¡Viva el Rey!

Remigio Beneyto Berenguer *

 

 

El Rey Felipe VI y la Reina Letizia siempre han estado al lado del pueblo. Lo han demostrado a lo largo de sus años como Príncipes de Asturias y después como Reyes. No hay nadie que pueda dudar de este servicio al pueblo español.

 

El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, y el que arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones.

Los Reyes, en la visita por las calles de Paiporta (Valencia) una de las poblaciones más castigadas por la DANA, con más de 70 fallecidos de momento, han sido increpados por los vecinos. Han lanzado también objetos, alcanzando el barro a la Reina en la cara.

 

El Rey Felipe VI ha seguido totalmente rodeado por la turba de los vecinos, ha querido dar la cara, escucharles, incluso en cuerpo a cuerpo. Se nota que el Rey es un militar, valiente, que sabe escuchar a su pueblo, roto de dolor por la muerte de los suyos, angustiado por no saber dónde están los desaparecidos, y hundidos por haber perdido el fruto de todo su trabajo a lo largo de la vida.

 

La frustración y enfado ha explosionado quizá con quien menos se lo merece: los Reyes, pero el Rey ha estado a la altura. Igualmente, la Reina, quien, con el barro en la cara, ha seguido al lado del Rey.

 

Algunos comentaristas opinan que no se ha valorado la oportunidad de la visita y que quizá hubiera debido retrasarse la misma. No estoy de acuerdo. Los Reyes no tienen miedo porque ellos siempre han mostrado estar al lado del pueblo que sufre. Su capacidad de gestión es mínima pero su empatía y decisión es incuestionable.

 

El pueblo que sufre sabrá apreciar lo que ha pasado hoy en Paiporta. Lo que sí es de obligado cumplimiento es que todas las Administraciones públicas, la estatal, la autonómica y la local, estén unidos para solucionar este desastre. No vale ahora exigir culpas ni responsabilidades.

 

Lo que toca es que todos los españoles exijamos que se solucionen a la mayor rapidez todas las angustias que están viviendo en tantos lugares de nuestra España.

 

Hemos de procurar que no se quede toda esta situación en el olvido, como se ha quedado todo el drama vivido en La Palma. Recuerdo que en aquellos días todo el mundo estábamos con el sufrimiento de La Palma, y después nada.

 

No puede ser. Hemos de ser capaces de aguantar nuestra empatía y nuestra sensibilidad, y, sobre todo, nuestra capacidad de solucionar problemas, en el tiempo. Me sonrojan las lágrimas un día y el olvido inmediato.

 

Hemos de exigir a nuestros gobernantes que mantengan esta solidaridad de la que habla el artículo 2 de nuestra Constitución.

 

¡Viva el Rey y la Reina!

 

 

*  Remigio BENEYTO BERENGUER

Profesor Catedrático de la Universidad CEU Cardenal Herrera.

Departamento de Ciencias Jurídicas

Catedrático de Derecho Eclesiástico de la Universidad CEU de Valencia.

Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.

 

 

Islas Canarias, 3 de noviembre de 2024