Crisis:
cooperativismo y cooperación
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Fernando Berge Royo *
En esta crisis COVID-19, denominada por algunos como “La Gran Pandemia”, nos enfrentamos a una situación nueva y extremadamente compleja. Desconocemos el alcance real que tendrá en el ámbito económico y social, pero intuimos que van a cambiar, ya están cambiando, muchas cosas en nuestras vidas y en nuestras costumbres.
Transitamos hacia un modelo de sociedad diferente donde, si nuestro objetivo es una sociedad más próspera en su conjunto y no tanto ciudadanos más ricos, el cooperativismo es una fórmula a tener en cuenta.
Como señala reiteradamente la Alianza Cooperativa Internacional, la clave para conseguir una nueva sociedad es el poder transformador del cooperativismo, con sus principios y valores.
Este movimiento social, económico y cultural, pone en práctica unos valores (solidaridad, esfuerzo personal, compromiso social y de grupo, generosidad, humildad…) que los hacen realidad personas con sentido de la responsabilidad colectiva y con un alto nivel de autoexigencia e implicación personal en el proceso de crear riqueza para el desarrollo social de las personas, construyendo proyectos sostenibles que sirvan y sean útiles a las generaciones futuras. Solidaridad en los buenos momentos, pero también en los difíciles y complejos, y solidaridad intergeneracional.
El modelo de empresa cooperativa, en el que la persona es el elemento central, tiene sus ventajas y marca la diferencia en situaciones de crisis, ayudando a fomentar la estabilidad social, especialmente en un entorno local como el nuestro.
Son empresas singulares, que no responden a la lógica dominante del capitalismo y que asumen un compromiso con la sociedad, con las personas y con el entorno en el que operan. Su gestión económica es como la de cualquier otra empresa, con criterios profesionales, para generar riqueza y que luego esa riqueza se traduzca en beneficio social, lo que es posible por su modelo societario específico.
Sin empresas no es posible que exista economía ni sociedad, pero las empresas cooperativas permiten satisfacer mucho mejor las necesidades sociales, superando los conflictos que puedan existir entre el capital y el trabajo.
Ahora más que nunca tenemos que trabajar por una economía sostenible basada en la cooperación, en el cuidado del entorno y que esté al servicio de las personas.
Uno de nuestros ejemplos es CAJASIETE, una cooperativa canaria, con un modelo diferente de hacer banca, una banca de valores basada en la proximidad al entorno y preocupada por el mismo, que invierte en la economía real y trabaja para las generaciones presentes, pero sobre todo por las futuras. Una empresa prudente, con gestión profesionalizada y que mejora cada año su estabilidad y solvencia.
La misión de CAJASIETE es “contribuir al desarrollo sostenible de Canarias, satisfaciendo las necesidades financieras de las personas, siendo fieles a nuestros valores de integridad, profesionalidad y solidaridad”. En CAJASIETE somos conscientes de que la sociedad canaria nos necesita y queremos siempre ayudar, en todo lo que podamos, a las personas.
La sociedad tiene que estar preparada para discernir lo que está bien y lo que está mal, por eso necesitamos una educación con valores. Nuestro modelo cooperativo nos mueve a trabajar por unos valores que benefician a toda la sociedad.
CAJASIETE somos una opción alternativa a la banca tradicional, tenemos unos valores propios y una forma diferente de entender las finanzas y estamos convencidos de que vale la pena apoyarlos. Si eliges CAJASIETE estás haciendo una elección socialmente responsable y ayudando a reforzar nuestro proyecto empresarial cooperativo y a Canarias.
Pero hay muchas más cooperativas en Canarias y todas ellas desarrollan una buena labor económica y social en favor de las personas. Las cooperativas somos parte de la solución, cada una con su aportación. En las empresas cooperativas no jugamos a hacer responsabilidad social corporativa, nosotros SOMOS Responsabilidad Social y forma parte de nuestro ADN.
Las sociedades que progresan tienen muchos puntos en común, tanto en el ámbito público como en el privado, y uno de ellos es la calidad de sus organizaciones. En cualquier empresa, más que el tamaño, lo importante es la calidad de su gestión.
Es en estos momentos de crisis cuando afloran los puntos fuertes y débiles de las organizaciones, de las empresas y de la sociedad. Tenemos en Canarias muchas personas con talento, con buenos conocimientos y dispuestas a cooperar y a ser útiles a nuestra sociedad.
Aprovechemos el momento y, como decía José María Arizmendiarrieta, “el ideal es hacer el bien posible, no el que se sueña”.
Un futuro mejor es posible. De todos y cada uno de nosotros depende, también depende de ti.
* Fernando BERGE ROYO
Presidente de Cajasiete
Diplomado en Cooperativismo.
Islas Canarias, 19 de mayo de 2020.
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