EL MONÓLOGO / 219
Disfruten de lo votado

AL FINAL DE ESTE ARTÍCULO, TRAS LA FIRMA, PUEDES DEJAR TU OPINIÓN Y RESPUESTA…

Por Pepe Moreno *

 

 

Esta semana, a falta de otros argumentos, que podría tratarlos, voy a analizar algunos aspectos de las pasadas elecciones europeas, celebradas el pasado domingo y que nos han dejado algunas reflexiones. No quise ahondar en ellas para que no me dijesen que estaba interfiriendo en el resultado final. Podría haber hablado de ello en el artículo del pasado domingo, pero insisto en que la influencia podría verse de otro modo.

 

Esas elecciones ya han traído varios mensajes a lo largo de esta semana. De entrada, el mismo lunes, vimos cómo Yolanda Díaz, que a esta hora sigue siendo vicepresidenta tercera del Gobierno socialista de Pedro Sánchez, dimitió como coordinadora de Sumar, la formación que lideraba y que se dio un batacazo en las europeas con 3 eurodiputados, uno más que Podemos, que era su bestia demoníaca.

 

Luego, en las horas posteriores, matizó sus propias palabras y dijo eso de “sí, pero no”. Que se iba, pero que no lo hacía y que quizá se presentaba para tener el beneplácito de la militancia y que no le iba a dejar el cargo en manos de la primera persona que se presentara para ello.

 

Lo cierto es que se quedaba en el puesto que le reporta un sueldo, que lleva incluido las prebendas de ser ministra, de ser vicepresidenta del Gobierno y todo lo que conlleva sentarse en una mesa del Consejo de ministros y ministras del Reino de España. Es una solución que algunos han visto como pecuniaria y otros como la única que podía realizar, porque no da para más.

 

Una formación política, SUMAR, que en Canarias iba de la mano con Nueva Canarias, con quien tiene tantas cuitas en contra como que son los que se oponen a la presa de Chira, proyecto en el que ese partido que lidera Román Rodríguez ha puesto todas sus fuerzas. Con el Cabildo de Gran Canaria, que, presidido por Antonio Morales, aboga por el embalse como una pieza fundamental en las energías renovables de esa isla.

 

Nueva Canarias y Sumar fueron de la mano en estas elecciones, y qué cosas hemos visto. Como que la candidata número uno vino con Yolanda Díaz en plena campaña y habló de sueldos para denunciar que aquí tenemos la segunda tasa de paro más alta de España, que además es estructural, y los segundos salarios más bajos. Dijo en su mitin que mientras la media salarial española es de 1.545 euros al mes, la canaria es de 1.299 euros. Contento estaba Antonio Morales, dicen.

 

Incluso, en el pasado vimos a gentes que iban con el partido de Yolanda Díaz, como fue el caso, hace un año, con Alberto Rodríguez, hoy concejal en La Laguna, difundir mensajes en contra de esa presa, de destrucción de flora, fauna y paisaje en beneficio de un proyecto contra el que se han manifestado los ecologistas en el pasado. Y fueron de la mano en la última convocatoria electoral. ¿Qué dirá de esto el presidente del Cabildo de Gran Canaria?

 

Lo que pasa es que lo que ha hecho la lideresa de SUMAR les ha servido a algunos, como al vicepresidente de esa institución, Teodoro Sosa, para tirar la piedra y esconder la mano diciendo aquello de «me acabo de enterar de la dimisión de Yolanda Díaz por los malos resultados electorales de Sumar. Ojalá en todas las organizaciones cundiera el mismo ejemplo», desafiando así a la dirección de Nueva Canarias e invitando a la renovación de los órganos.

 

Esta reforma, dicen algunos, es un clamor de gran parte de sus bases, que consideran la estrategia seguida por Román Rodríguez como una concatenación de fracasos que han debilitado al nacionalismo grancanario. No dicen que se quedan en una sola isla, haciendo la campaña, o que han elegido a ese socio porque no han encontrado otro, ya que no traga -el señor Rodríguez- a la Coalición Canaria de Fernando Clavijo, a la que considera que se ha derechizado.

 

Por si estas razones fueran pocas, Sumar obtuvo 13.336 votos, casi 2.500 votos menos que Coalición Canaria en Gran Canaria, el gran feudo del partido de Román Rodríguez. Pese a lo escrito, SUMAR y NC fueron juntas a la cita electoral.

 

Lo cierto, es que, si somos rigurosos, el PP se ha tragado el voto de Ciudadanos, que ha desaparecido, que VOX ha subido hasta las seis actas, y que, si hubieran ido juntos, SUMAR y Podemos casi habrían logrado el mismo número de representantes que tenían antes del cisma. Sin embargo, son tres para los primeros y dos para los morados.

 

Sigamos con las contradicciones de estas elecciones. Hay cosas que no me han gustado a lo largo de estos días. Ya he nombrado a SUMAR con NC, pero tampoco me gustó que la candidata del Partido Popular, Dolors Montserrat, no viniera por las islas en ningún momento y que tuviéramos que verla en las banderolas que contrató su partido o en los debates de las televisiones. Lo dejó todo en manos de un Gabriel Matos que se recorrió el archipiélago, de punta a punta, hablando de lo que cada uno quería oír.

 

Es decir, si se reunía con los pescadores en La Restinga de El Hierro les hablaba de las subvenciones a ese sector, si congregaba a los plataneros en La Palma o en Gran Canaria les hablaba del POSEI… y así con todo y todos. Se lo tuvo que trabajar a pulso el árbitro del tenis para suplir la ausencia de su “jefa”, algo que ha servido al propio Manuel Domínguez para expresarlo en donde ha tocado.

 

No me han gustado algunos mensajes que han lanzado los del PP antes, durante y después de la jornada electoral. Tampoco ha sido para tanto el resultado logrado. Ni pueden hablar en términos de plebiscito, porque no lo fue, ni que dimita, porque los diputados de diferencia que son cuatro, lo mismo que los puntos. El socialismo, a pesar de estar de capa caída, ahora sí que ha hablado de la amnistía, de cómo favorecer a Puigdemont y todo lo demás. Han levantado el número de sufragios e incluso en algunas zonas tan alejadas de la metrópoli como Canarias han ganado.

 

Dolors Montserrat llegó a decir en plena campaña electoral que los nacionalismos y los populismos que “pretenden truncar y poner barreras a los proyectos vitales” son “el veneno de Europa”. Toma ya, y aquí cogobiernan con un partido nacionalista, CC.

 

Por tanto, menos lobos al PP y digamos que aquí el PSOE se impuso. Unos socialistas que sí que hicieron campaña en las islas, que vino Teresa Rivero, que habló con mucha gente, y con un Juan Fernando López Aguilar, que habló de ayudas y subvenciones como nunca. Una persona que en el pasado le daba grima hablar de estas cosas y que ahora domina el asunto. Que no tiene ningún reparo en repartir rosas rojas y de pararse para hablar con los viandantes y que además están encantados de que lo haga porque hasta ahora nos parecía lejana a la ciudadanía.

 

Un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se ha mojado en estos comicios y ha ido a los mítines acompañado de su mujer, Begoña Gómez, que está siendo investigada por los jueces, ya sea en España o en la UE. Ninguno de los dos ha respondido a las preguntas que se le han hecho, sobre los negocios de su esposa. Lo que ha hecho es hablar del fango y de las campañas de bulos que se han desatado contra la forma que tienen de hacer las cosas.

 

Es como si quisiera que borraran los delitos por las elecciones, por la fuerza de los votos. La afirmación de que todo se suprima el día por la fuerza de los votos, que electoralmente es una perversión y un desafío a la democracia, al Estado de derecho, a la separación de poderes y al principio de que todos somos iguales ante la ley. Fíjense que el Consejo General del Poder Judicial ha convocado una reunión a cuenta de los ataques que ha recibido el juez que entiende de esta causa.

 

A esa persona con toga, le han acusado de todo, desde no atender la tregua por las elecciones hasta que hace eso que se llama lawfare, (o guerra jurídica en español) que no es otra cosa que cuando un actor político poderoso instrumentaliza el sistema de justicia para así perseguir, neutralizar y hasta destruir a sus competidores o adversarios políticos​.

 

No obstante, también digo que perder un solo eurodiputado en las filas del socialismo, aunque esta vez elijamos 61 en vez de 59, es una buena tarea hecha por Borrell y compañía, que ha estado en la diplomacia y activo. Ha sido una campaña en la que han sido capaces de hablar de otras cosas y poco de la amnistía, del trato a Catalunya en las cuentas y los euros, en el cambio del delito de sedición y así podríamos seguir. A Pedro Sánchez le han perdonado todo y por eso ha salido casi indemne de estas elecciones.

 

Lo último que hemos sabido es que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha instado a los fiscales del procés a que se pronuncien a favor de aplicar la ley de amnistía para todos los delitos, incluida la malversación que afecta a Carles Puigdemont u Oriol Junqueras; así como de levantar la orden de detención contra el expresident, Carles Puigdemont. Esto es nuevo, de ayer mismo, y lo que se pretende es asegurar los siete votos de Junts en la gobernabilidad de España, seguir dejando que Pedro Sánchez sea presidente del país. Y la verdad es que eso no estaba en los escritos antes del pasado día 9 de junio.

 

Habrá que ver el recorrido que tiene todo esto, si sacrifica al líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, en beneficio de los independentistas, que no ganaron las elecciones catalanas. Veremos cómo acaba este sainete que sigue manteniendo la atención de todos porque estamos descubriendo cosas que hasta ahora nos estaban vedadas. Hay mucha gente que tragó con los de la amnistía porque era una forma, nos decían, de apaciguar una comunidad autónoma que estaba dispuesta a irse, pero de ahí a que ahora se plantee un olvido a todo lo que se vivió en el pasado, va un abismo.

 

También quiero referirme a la Coalición Canaria, que fue con el PNV, el partido que votó a favor de la ley de amnistía y con la que comparten espacio y alianzas. Dicen que nuestra CC es muy seguidora de algunas de las políticas que hacen los vascos del partido nacionalista. Por el contrario, eso no se vio en unas papeletas en las que desapareció la número uno, Oihane Agirrogotia, que vaya nombre para ir encabezando la lista y para que la nombremos en estas islas, y en las que aparece el nombre de los candidatos canarios, como si fueron los únicos que conforman la candidatura.

 

Es curioso, si miramos las cifras con detenimiento, que el escaño se ha mantenido gracias a que 68.152 votantes que apoyaron en el archipiélago a Coalición Canaria, que pasó del 20,78 % al 10,08 %, como cuarta fuerza. Sin embargo, esas decenas de miles de votos no han servido para un escaño que represente a los canarios, y que, por lo tanto, tengamos ese acento nuestro en la Cámara Europea, sino que han ido a salvar al escaño de ya tenían los vascos.

 

La coalición en la que estaba empotrado Carlos Alonso estaba compuesta por, además, del PNV y CC, por otras formaciones pequeñas como Compromiso por Galicia (CxG), Proposta per les Illes (El Pi), Demòcrates Valencians (DV) y otra entidad aún menor (ATALADEA). A última hora, se sumaron los demócratas catalanes de «Treballem per Catalunya», de Marta Pascal y David Bonheví y Santi Vila. No vimos a ninguna de estas formaciones en la papeleta con la que se votó porque solo figuraban los nombres de las personas canarias que iban en esa lista, aunque ocuparan puestos que nunca iban a salir.

 

El candidato de CC, Carlos Alonso, ha hablado durante sus mítines de limitar el aumento descontrolado de la población, ya sea europea, de la UE, o de fuera de ella. Lo que no impide, según les he preguntado, poner las manos para recibir las ayudas y subvenciones, sobre todo “porque son dos cuestiones diferentes” me ha llegado a contestar el expresidente del Cabildo.

 

Como se ha visto, la abstención ha sido la ganadora de estos comicios, ¿por el desinterés de la población? ¿Por qué les interesaba a algunos que no hubiera esa participación? ¿Por qué la ciudadanía está harta de tantos comicios? ¿Por qué los políticos no conectan con lo que demandan la ciudadanía? Son preguntas que hoy voy a dejar en el aire y que quiero que mis lectores mediten.

 

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

 

Islas Canarias, 15 de junio de 2024

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *