VISIONES ATLÁNTICAS / 262
Dragocidio
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Hugo Luengo *
No “draguicidio”, porque lo confundiríamos con matar a Mario Draghi, que de eso se encarga ya la UE, al no desarrollar las previsiones de su Informe a la Comisión, “Un Plan para el Futuro Económico de Europa”, diagnóstico del declive económico de la UE y sus soluciones. Voy a un tema más cercano y sencillo, que visibiliza las dificultades para operar con resultados.
Haber talado un singular pie arbóreo de Drago Canario (Dracaena Draco), situado en Barrio Nuevo La Laguna, en la calle la Mazurca, bajo la avenida Lora Tamayo, que nos lleva hasta la Cruz de Piedra. Si miran nuestro drago aparece localizado y con nombre en “Google Maps”, como “Drago de la Cruz de Piedra”, así que se dio cuenta de él “la red” desde el cielo, antes que el propio ayuntamiento.
El Drago es el símbolo botánico de Tenerife y figura en ocho escudos de municipios de Canarias, Alajeró en La Gomera, Barlovento, Breña Alta y Puntagorda en La Palma, Valsequillo y Moya en Gran Canaria y La Orotava e “Ycod” en Tenerife, nuestros dos titanes milenarios.
El de la Orotava desaparecido y el de “Ycod”, que cuenta con los mejores cuidados vegetales que pueda tener un pie arbóreo. Están incorporados en su “Comité Técnico Científico”, Álvaro Fajardo y Arnoldo Santos Guerra, quienes trasladaron en días pasados al ayuntamiento lagunero la necesidad de proteger y recuperar este singular ejemplar.
Fue talado por el propietario sin licencia, con lo que se suma a las recientes pérdidas de 4 dragos singulares en Tenerife, el de “Pino de Oro” en Santa Cruz de Tenerife, el de la Laboral de La Laguna, el de Nazaret en Güímar y el de Domínguez Alfonso en La Orotava, todos ellos en ámbitos privados.
El ayuntamiento pudo salvarlo y solventar su incorporación al patrimonio urbano. Por su porte y dimensiones era imposible trasplantarlo, con 13,50 m de altura, 16,00 m de diámetro mayor en copa, 8 ramificaciones y unas 40-50 Tm de peso, que lo hacían el de mayor tamaño de La Laguna y uno de los 10-15 mayores de Tenerife.
Resolver el derecho del propietario es un tema obligado al ayuntamiento, conforme al interés del bien a proteger. El ayuntamiento tiene suelo y recursos económicos sobrados para abordar esta prioridad. Un drago con casi un siglo de edad, saludable y en perfecto estado de conservación, hubiera dado pie a una plaza urbana, soporte para su incorporación a una visita turística guiada.
Defendemos el “desarrollo sostenible”, mientras somos incapaces de darle contenido. Su finalidad reside en hacer compatible el desarrollo social, económico y medioambiental. A partir de la declaración del 2010 de la “Organización Mundial de Ciudades” la cultura ha pasado a ser el cuarto pilar del desarrollo sostenible, donde los retos culturales, creatividad, conocimiento crítico, diversidad, belleza, singularidad, entran en la nueva ecuación.
Reto del cual no puede ausentarse La Laguna, en su cualidad de “Ciudad Patrimonio de la Humanidad”. Donde la historia le ha depositado el conjunto de bienes, inmuebles, muebles, vegetación, etc., que obligan a su protección integrada. El Centro Histórico de La Laguna, dispone al interior de sus manzanas, patios que esconden en su umbría una importante vegetación, con ejemplares singulares.
“Desarrollo Sostenible y Ciudad Patrimonio”, que consolidan la cultura de todos como eje del discurso urbano. El equilibrio público-privado, debió aplicarlo el alcalde con las “Medidas Cautelares” del artículo 59 de la “Ley de Patrimonio Cultural de Canarias”, con el drago como bien de interés cultural, y paralizar su tala por razones de interés público. Con ello tenía 6 meses para convenir con el propietario cualquier solución razonable, que en este caso era una operación de pequeña escala.
El ayuntamiento tiene además que ofrecer con carácter general y para todos, un marco de fiabilidad jurídico-económica, que permita a cualquier posible afectado garantizar la obtención de la totalidad de los derechos que se le limitan, de forma ágil y transparente. De poco vale la panoplia de medidas legislativas, de la UE, Parlamento, Autonomía, Cabildo, Ayuntamientos, sin aportar soluciones reales, y evitando enredarse en los procedimientos.
En este caso sólo el Ayuntamiento cuenta con una experiencia acreditada y cercana, en las múltiples gestiones que conlleva una “Ciudad Patrimonio de la Humanidad”. La misma que debió aplicar el alcalde para liderar la prioridad de conservar el “Drago de la Mazurca”, el primero de su municipio, hoy fallecido.
Hugo LUENGO BARRETO
Arquitecto y bodeguero.
Islas Canarias, 17 de noviembre de 2025



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