EL MONÓLOGO / 256
Un carnaval con luces y sombras

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Por Pepe Moreno *

 

 

Han pasado muchas cosas en esta semana que, además, tenía dos días de fiesta, como el lunes y el martes de Carnaval, y que hace que la vida se detenga. Pero solo aquí, porque en el resto del mundo siguen pasando cosas. Cómo que una persona llamada Jessica Rodríguez, amiga carnal, y que lo lean ustedes como quieran, diga ante un tribunal que le pagaban sin ir a trabajar, tiene su aquello. Dijo además ante el juez que estuvo trabajando durante seis meses en una empresa pública y que, antes, había trabajado dos años en Ineco, empresa dependiente del ministerio de Transportes, en donde tampoco acudió nunca a su puesto de trabajo. O que no sabía quién se hacía cargo del alquiler de donde vivía. Un despendole del que me hará eco en escritos posteriores, porque que un ministro te pueda facilitar un trabajo y que esta pueda estar dos años y medio cobrando el salario sin hacer nada no es algo para sentirse muy satisfecho.

 

La amiga carnal del exministro Ábalos también dijo que lo acompañó en numerosos viajes a Moscú, Abu Dabi, Londres o Sevilla. Todo esto es un escándalo, por eso voy a escribir de ello. Pero estoy convencido de que el aquelarre que pasa en la administración debería tener su apartado. ¿Cuántas Jessicas o David puede haber con nómina del erario y nunca ir a trabajar? Esa es la pregunta que me hago. Pero bueno…

 

El presidente Sánchez incluso ha reorganizado la estructura del Centro de Investigaciones Sociológicas para ascender a su presidente, José Félix Tezanos, que pasará a un rango equivalente al de subsecretario de Estado y que tendrá un sueldo que supera los 120.000 euros anuales, equiparándose a la de otros altos cargos de la Administración. Hasta ahora, su sueldo era de aproximadamente 97.764 euros anuales, una cifra superior a la de un subsecretario estándar, que percibe alrededor de 85.415 euros al año.

 

También ha habido noticias del Carnaval. Sobre todo, por una pelea que ocasionó una muerte por traumatismo severo tras una reyerta en la que ya hay varios detenidos. Se suspendió todo por la muerte de ese joven, Isaac Trujillo, al que otro le propinó un puñetazo y cayó, golpeándose con el bordillo de la avenida Anaga y provocándole ese episodio craneoencefálico del que nunca se recuperó.

 

Es la primera que tenemos, aunque peleas hay muchas y todos los años. El martes se suspendió todo, incluido el coso, por este asunto y por la meteorología que hacía prever que iba a llover más de lo previsto. El comunicado del propio Ayuntamiento no lo dejaba claro, si la suspensión era en señal de luto o lo era por el tema meteorológico. Si es por el asunto de lamentar una muerte como esa, les alabo la iniciativa, pero desapruebo, totalmente, el comunicado en el que parecía que la muerte del joven había sido casi casual.

 

Pero fue un día que olvidaremos fácilmente, no solo por la muerte de Isaac, que fue lo principal, sino porque ese día cayó mucha agua y había muchos puntos en los que ese líquido elemento provocó incidentes graves. Un ejemplo de lo que sucedió es Telde, donde las riadas se llevaron varios coches y las comunicaciones aéreas se vieron afectadas por el estado de algunas pistas. Decían que lo peor estaba por venir.

 

La fuerte lluvia que caía provocaba el desbordamiento de varios barrancos y el arrastre de mobiliario urbano e incluso de algunos coches. En Telde, el barranco de Las Bachilleras, el Barranquillo y el conocido como el Canal, que atraviesa por debajo la autovía GC-1, iba aumentando su caudal y complicaba la situación en los barrios de Ojos de Garza y El Caracol.

 

Fueron muchos los que trabajaron en limpiezas de zonas, y se vivieron escenas de pavor en algunos puntos críticos, siendo la de Ojos de Garza, la peor, según su Ayuntamiento, porque está situada en la desembocadura de dos barrancos. Lo mismo sucedía con el conocido como el Canal. Se cortó el acceso a la GC-1 a la altura del antiguo Ikea, y también el que conduce al Caserío de Gando.

 

Por eso, y por la muerte, se suspendió todo lo relacionado con el martes de Carnaval. En el comunicado municipal mezclaron la muerte violenta con la climatología para justificar la suspensión. Cosas veredes.

 

Pero había más cosas de esos días. Lo que algunos han calificado como transferencia, otros como delegación y los más como entrega de las transferencias a la Generalitat del control integral sobre la inmigración en Cataluña. Nos enteramos ese mismo martes de que existía un pacto entre el PSOE y Junts, cuyas delegaciones aparecían en una rueda de prensa conjunta. Un movimiento que, según líderes socialistas y del partido de Puigdemont, supone un paso clave en la consolidación de la “nación catalana”, dotándola de herramientas para preservar su identidad, su lengua y su modelo de integración.

 

Me reafirmo en que Pedro Sánchez, el actual presidente de la nación, está tirando por la borda, con tal de seguir siendo el número uno, todo lo que se había conseguido hasta ahora en esa región todavía española. Ni le importa Salvador Illa ni lo que hasta ahora se ha conseguido en Catalunya, a él solo le importa seguir siendo el que viaja en el Falcon, el que firma los decretos leyes y el asistente a las cumbres europeas o mundiales.

 

Sánchez le dio una quita en la deuda a los de ERC y ahora las competencias en inmigración a Junts, lo que ha llevado a Carles Puigdemont a decir eso de: “cuando entre en vigor la ley, nuestro sistema político e institucional gestionará competencias que normalmente ejercen los estados. Al final estaremos mucho más preparados para el futuro como nación”. Esos son los propósitos y lo van consiguiendo por la debilidad numérica de los socialistas. ¿Lo quieren más claro?

 

Han sido muchas las voces que has rechazado este acuerdo. Desde Podemos, que ya han dicho que no se hará con sus votos. O al presidente del Gobierno Canario, Fernando Clavijo, que a través de su secretario de organización David Toledo, ha llegado a decir que el Gobierno central ha demostrado ser muy diligente con transferencias de dudosa legalidad y pasivo en la solución de un drama humanitario que está atentando contra los derechos de los niños y niñas.

 

También ha salido a la palestra el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, que expresaba su rechazo frontal a ese acuerdo. El barón socialista, que ya nos tiene acostumbrados a salirse del guión socialista, luego sus 21 diputados en la Carrera de San Jerónimo votan lo que dice la mayoría y sus 20 senadores están en el grupo socialista y hace lo que le digan el grupo parlamentario. Otro gallo nos cantaría si, como dice el barón territorial, “es extremadamente grave porque supone una cesión inaceptable de competencias que deben ser exclusivas del Estado”, que es lo que dice Page. Es más, el hombre llegó a decir en un foro que “el Estado no puede hacer dejación del Estado”, pero eso lo dice “de boquilla” porque la realidad es otra.

 

El 23 de julio de 2023 se eligieron para el Congreso de los Diputados, en Castilla-La Mancha, 10 diputados para el PP, 8 para el PSOE y tres para Vox. Del PP no tenemos duda de que votarán en contra, pero los ocho socialistas, ¿qué harán? ¿Lo que dice, por un lado, García-Page, o lo que diga la dirección del grupo? Esa es la cuestión porque mucho decir eso de que la actual situación le da “bochorno como socialista, ciudadano y demócrata» ante un acuerdo que, a su juicio, “dinamita cualquier posibilidad de un pacto de Estado sobre inmigración en España con las comunidades autónomas” y otra actuar en consecuencia.

 

Ya han presentado ambas formaciones en el Congreso como ley orgánica la cesión de las competencias de inmigración lo que ha permitido al secretario general de los socialistas castellanos manchegos calificar a Junts de una formación política de “extrema derecha”, al tiempo que censuraba que la izquierda pueda asumir “un planteamiento absolutamente racista e identitario como el que hace Puigdemont”. Leche de cacharro, como se dice entre nosotros, porque al final, y si no es así, el tiempo nos pondrá en nuestro sitio, ya verán cómo hacen, todos, lo que marca la organización nacional.

 

Nadie espera que esto salga adelante, pero el afán de unos pocos por mantenerse en el machito hará que el acuerdo entre los socialistas y los de Puigdemont salga adelante. Las competencias en materia de inmigración son competencias del Estado y así está recogido en un artículo de la Constitución española. No cabe otra cosa que decir que se la están cargando, vaciándola de contenido y haciéndose valer como padrinos de una forma de gobernar.

 

Es decir, que fue una semana lamentable por muchas cosas. Como esta es una plataforma “en positivo”, podría hablar de otras cosas que han conformado la información de nuestras islas y que podrían ser más agradables. Como las familias que vivieron y gozaron de un carnaval mucho más atractivo y que la actitud de algunos que celebraban nuestras fiestas no pueden empañar lo que hicieron unos desalmados, que las lluvias han traído el verde que necesitaban nuestros campos.

 

Que el acuerdo entre el PSOE y Junts puede traer la tranquilidad que estamos buscando para el reparto de los menores no acompañados. Ya lo decían el otro día, en que esa distribución de 4.400 menores migrantes no acompañados desde Canarias y Ceuta al resto de comunidades autónomas puede salir con este pacto. Esta posibilidad está, dicen, más cerca, después de un tiempo de incertidumbre y bloqueo. La razón es que el acuerdo, dicen, que es vital para allanar el camino. Todo esto hace que la coyuntura actual apunta a una visión positiva y a una cercana negociación política en el Congreso, tras el acuerdo alcanzado para el traspaso de competencias sobre inmigración por parte del Estado a Cataluña.

 

Es una manera de verlo. Tanto el Gobierno de Canarias como el Ministerio de Política Territorial, las dos instancias que apadrinan la propuesta, dicen que se ha llegado a un punto de inflexión y que de esta forma se podría dar una posible aceleración del proceso. Si hace algunas semanas eran de claro enfrentamiento, hasta el punto de que los exconvergentes auspiciaron una propuesta en el Congreso para que Sánchez se sometiera a una moción de confianza, la situación ha cambiado por completo. Todo es del color que se quiera ver.

 

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

 

Islas Canarias, 8 de marzo de 2025

 

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