EL MONÓLOGO / 168
La política, idiota, la política
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Por Pepe Moreno *
Anoche fue la víspera de San Juan, con toda la parafernalia y lleva tal celebración. Los baños en la playa, a medianoche, dejando en el agua todas las miasmas malas que nos ha dejado el año y con los buenos deseos muy dentro. Con las hogueras que queman todas esas cosas malas y con las buenas vibraciones para que nos acompañen a partir de ahora.
Con el salto entre las llamas para que se quemen los malos pensamientos y que nos queden solo las partes más positivas de cada una de las acciones que a partir de ahora, con el solsticio de verano, nos brinde una vida más relajada. Son de esos días en los que no creemos en las brujas, pero las sentimos, y somos capaces de echar un rezado para alejar lo negativo.
No sé por qué sucede todo esto, ni porqué me acuerdo de Domingo Barbuzano y sus recuperaciones de la noche de San Juan, ni de las canciones que me hablan de una noche mágica, ni de aquel día en que acompañé al maestro César Fernández-Trujillo en la que vi lo hachitos en la parte alta de Icod de los Vinos, ni de cómo llegamos hasta allí ni de las vivencias que sentimos esa noche en la que acompañamos a una procesión de antorchas que bajaban de la montaña y a la que nos unimos con aquel viejo magnetofón que siempre le acompañaba, ni que hizo con todo lo que grabó aquella noche en la que dejó testimonios sonoros de los más viejos y señoras del lugar.
Es una noche mágica en la que el olor a quemado lo impregna todo. Es un tiempo que parte lo vivido con lo que está por venir y en la que parece que hacemos un punto y aparte en nuestras vidas. Posiblemente algunos de los que leen estas líneas no lo hayan sentido así, pero la de anoche fue como de otra fase.
Lo que pasa es que esos son deseos y, claro, no siempre podemos apartar de nuestro sí lo que no pega. Vamos a entrar en la materia de este Monólogo. Ya hay Cabildos que se han constituido, el de La Gomera con Casimiro Curbelo, el sempiterno, tomando posesión. Es su noveno mandato seguido al frente de esa institución. Comenzó con el PSOE y ahora es el máximo mandatario de la Agrupación Socialista Canaria.
Se ha convertido en el mandamás de una isla y de la región. Con sus tres diputados gobierna en una Comunidad Autónoma en la que otro es el presidente y el que parece que gobierna, pero en la que mentar el nombre de Curbelo significa mucho. Tiene varias direcciones de empresas públicas, es el que nombra directores generales, aunque no sean santo de devoción del consejero que nombra otro partido y es el que no hay que molestar en absoluto. Desde anoche sigue siendo el presidente y en el ámbito regional es el oráculo al que todos peregrinan para saber qué pasa o pasará.
Hoy mismo, este sábado, a las once de la mañana, se constituye el Cabildo de Gran Canaria, con Antonio Morales, de Nueva Canarias, como presidente y Augusto Hidalgo, ex alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, con el PSOE, como vicepresidente de la Corporación. Un tándem que todavía tenemos que ver si funciona. Con un Morales que tiene pinta de cura del pueblo, pero que ha sabido poner a la isla en un sitio que no tenía y que ha revestido a ese cargo de la pompa y el prestigio que nunca había conseguido. Antes de Morales, ni siquiera en tiempos de Soria, ser presidente de la Corporación tenía prestigio.
Era más importante ser alcalde de la capital grancanaria que ocupar la responsabilidad insular. Pero él lo ha conseguido. Van para adelante con un tren que no se sabe de dónde sacarán los fondos necesarios para construirlo, pero lo hará. Lo mismo que con el Salto de Chira, que servirá para conseguir energía limpia. Hay grupos ecologistas que se oponen a esas dos grandes ideas, pero en esa isla no conocen la cobardía ni se arredran ante esas opiniones. Tiran para adelante y no les hacen el caso que, en otras, como en Tenerife, frenan las ideas. Saben lo que quieren y tiran para adelante y luego ya veremos.
Habrá que esperar al próximo lunes para ver qué pasa en el Cabildo Insular de El Hierro, lugar en el que será investido presidente Javier Armas, de la Agrupación Herreña Independiente, que es la lista más votada, pero que será censurada por su hermano Alpidio. La isla de El Hierro es un lugar pequeño, y en ellos los dramas personales parecen más grandes. El actual presidente de la Corporación Insular, el presidente en funciones Alpidio Armas, va a quitarle la presidencia a su propio hermano, que le ganó en número de votos.
Para hacer posible esto se tendrá que aliar con David Cabrera, un hombre que no ha logrado ni darle el famoso cuarto diputado a Curbelo, ni el puñado de votos que se comprometió a darle a Román Rodríguez en la lista regional. Ahora Cabrera sostiene su poder en aquel lugar gracias a una nueva ruindad y va a provocar –y dirimir- uno de esos pleitos de familia que en las islas pequeñas lastran a una generación.
Es curioso que la suma de los votos de AHI, y su escisión, sí tiene la mayoría suficiente para que el Cabildo lo sostenga quien ganó las elecciones, algo que resulta cada día más infrecuente en todas las corporaciones insulares donde no se consigue mayoría absoluta. Probablemente sería más inteligente darle por ley la presidencia a quien logra articular una mayoría y evitarse en el futuro este tipo de venganzas familiares. Pero así es la ley y sin haber gobernado será censurado por su propio hermano. ¿Cómo serán las comidas familiares en esa casa o las de Navidad con esos reproches? Gobernará el que ha estado gobernando.
Los demás le dejan ese cometido, como si dijeran “censura tú, que a mí me risa”. ¿Qué le van a reprochar a Javier Armas, si nunca ha estado en ese puesto? Nada, simplemente que los socialistas se han unido a la Asamblea Herreña, de David Cabrera y a IUC-Reunir Canarias, de Amado Carballo para poder censurar al otro Armas, al de AHI, y coger ellos el poder. Por eso los socios ocuparán las vicepresidencias de la Corporación Insular.
Dicen en uno de los párrafos del acuerdo firmado en la Hoya del Morcillo que lo que se trata es de “dotar de estabilidad política a la principal institución de la isla, donde todas las fuerzas participantes han hecho un esfuerzo de generosidad en pro del acuerdo alcanzado”. Es posible que así sea, pero también lo podríamos resumir en “quítate tú para ponerme yo” o en lograr repartir puestos remunerados públicamente y así, con esa excusa, dicen que aplican las políticas que ellos quieren.
El mismo lunes también lo harán los Cabildos de Fuerteventura, con la nacionalista Lola García que, en pacto con los socialistas accederán a tomar las riendas de una isla que tiene problemas hasta en las conducciones de aguas. Ahí no habrá moción de censura, pero sí un pacto que no tiene nada que ver con el de la Comunidad Autónoma.
No pasará lo mismo en el de Lanzarote, isla en la que Dolores Corujo, del PSOE, se quedará en la oposición, si aguanta, a favor de Oswaldo Bethencourt, de CC que tiene firmado un pacto con los cuatro consejeros del PP. Lola Corujo será la cabeza de lista del PSOE por la provincia de Las Palmas al Congreso de los Diputados. Un trabajo pierde y otro gana. ¿Se dan cuenta?
Lo mismo ocurrirá en el Cabildo de Tenerife. Pedro Martín, el actual presidente, tomará posesión como el cabeza de lista más votado el próximo martes día 27, pero casi en el mismo instante, porque no puede sumar con nadie, no hay nadie a la izquierda, lo echarán de la Presidencia entre Coalición Canaria y Partido Popular, que así se vengarán de lo que hizo el propio Martín hace cuatro años cuando pactó con Enrique Arriaga y Podemos para quitar al nacionalista Carlos Alonso de ese puesto. El propio Martín dijo, cuando vio los resultados la noche del 28 de mayo, que volvería a su puesto de psicólogo. Pero no ha sido así.
El hombre, que fue alcalde de Guía de Isora desde 1995 hasta junio del 2019 y desde esa fecha hasta junio de 2023 presidente del Cabildo, es ahora candidato al Senado en la isla de Tenerife por el PSOE. Si consigue su acta el 23 de julio se asegurará cuatro años, o lo que sea, en la Cámara Alta y luego ya veremos, que por algo es el secretario general de los socialistas tinerfeños. ¿De verdad creen ustedes que alguien que no aplica sus conocimientos en la psicología desde hace 28 años se va a acordar de algo a la hora de ejercer? Es que en ese tiempo es posible que nos olvidemos hasta de montar en bicicleta, que dicen que nunca se olvida.
Hay gentes que se han acostumbrado a un cargo oficial y ya no se sabe ni siquiera qué eran antes de su dedicación a la política. Ustedes están pensando en algunos de ellos y desde luego no les voy a quitar las ganas de regodearse en esa reflexión e imagen. Por ejemplo, todos sabemos lo mal que lo pasó el actual alcalde de Santa Cruz, el nacionalista José Manuel Bermúdez, el tiempo que no fue alcalde. Tuvo que buscarse la vida.
Volvió a ejercer de abogado, pagó su cuota como autónomo y sobrevivió gracias a algunos amigos que le hicieron hueco en su despacho. Yo creo que hizo el mismo juramento que Scarlett O’Hara, interpretada por Viven Leigh, que colocando a Dios como testigo dijo “que bajo ningún concepto volveré a pasar hambre”. ¿Lo recuerdan? Pues a mí no se me cayó de la mente. Hoy, el hombre, por si acaso, también figuraba en la lista de su formación política al Parlamento. Por si acaso.
Lo mismo que el alcalde de La Orotava, Francisco Linares, que seguiría mandando en su Villa porque saboreaba una mayoría absoluta. Hoy sabemos que ha renunciado a su sueldo de mandatario orotavense y que ganará lo que se estipule en la Cámara regional, que será más que como alcalde. Y es que los parlamentarios están casi rozando los 4.000 euros, que es una cantidad que ningún edil podría alcanzar.
¿Y el alcalde de La Laguna? ¿A qué se dedicaba antes Luis Yeray Gutiérrez? Según se publica en la Wikipedia, nació el 23 de octubre de 1985, en el barrio de La Cuesta, siendo el mayor de 3 hermanos y se formó en los colegios Ramiro de Maeztu y Fernando III el Santo y en el Instituto San Hermenegildo. Estudió Economía en la Universidad de La Laguna y en la UDIMA.
En su trayectoria política figura que en el 2011 ingresó en el Ayuntamiento de La Laguna como asesor del equipo de Gobierno del Partido Socialista y que se incorporó como militante a las Juventudes Socialistas (donde ocuparía el cargo de secretario general) y al Partido Socialista, en el que ostentó diversos cargos como miembro de sus ejecutivas.
El 20 de enero de 2018, llegó a la Secretaría General del Partido Socialista de La Laguna, cargo que sigue desempeñando en la actualidad y que, desde el 15 de junio de 2019, es alcalde de San Cristóbal de La Laguna, siendo el más joven en ostentar este cargo en el municipio, en período democrático. No hay nada más.
¿Y Rubens Ascanio, a que se dedicaba antes? He indagado y he descubierto que entre 1998 y 2002 fue portavoz en el claustro de la ULL por el Sindicato de Estudiantes Canario. Y según pone la misma enciclopedia de Internet consultada para el alcalde, en los últimos años, antes de ser primer teniente de alcalde de La Laguna y ocuparse del área de Bienestar Social, formó parte del AMPA del CEIP Camino Largo y era miembro de diversos colectivos como la Asociación de Antiguos Alumnos de la ULL y la Real Sociedad Económica de Amigos del País.
No sé si estas cosas te dan de comer, porque eso hay que hacerlo tras veces al día, y claro ser miembro de esos colectivos me da que no está remunerado. ¿Qué hará ahora? Y hago esta pregunta porque en el reparto que acaba de hacer el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, Ascanio no figura entre los que tienen responsabilidades, por tanto, no sé si cobrará del erario.
Podría seguir, porque hay mucha gente que no se sabe qué hacía antes de que la política fuera su modo de vida, pero no quiero. He puesto solo algunos ejemplos de lo bien que viven con un despacho oficial y de una nómina que no sufrirá recortes, ni ERES ni ERTES y que no tienen sobre sus cabezas la incertidumbre de su productividad.
¿Ustedes creen que algunos de ellos se bañaron en el mar anoche para dejar atrás las cosas malas? ¿Creen que saltaron una hoguera para que el fuego purificador se llevara las inclemencias de esta vida? Pues no sé.
Pero les voy a explicar el porqué del título. Todo viene por un inolvidable sketch televisivo protagonizado por los payasos de la tele en que, tras una pregunta sobre la masa de agua, Gaby decía aquello de “¡el mar, idiota, el mar!”. Luego cuando le preguntaba por otra cosa que no tenía nada que ver con esa respuesta, uno de los hermanos, para ayudarle, repetía lo de “¡el mar, idiota, el mar!”. Pues eso, la política, idiota, la política.
* José MORENO GARCÍA
Periodista.
Analista de la actualidad.
Islas Canarias, 24 de junio de 2023
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