EL MONÓLOGO / 241
En Santander, cumbre sin resultados

Por Pepe Moreno *

 

 

He estado esperando cómo terminaba la Conferencia de presidentes Autonómicos con el del Estado, Pedro Sánchez, y algunos de sus ministros, en Santander, para ver de lo que escribir este sábado. No tenía mucha confianza en los resultados, pero esperé. Puede darme cuenta de que después del desayuno con el Rey no había nada más. Un posado para una foto y que poco caso nos hacían, a Canarias, con el asunto del traslado y reparto de menores no acompañados que llegan todos los días a las costas canarias y que ya suman casi seis mil.

 

Ni tenemos recursos para atenderlos, no ha llegado un euro a pesar de las promesas. La reunión entre Clavijo y Sánchez acabó con la promesa de 50 millones de euros para el asunto de los menores. Nunca han llegado. Luego fueron a ver a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y esta le dijo que a los 50 de Sánchez le sumaban otros 50 que les debían: en total 100 millones. Y no han llegado ni los primeros ni los segundos, pero seguimos atendiendo a los menores no acompañados.

 

No hubo ningún acuerdo. Fernando Clavijo se había aliado con el presidente de Euskadi, pero nada más. Una oportunidad perdida, título de Clavijo. Decía el presidente vasco, Imanol Pradales, refiriéndose al nuevo modelo de distribución de menores que han generado expectación y que fue bien acogido por los presidentes. Dijo, textualmente, que “esto abre un hilo de esperanza. No hemos llegado a más, pero no ha habido un rechazo frontal ni ha habido un enfrentamiento en relación con la propuesta, como ha ocurrido con otro tipo de cuestiones respecto a la condonación de la deuda por parte del Estado en las autonomías de régimen común”.

 

Por tanto, podríamos decir que ha sido una sucesión de monólogos de cada uno de los presidentes sin respuesta del Estado. Un fracaso, como decía antes. En la conferencia tenía cada uno un máximo de diez minutos para hablar de lo suyo y claro, ahí no había nada de los menores. Que si uno iba a hablar del saldo negativo que tiene su comunidad, que si otra exponía que lo de la quita de la deuda que se quiere hacer con Cataluña nos va a afectar a todos.

 

Otro hablaba del gran problema que tiene su comunidad con la vivienda porque, aunque la materia está transferida, no tiene suficientes recursos para hacer lo que le piden sus ciudadanos. Otro presidente lo hacía en su turno de la financiación y que ese era uno de los problemas que tenía a la hora de hacer sus cuentas… en fin, para no cansarles, unos por otros y nadie se enfocaban en un solo tema. No digo que el resto de los puntos sean secundarios, que podría catalogarlos de muy necesarios su debate, pero de la inmigración y de menores solo hablaba Fernando Clavijo.

 

He consultado los principales medios de comunicación y casi todos me confirman que lo fundamental fue la oferta de Pedro Sánchez de lo de la quita y la vivienda, el resto quedó en un segundo plano. Es más, ya los presidentes de Comunidades Autónomas que son del PP advirtieron de una posible “enmienda a la totalidad” por el asunto de las viviendas y por el sistema de la financiación. ¿Llegaremos a algún punto de entendimiento con estos mimbres previos? Me da que no va a ser así.

 

La política está tan viciada que no hay manera de que se pongan de acuerdo los grandes partidos políticos. Ayer pude oír que el proceso político sigue con malestar por el pacto con Ezquerra Republicana sobre la financiación singular y la condonación de 15.000 millones de euros de deuda a Cataluña. Un dinero que, según todos los consultados, pone en peligro hasta el PIB de nuestro país.

 

En la reunión de ayer se acordó la necesidad de un nuevo modelo de financiación autonómica que incluya que concilie la multilateralidad y la bilateralidad, dos conceptos que no caben en la misma frase.  Este punto, que no estaba en el orden del día inicial y que la Moncloa lo añadió ante las presiones de las comunidades gobernadas por el Partido Popular. Todos hablando de dinero, de financiación y nada de la inmigración o del reparto de menores.

 

Lo cierto es que con la quita de la deuda lo que van buscando es que no haya privilegios o que se rompa la igualdad y la solidaridad de unos por otros. Porque lo que todos tenemos presente es que Cataluña han sido unos manirrotos a la hora de hacer y gastar sus dineros, y ahora nos la quieren hacer pagar a todos.

 

Si no había dinero para las embajadas que montaron los catalanes, tampoco lo había para que su idioma se impusiera en algunas instituciones ni para que se regaran sus medios de comunicación. Claro, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, decía en esa reunión, que no va a permitir que aquellos que practican la insolidaridad fiscal le den lecciones en clara alusión a los gobiernos del Partido Popular. No hubo consenso en materia de inmigración, a pesar de que el gobierno canario y vasco llevaban una propuesta conjunta para el reparto de menores. No les importó nada. Ellos estaban a lo que estaban.

 

A lo que iba. Tanto el País Vasco como Canarias presentaron una propuesta conjunta, basada en cinco indicadores que van desde la población total; acogida (media de menores amparados por cien mil habitantes los últimos seis meses); PIB per cápita; desempleo y solidaridad (menores atendidos los últimos cinco años). Según estos datos, a Canarias le tocaría acoger al 4,37 % del total de los menores migrantes llegados a España en el año.

 

El ofrecimiento de Canarias y Euskadi se deja claro que esta medida extraordinaria, “se aplicará con la figura jurídica oportuna en un plazo no superior a tres meses”, y que un decreto ley, que debe ser convalidado por el Congreso por la mayoría de las fuerzas políticas y para lo que Clavijo ya negocia con Junts, con lo que tendría una mayoría garantizada para que saliera adelante.

 

Euskadi, después de que Francia cerrara la frontera para los inmigrantes, se considera Frontera Norte del Estado y, por eso, espera una mayor dotación económica para atender con dignidad a las personas en tránsito.

 

Sin embargo, ni por esas hubo un acuerdo. La reunión de presidentes se prolongó varias horas y discutieron mucho. Tanto es así que parece incluso que había un cronómetro en la sala y que algunos han sido interrumpidos, como el gallego, Alfonso Rueda, el melillense, Miguel Mallín, que es vicepresidente y se lo recordaron, o al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, al que se le dijo eso de “para que acabase cuanto antes, porque se había pasado algo de los 10 minutos”. A lo que el aludido contestó, de forma socarrona, que “ya lo sé, presidente. Pero si prorrateo los temas por los tres años que lleva esta Conferencia sin convocarse…», lo que provocó “risas generalizadas” entre el resto de los presidentes autonómicos, la mayoría del PP.

 

Ninguno ha cumplido. Media docena de comunidades no han acogido ninguno de los miles de menores no acompañados procedentes del archipiélago que debían asumir, según los repartos pactados con el Gobierno central desde 2022. Y el color político de sus gobiernos no es un factor determinante.

 

De los 884 menores que debían haberse derivado a la Península desde 2022, solo han llegado 291. Un 33 %. Casi 600 niños y jóvenes siguen hacinados, pendientes del traslado comprometido por otros gobiernos. Se trata, además, de una parte, mínima del gigantesco peso asistencial que soporta Canarias, donde hay casi 6.000 menores sin acompañar con una sobresaturación que supera el 300 %. El Gobierno sigue siendo incapaz de ofrecer una radiografía clara de la situación en el conjunto del país, lo que complica una respuesta eficaz al problema.

 

La lista de las comunidades más solidarias la encabeza Andalucía, con 104 menores recogidos, en su caso desde Ceuta, pese a que su red asistencial se encuentra saturada por ser “frontera sur” y recibir migrantes por vía marítima y terrestre. La situación de Castilla y León es más holgada y también cumple con el 100 % de los traslados comprometidos (72). Galicia (46) puede igualmente presumir de expediente, ya que solo tiene un menor pendiente.

 

Las más incumplidoras son Cantabria, La Rioja, Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia y Euskadi, aunque la realidad de cada una de ellas es bien distinta. El País Vasco es una de las que más presión acumula, con cerca de 800 menores frente a los 9 que, por ejemplo, asisten en la vecina La Rioja. Desde esta última comunidad alegan que van a recibir en los siguientes días a dos menores de las islas. De risa, esta clasificación

 

Están de acuerdo, según sus palabras, en “como nos dotamos de un mecanismo estable y automático que permita distribuir a esos menores por el territorio nacional. Y por eso la propuesta de la modificación del artículo 35 de la ley de extranjería”.

 

Si no fuera porque Román Luis de Borges, el periodista de Onda Tenerife, que está en todas partes, ni siquiera hubieran preguntado el resto de los medios por este asunto. A todos les interesaba más el de la financiación, o las viviendas, o la sanidad, en los que hubo anuncios, pero ningún acuerdo. También acordaron volver a reunirse en Barcelona. Lo que tiene uno que preguntarse es para qué.

 

Sí que se pusieron de acuerdo en que el Estado transferirá a las comunidades 223 millones de euros extraordinarios a principios de 2025 para Sanidad. Fondos que irán destinados a financiar la adopción y desarrollo de nuevas soluciones sanitarias basadas en inteligencia artificial, o en mejorar la atención a los pacientes y aprovechar mejor el tiempo de los sanitarios.

 

En definitiva, que no hubo nada. Dice el ministro Torres que no ha sido un fracaso por el hecho de que no se hayan alcanzado acuerdos, sino que, al contrario, ha incluido algunos “grandes éxitos”. En la rueda de prensa, después de la reunión, el ministro ha señalado que la Conferencia no es un Congreso de los Diputados, ni un Senado, ni un parlamento autonómico, ni un pleno municipal, sino un órgano de cogobernanza que incluye la “posibilidad” de alcanzar acuerdos o recomendaciones.

 

Entonces, ¿para qué el desplazamiento de tanta gente? ¿Para oírlos? Ya lo sabíamos porque en La Palma, hace tres años, tampoco alcanzaron ningún arreglo a los temas que allí se plantearon. Vinieron a ver un volcán, a ser agasajados y no protestaron porque no quisieron quedar mal con nadie en medio de una erupción volcánica.

 

Han comido muy frugal, porque el menú se contrató el pasado martes y, según parece, ha consistido en un matrimonio pasiego (anchoa), ensaladilla de langostinos, albóndigas de centollo y secreto asado con puré de manzana. Todo sin cuchillo. De postre se ha servido una tarta de queso al horno, producto estrella que la mayoría ha degustado. La idea era un servicio “sencillo” que pudiera comerse con un solo tenedor, sin usar cuchillos. Sin comentarios.

 

Aquel viejo dicho de “para este viaje no hacía falta alforjas” parece que ha tenido más sentido que nunca.

 

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

 

Islas Canarias, 15 de diciembre de 2024