy rígidos, que es posible que desde ayer ya estén mirando qué hacen las autoridades de ese país para saber hasta dónde pueden confiar en ellos. Les pasó lo mismo, en su día, en Senegal y hoy sabemos que salen más cayucos de las costas mauritanas que de los puertos del país vecino.
Allí, y hay que hacer un poco de historia, tienen que resistir la presión migratoria que la epidemia de golpes de Estado que se han producido en toda la región, en el Sahel. Europa necesita que Mauritania ejerza de dique y detener ese flujo por el que miles de personas que huyen del hambre, de la guerra y del cambio climático y cuyo objetivo es llegar a España y, después, a Europa sigan su trayecto. Hay que ofrecerles algo.
De ahí que Europa vaya a regar con una lluvia de millones a Mauritania. Para que pueda sostenerse en esta situación de dificultad. Von der Leyen anunciaba que la Comisión Europea destinará más 210 millones de euros de fondos para la «gestión de la inmigración» y en ayuda humanitaria hasta finales de este año. Luego ha venido la promesa de comprar su hidrógeno verde, si Mauritania logra convertirse en un productor de energías renovables, ya que la UE deberá importar 10 millones de toneladas de este combustible limpio, por lo que «necesitamos socios en el extranjero». Y no solo eso, como segundo mayor productor de hierro de África, si logra desarrollar la industria energética, subrayó la presidenta, «el procesamiento del acero verde podría quedarse en Mauritania».
Esto va a ser un reto altísimo para uno de los países más pobres del mundo, con una economía basada únicamente en la pesca y la minería. Sin embargo, que podrá encarar con el apoyo de la UE y también la contribución de España. El presidente español, Pedro Sánchez, firmó un nuevo Acuerdo Marco-País que incluye 60 millones de euros para proyectos de desarrollo durante los siguientes cuatro años y a los que se añaden 50 millones más de cooperación financiera, en cinco años. Además, España financiará con 200 millones a las empresas españolas que inviertan en el país durante el próximo lustro, con especial atención a los proyectos en energías renovables. Todo este esfuerzo para que el país no se desborde y el Gobierno mauritano pueda controlar a las mafias dedicadas a la inmigración, que han encontrado en sus costas la nueva vía para alcanzar el Viejo Continente, y preste atención al terrorismo yihadista.
Además, esta puede ser la mejor garantía para retener el talento y evitar el drama de los que no tienen otra alternativa que marcharse por necesidad. Y en la UE tendremos que seguir trabajando por la integración de los inmigrantes, el justo reparto de las cargas y una gestión que evite los brotes de xenofobia. También es esencial que la acogida se realice bajo las más estrictas normas internacionales. Las recientes sentencias del Tribunal Supremo sobre la irregular devolución de menores no acompañados a Marruecos o el trato que reciben los peticionarios de asilo en Barajas desdice las buenas intenciones que subyacen en acuerdos como el ahora suscrito.
Unos me dicen que pedirán lo mismo desde Marruecos y yo siempre les contesto que ese país ya ha cobrado. ¿Ustedes creen que ser tratado como miembro de la UE en vez de tercero, es gratis? Por eso están protestando los agricultores y ganaderos de Francia o de Alemania. Porque sus mercados se han llenado de productos alauitas, que pagan menos a sus jornaleros.
Que su género no tiene que pasar los controles fitosanitarios de cualquiera de los frutos recogidos en campos bajo la influencia de la Política Agraria Común (PAC) y que siembran y recogen lo que quieren, sin que tengan unas normas que arruinan y asfixian a sus productores. Ejemplos podría poner algunos -como el tomate o los huevos- que son más fáciles de exportarlos desde Marruecos que desde un país adscrito a la Unión.
¿Ustedes creen que van a poner en riesgo todo eso por el tema de custodiar su litoral? Ya lo han conseguido, les da puestos de trabajo y su PIB crece en función de las exportaciones que están haciendo.
En la misma línea de lo expresado podríamos poner las protestas de los agricultores españoles. Un sector que tiene el foco en una crisis que se arrastra desde hace varios años, ahora muy ligada a las medidas que quiere introducir Europa respecto a la sostenibilidad y la producción respetuosa con el medioambiente, una mayor inversión en tecnología o un mayor bienestar animal en relación con los ganadores, algo que conlleva sobrecostes y una merma en lo que ganan algunos, sobre todo los intermediarios.
Ya han conseguido, debido al descontento de los agricultores, que se retire la propuesta de los pesticidas. Fundamentalmente porque «se sintieron arrinconados» y «merecen que se les escuche», pero han advertido, al mismo tiempo, de que «también saben que la agricultura debe evolucionar hacia un modelo de producción más sostenible para que sus explotaciones sigan siendo rentables en los siguientes años».
¿Alguien ha hecho un estudio sobre la cantidad de agua que se lleva una platanera o los cultivos de aguacates o de piña tropical? Nadie. Hemos plantado para dar salida y ahora que el líquido elemento escasea es cuando nos damos cuenta de que no son rentables.
Las controversias con la línea marítima Tarfaya-Fuerteventura lo tienen que leer desde la tesitura de saber si nos entran productos que pueda competir con los nuestros y entonces comprenderán el alcance de la negativa de los agricultores canarios. Esa puerta abierta traería más problemas y ya verán cómo nos afecta en la llamada independencia alimentaria. Sin embargo, eso los políticos no lo explican.
Aquí las protestas se llevarán a cabo después del Carnaval, que una cosa no debe interferir en la otra, y serán en días diferentes en cada una de las capitales canarias, aunque las reivindicaciones serán las mismas: ingreso por el comercio de sus productos por encima de los costes de producción (aplicación plena de la Ley de Cadena Alimentaria); erradicación de la competencia desleal, sobre todo de la relacionada con las importaciones desde terceros países (que producen con menos controles sanitarios, con el uso de insumos prohibidos en la UE y con salarios más bajos; por ejemplo, Marruecos…); defensa de las producciones de cercanía o locales; apuesta por el relevo generacional, la mujer y el desarrollo rural; mejora de la cobertura de los seguros agrarios en los actuales tiempos de sequía; garantía de acceso al agua en cantidad, calidad y precio aceptable, y avances en cuestiones sanitarias de productos vegetales y animales, con control de plagas con origen fuera de las islas, entre otras cuestiones.
En definitiva, tal y como han recalcado algunas de las entidades convocadas a la protesta del 24 de febrero en Tenerife, ahora es el momento “de exponer todos los elementos que están haciendo de la agricultura una actividad sin futuro, sin relevo generacional, sin incentivos para invertir o para apostar por ella”.
Como verán, un auténtico canto al sol que tendrá las repercusiones necesarias en los días en los que se lleva a cabo esas reivindicaciones, pero nada más. ¿Quién piensa en nosotros? En los ciudadanos normales que ya no nos da con lo que se gana para llevar a casa esos productos para los que se piden unos costes justos. ¿Se acuerdan de aquella canción de Los Sabandeños que dice?:
¿Quién es ese elegantísimo, orondo y gran caballero?
Eso es un intermediario en el negocio frutero,
¿De quién es ese palacio, orgullo del pueblo entero?
Eso es de un intermediario en el negocio frutero,
¿De quién es ese automóvil, tan lujoso y tan ligero?
Eso es de un intermediario en el negocio frutero,
¿De quién es ese vapor? ¿De quién es ese velero?
Pues es de un intermediario en el negocio frutero,
¿Quién es el que emprendió viaje a Madrid y al extranjero?
Eso son intermediarios en el negocio frutero,
¿Quién es ese potentado? ¿Quién es ese consejero?
Esos son intermediarios en el negocio frutero,
¿Quiere darme cinco duros para comer, caballero?
¿Quién sos Tú?
Yo soy un pobre del campo, agricultor platanero.
Pues eso. Ya veremos cómo acaba esto.
* José MORENO GARCÍA
Periodista.
Analista de la actualidad.
Islas Canarias, 10 de febrero de 2024
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