EL MONÓLOGO / 171
Aventuras bajo el sol veraniego

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Por Pepe Moreno *

 

 

Dentro de siete días estaremos, de nuevo, en la jornada de reflexión para elegir a los diputados y senadores que conformarán la próxima Legislatura en las Cortes españoles de la que saldrá el próximo presidente, o presidenta, del Gobierno del Estado de España. En poco menos de dos meses hemos pasado por las urnas para votar a nuestros alcaldes, presidentes de Cabildos y la formación del Parlamento de Canarias, de donde ha resurgido Fernando Clavijo como el máximo mandatario de estas islas.

 

Hemos vivido una semana que ha estado marcada por el cara a cara de Pedro Sánchez, actual presidente y secretario general del PSOE, frente a Alberto Núñez Feijóo, candidato a la Presidencia del Gobierno y presidente del Partido Popular. El debate entre ambos fue bronco, lleno de interrupciones, del que esperábamos más y que solo sirvió para que entendiéramos que lo de la educación es un concepto viejo y que nadie, ni siquiera nuestros dirigentes políticos, manejan.

 

El cara a cara parece que lo ganó Núñez Feijóo, pero que no logró arrastrar a los indecisos que en estos momentos llegan a suponer el 31 % del censo electoral de este país. No convencieron a los que aún no han decidido su voto. Estas elecciones se llevan a cabo en un tiempo inédito, en pleno verano, con miles de compatriotas fuera de sus casas, con mucha gente en sus pueblos y con una incertidumbre económica, volando por las cabezas de todos, sin saber cómo nos afectará y sin conocer cómo se aplicará. Porque dicen que la Unión Europea volverá a tomar el mando de las cuentas presupuestarias y que no habrá tanto dinero en las instituciones públicas para repartir entre los organismos que hasta ahora han visto cómo les ingresaban desde el erario unas cantidades que les han servido para enjuagar sus cuentas.

 

Lo que vimos el pasado lunes fue un debate trascendente por lo que los candidatos no nos dijeron, se lo quedaron para sí, incluso no se han atrevido a decirnos lo que no son. Ni vimos un proyecto de país, ni nos dijeron cómo iban a aplicar las políticas económicas, ni dejaron traslucir hasta dónde llega la soberanía nacional. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intentó combatir la resignación del electorado progresista y así, si lo quieren en la Moncloa deberán acudir a votar, si no lo hacen, lo será su rival y dijo varias veces eso de si quieren acabar con el Gobierno de izquierdas deben concentrar su voto en el PP.

 

También sabemos lo que no cambiará este tipo de enfrentamientos mediáticos y que se podría resumir en que ni aumentará el flujo de votantes entre izquierda y derecha, ni desmovilizará votantes a un lado y a otro. En ese sentido, estos debates son más significativos por las dinámicas de fondo que reflejan que por las consecuencias que difícilmente producen.

 

El debate del lunes fue desigual porque estaba un proyecto frente a una expectativa. Sánchez fue más rotundo en la defensa de su proyecto y aceptó abiertamente que, en el nuevo contexto, la mayoría electoral podría alcanzarla en forma de coalición entre izquierdas y periferias, aunque no todos dentro del Ejecutivo.

 

Y enfrente tenía a Feijóo, quién ha insistido en la indefinición de una expectativa de minoría o de Ejecutivo en solitario, una idea que para ese partido político es tan deseable como poco verosímil para todos los demás. Sin embargo, el electorado ya da por descontado que no dudará en cerrar un pacto con Vox si ambos suman mayoría. En ese sentido, sabemos qué le está ofreciendo Sánchez a España, porque lo hace ahora mismo, pero no tanto qué nos traerá Feijóo y sus acuerdos con los de extrema derecha, cuyo acuerdo es inédito en la Historia del España.

 

Pero fue también una discusión muy desajustada, porque el tiempo que emplearon en discutir sobre la economía, el tema laboral o materia internacional tienen poco que ver, en realidad, con los datos de las encuestas nos están sugiriendo. Insisto en que aún queda mucha tela que cortar y veremos cosas que nunca imaginamos. ¿Se acuerdan cómo en la época de Rajoy teníamos que estar pendientes de cada reunión del Consejo de Ministros para ver por dónde nos venían los siguientes recortes? Pues es conveniente no perder de vista ese tiempo.

 

En definitiva, que del cara a cara del lunes no me gustó ni el papel de los moderadores, Vicente Vallés y Ana Pastor, que no supieron ni cortar lo que se convirtió en un galimatías. Los dos contendientes pugnaban por rebatir afirmaciones y no me sirvió para despejar las incógnitas que aún tengo marcadas de unos programas electorales que parecen hechos para no cumplirlos siquiera.

 

Y me quedaba el martes y el miércoles con el de investidura que resucitaba, como bien decía mi compañero y amigo, Jaime Pérez-Llombet, a Fernando Clavijo, de CC. Esta vez se junta al Partido Popular de Manuel Domínguez en las islas, a la sempiterna Agrupación Socialista Gomera (ASG) de siempre presente Casimiro Curbelo y a los de la Agrupación Herreña Independiente, que es como la pata herreña de CC, pero que esta vez iban por su cuenta en las elecciones del pasado 28 de mayo. Cuatro fuerzas que suman 38 votos y que conforman una mayoría nueva y diferente para gobernar en las islas. Clavijo juró ayer, hoy lo harán los miembros de su Ejecutivo y el lunes se reunirán por primera vez en un Consejo que traerá los primeros ceses y nombramientos.

 

Fernando Clavijo tiene un buen puñado de tareas, entre las que figuran darle la vuelta a algunos servicios públicos que, como en Sanidad, no han salido del atasco a pesar de los incrementos presupuestarios. Por ejemplo, las listas de espera en la sanidad canaria representan uno de los principales desafíos a los que se enfrenta el sistema de salud de la región. Los problemas relacionados con la infraestructura limitada, el aumento de la demanda, la complejidad burocrática y las consecuencias negativas para los pacientes requieren una atención urgente.

 

Es fundamental que los nuevos responsables sanitarios tomen medidas para mejorar la capacidad de atención, aumentar los recursos y agilizar los procesos administrativos. Además, es importante promover una gestión eficiente y trasparente del sistema, así como buscar soluciones innovadoras que permitan reducir las listas de espera y garantizar una atención médica oportuna y de calidad para todos los ciudadanos de Canarias.

 

La razón es que este asunto, el del atendimiento sanitario, va íntimamente ligado al crecimiento de la población y al envejecimiento que tenemos en nuestra sociedad, que han generado un aumento en la demanda de servicios. Esta mayor demanda de atención médica sobrepasa la capacidad de nuestro sistema, lo que se traduce en demoras significativas en la atención a los pacientes.

 

Pero también hay que tener en cuenta la burocracia y los procesos administrativos complejos, que también contribuyen a que esas listas aumenten porque la necesidad de autorizaciones previas ralentiza todo el proceso de atención a los pacientes.

 

Porque parece que hasta ahora nadie habla de las consecuencias negativas que todo esto tiene para los pacientes en términos de salud y calidad de vida. Los retrasos en la atención médica pueden agravar los problemas de salud, generar angustia y disminuir la efectividad de los tratamientos. Además, prolongar los tiempos de espera puede llevar a una mayor medicalización y gastos asociados.

 

Tiene otras faenas como la Dependencia, la vivienda social y la privada, la formación profesional o el impulso a obras públicas pendientes. Luego están las otras asignaturas pendientes cómo la reforma de la Administración o mejorar la atención al ciudadano, un asunto que ha empeorado tras la pandemia, entre otras causas por el abuso del teletrabajo en las distintas administraciones y a la que nadie pone remedio por el temor que tienen a los funcionarios. Ni se controla el horario ni las tareas que hacen los que ocupan sus lugares.

 

El nuevo/conocido presidente conoce la casa, sus potencialidades y sus miserias, fortalezas, vicios y malas inercias, por tanto, se espera de él que sepa a lo que se va a enfrentar en este mandato y que haya aprendido de lo que pasó entre 2015 y 2019, que fue cuando presidió el anterior Ejecutivo.

 

En el horizonte hay una bajada de impuestos. No servirá para nada que ahora nos diga la UE que hay que ver cómo se llevan a cabo. La rebaja fiscal ha sido un banderín de enganche que compartieron CC y PP antes de ponerse de acuerdo para gobernar. Los incrédulos estaban esperando esta medida para ver si una cosa es predicar y otra dar trigo, pero parece que, aunque tiene matices temporales y que han diseñado tramos, productos o apellidos, a la rebaja del IGIC del 7 % al 5 %. Dicen los agoreros que una medida así puede traducirse en una pérdida de ingresos de entre 400 y 500 millones de euros, un paso del que no quieren saber nada cabildos ni ayuntamientos, no están dispuestos a perder cantidades que les corresponden porque en el Gobierno hagan promesas con pólvora ajena.

 

Como ven hay mucha tarea pendiente para los que llegan. Es importante que la ciudadanía se mantenga atenta y participe activamente en el proceso político, exigiendo trasparencia y responsabilidad por parte de los líderes. Asimismo, es fundamental promover una mayor diversidad y renovación en el panorama político canario, para fortalecer la democracia y garantizar un gobierno comprometido con el bienestar de la ciudadanía y la solución de los problemas que les afectan.

 

Dijo Fernando Clavijo estos días que hay que dar unas cifras de desempleo que sean creíbles y que, si bien el sector turístico es una fuente importante de trabajo, las islas han experimentado tasas relativamente altas en comparación con otras regiones de España. La dependencia del turismo puede generar estacionalidad en el empleo y dificultar la estabilidad laboral para algunos residentes.

 

Y esto se debe, fundamentalmente, a factores como la vivienda. El crecimiento del turismo ha influido en el aumento de los precios de la vivienda en algunas zonas turísticas, lo que puede dificultar el acceso para los residentes locales. Esto puede generar problemas de gentrificación y desplazamiento de la población local en áreas turísticas.

 

También nos ha llevado a que ese crecimiento del turismo y la urbanización de algunas zonas generen un impacto negativo en el medioambiente y la proliferación de grupos ecologistas que en estos momentos incluso cuestionan que vengan visitantes. En nada ayudan algunas construcciones turísticas, el aumento de la demanda de agua y energía, así como la generación de residuos, porque todo esto ejerce presión sobre los recursos naturales y los ecosistemas frágiles de las islas.

 

Se nos avecina un tiempo apasionante y sobre todo inédito en el que todo puede cambiar dependiendo quien es el inquilino de La Moncloa. Tenemos a un gobierno canario nuevo, aunque algunos de sus componentes ya los conozcamos de antes, pero no por ello menos atractivo, para ver si han aprendido en este periodo que han estado fuera. Vamos, que no nos aburriremos, ¿no?

 

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

Islas Canarias, 15 de julio de 2023

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