Ay senador, senador…

Rebeca Paniagua Navarro *

 

 

Parece que el trabajo realizado sin generar ruido, ni polémica, y encima efectivo, molesta. Sí, incomoda y perturba a aquellos que no pueden sino callar al ser preguntados por su gestión cuando estuvieron ocupando un cargo en el Gobierno de Canarias en la Legislatura pasada. Podría nombrar a más de uno, pero me voy a centrar en el anterior consejero de Transición Ecológica, el señor José Antonio Valbuena, actual senador autonómico del PSOE canario.

 

En los últimos días se ha cubierto de gloria tras unas desafortunadas declaraciones en las que ha llegado a calificar al actual consejero del área, Mariano Hernández Zapata, de “parásito de la gestión política”. No solo lo dijo una vez, en una entrevista a la SER, sino que se mantuvo en sus palabras desarrollando la expresión cuál experto en parasitología.

 

Me asombra que un dirigente del PSOE (rascado porque su partido está en la oposición en Canarias) hable así de un político del Gobierno, más aún cuando fueron los propios socialistas los que llevaron al pasado pleno del Parlamento de Canarias una Proposición No de Ley solicitando el apoyo de los diputados de la cámara regional para la erradicación de los delitos de odio.

 

Yo me pregunto si esa iniciativa de verdad la tenían interiorizada o era un paripé más de los que se autodenominan progres. A este tipo de incongruencias políticas es a lo que nos tienen acostumbrados.

 

Pero miren, pasando por alto el insulto de Valbuena a Mariano Hernández-Zapata porque mi compañero, sinceramente está a otro nivel, lo que realmente molesta al senador socialista es que el actual consejero esté afeando su anterior labor con trabajo serio, responsable y eficaz. Entiendo que avergüence que te dejen en evidencia, pero esas no son las formas.

 

El consejero Hernández-Zapata no ha parado ni un solo segundo de trabajar desde que fue nombrado. Además, no solo se ha rodeado de un equipo profesional y técnico, sino que se ha formado y preparado para afrontar su gestión.

 

Los cambios que ha propuesto para modificar la Ley de Cambio Climático de Canarias, aprobada casi al final de la Legislatura pasada y sin consenso, son realmente un impulso certero en pro de la sostenibilidad, la innovación, el empleo y la apuesta decidida por la mayor implantación de las energías renovables en Canarias.

 

La Ley “Valbuena” era más una traba al sistema que un avance. Ineficaz, con una burocracia excesiva y una falta de incentivos claros que generaron frustración tanto en el sector empresarial como en los ciudadanos comprometidos con la transición ecológica. A todo esto, se suma que para elaborar la actual Ley no sé contó ni se incluyó ninguna de las alegaciones que propusieron los propios técnicos de la administración.

 

Yo me preguntó, ¿por qué? Solo el artífice de la norma lo sabe. Lo que sí se ha realizado ahora para llevar a cabo la modificación es contar con los expertos y todos los agentes implicados, con los que se ha mantenido medio centenar de reuniones.

 

Y hablando de reuniones, ya que la presidenta de la Federación Canaria de Municipios, FECAM, hace una lectura que consideramos equivocada, solo recordarle que en estos meses se han llevado a cabo tres reuniones de trabajo entre la consejería y la FECAM para adelantarles los futuros cambios. Un apunte para refrescar la memoria a la socialista Mari Brito.

 

Si algo tenemos muy claro en el Partido Popular es que a la política se viene a trabajar con criterio y apostando por la gestión apoyada en los que saben. Señor Valbuena, el actual consejero de Transición Ecológica no le nombra, no se acuerda de usted, solo intenta mejorar su pésima gestión. Si quiere protagonismo, la única manera que conozco de lograrlo seriamente es con trabajo.

 

 

* Rebeca PANIAGUA NAVARRO

Diputada del Partido Popular en el Parlamento de Canarias

Licenciada en Periodismo por la Universidad San Pablo CEU, Madrid

Su lema de cabecera: “Que tu trabajo hable por ti”

 

 

Islas Canarias, 1 de julio de 2024