EL MONÓLOGO / 279
Más problemas en el muro
AL FINAL DE ESTE ARTÍCULO, TRAS LA FIRMA, PUEDES DEJAR TU OPINIÓN Y RESPUESTA…
Por Pepe Moreno *
La verdad es que esta semana han pasado pocas cosas nuevas que me motiven para escribir un monólogo nuevo. Son las mismas, con un gobierno de vacaciones que parece que no está -que es lo que ocurre casi siempre- y con unas decisiones que dan la sensación de que son de otro tiempo.
Ha hecho mucho calor, más que en otros años. Hemos notado, aquí en las islas, un aumento en el número de días con temperaturas extremas. Entre 1975 y 1999, hubo 83 jornadas con máximas inusuales, mientras que en los últimos 25 años estos días han dejado de ser excepcionales y desde el año 2000 hasta 2025, el Archipiélago suma más de 180 días de altas temperaturas (186, si se incluyen los cinco días recientes de la última ola de calor).
Es verano, y es lógico que haga más calor. Lo que pasa es que estos días parece que lo ha hecho con más virulencia, o que lo hayamos notado más, o que la agenda 2030 haya tenido más presencia mediática, o que… vaya usted a saber.
Según informes de profesionales y observadores, desde principios de siglo se han contabilizado 40 episodios que cumplen los criterios para ser catalogados como olas de calor, en comparación con los 17 registrados durante el mismo periodo del siglo pasado. El episodio actual será el cuadragésimo primero de este siglo. Datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) señalan que las islas presentan ahora un mayor número de días de calor extremo y una frecuencia superior de estos episodios respecto al siglo anterior.
Víctor Quintero, delegado provincial de la AEMET en Santa Cruz de Tenerife, indica que los valores de temperatura más altos se han registrado en los últimos 25 años. Los termómetros han superado los 35 grados en nueve ocasiones; en el siglo pasado, solo 2 de esas 9 olas de calor sobrepasaron los 36 grados —sin llegar a los 37—, mientras que, a comienzos del siglo XXI, 6 de las 9 olas han alcanzado temperaturas superiores a esa cifra, y cuatro de ellas superaron los 37 grados.
Se han registrado temperaturas elevadas y persistentes en Canarias. Según Abel López, geógrafo de la Universidad de La Laguna (ULL) y miembro de la Cátedra de Riesgos de Desastres y Ciudades Resilientes, el cambio climático está contribuyendo al incremento de olas de calor en el archipiélago. López señala que, si el calentamiento global continúa, para finales del siglo se podrían experimentar más de 250 días anuales con temperaturas extremas.
El especialista indica que los episodios recientes pueden anticipar futuros escenarios térmicos en las Islas, que serían considerablemente más cálidos que los actuales. Además, advierte que estos cambios afectan tanto a la población como a sectores como la agricultura, el turismo y la biodiversidad. Por tal motivo, recomienda implementar medidas de adaptación orientadas principalmente a proteger a las personas más vulnerables ante el cambio climático.
Y ya tenemos el cóctel perfecto: altas temperaturas, verano con olas de calor y alguna plaga, como la que ha favorecido la aparición de la filoxera canaria, un azote que afecta a la vid y ha llegado a Tenerife. Aunque los focos son aislados, se teme su expansión al resto del Archipiélago, especialmente durante la vendimia, lo que podría poner en riesgo todas las viñas y obligar a replantarlas desde cero, suponiendo un gran perjuicio para los viticultores.
Esta situación no es nueva y nos remitimos a lo que pasó en Europa a finales del siglo XIX. Según Theo Hernando, secretario general de Asaga, si la plaga se extiende, será necesario eliminar las plantas afectadas y recurrir a injertos resistentes, utilizando patrones americanos para conservar las variedades locales.
Dicen los expertos que tendrían que hacer injertos a 30.000 euros por hectárea, por lo que, si hacemos una multiplicación de las 3.200 de viñedo de Tenerife, por ese dinero que decía antes, el coste ascendería a 96 millones de euros. Además, para este nuevo comienzo, sería indispensable contar con viveros libres de plagas que tuvieran conservadas todas las variedades canarias, cosa que ya tienen en Gran Canaria. La cosa pinta mal, aunque no sé si será así.
Además, han alertado del riesgo de perder 1.880 puestos de trabajo de los 5.000 que genera el sector. La razón es que Tenerife concentra el 47 % de la superficie de viñedo del Archipiélago, con 3.200 hectáreas y seis de las once denominaciones de origen protegidas. Lo que significa que somos, en esta isla, el eje estratégico del sector, y llevaría a una pérdida total del viñedo.
La cosa se complica porque tampoco hemos tenido suerte con el envío de menores a centros en la Península. Llevamos más de un año esperando que se pueda hacer. Primero era la modificación de la ley, después la financiación y ahora es la intransigencia de algunas comunidades autónomas para acogerlos. Diez menores fueron enviados a Gijón y se esperaba un grupo adicional de 15, pero esto no sucedió. A este paso pasarán muchos años para trasladar a los más de 6.000 que esperan aquí para ser enviados a otros centros de la España peninsular.
Es decir que en Canarias hay más de 1000 menores migrantes solicitantes de asilo y solo han sido derivados a la península 10. Aún estamos a la espera de que el Gobierno Central diga cuáles son los planes de las 1.200 plazas que teóricamente iban a crear, porque no ha cumplido. La reunión que mantuvieron, el Estado y Canarias, no ha servido para nada. El Ejecutivo central ha tenido tiempo más que suficiente de buscar todas y cada una de las soluciones que pudiera estar a su alcance para dar respuesta, pero no lo han hecho. Ni saben las plazas donde estarán esos menores, ni los lugares a donde van a ser trasladados. Ahora solo le queda a Canarias presentar un informe al Tribunal Supremo donde estarán reflejados los obstáculos que ha habido para efectuar las derivaciones.
Ni hay humanidad ni solidaridad entre las comunidades autónomas que, con tal de fastidiar al Gobierno de Sánchez, hacen cualquier cosa con el fin de molestar a quien sea.
Este será uno de los temas sobre los que hablarán Pedro Sánchez y Fernando Clavijo el próximo lunes en La Mareta, a la taurina hora de las 16.30, en el Cabildo Insular de la isla de los volcanes, que es donde está el presidente del Gobierno español en sus vacaciones. Allí aprovecharán el tiempo hablando de otras cuestiones, además de la migración, como la agenda canaria y asuntos presupuestarios. Un presidente, Pedro Sánchez, que no se ha movido de La Mareta a pesar de que media España se quemaba en unos incendios forestales que se han llevado por delante a varias víctimas.
Clavijo ya ha adelantado que espera que los compromisos que se alcancen sean «ejecutados y cumplidos» por parte de los diferentes Ministerios, porque en anteriores encuentros, entre ambos presidentes, y que bastante trabajo costó, -acuérdense que estuvimos semanas diciendo aquello de que no se iban a entrevistar y por fin lo hicieron en La Palma- no se cumplieron. Dice Clavijo que puede entender que eso de «la situación política”, pero de esta reunión, “salgan acciones concretas que se pueden cristalizar en los próximos meses».
Nuestro presidente fue muy crítico con la gestión del Gobierno central en el asunto de los menores migrantes en situación de asilo, porque “no está cumpliendo con sus obligaciones, y es el Tribunal Supremo el único que ha hecho que esta situación empiece a corregirse”, agregó.
Fernando Clavijo, en esas declaraciones, reconoció que, a los menores migrantes no acompañados, hay “mayoritariamente” un problema de financiación en el trasfondo del rechazo de la mayoría de las autonomías a acogerlos. Lo que decíamos antes, y ha añadido que esto “ha dado pábulo a la discusión populista xenófoba” y ha subrayado que cuesta entender que en un país con 50 millones de habitantes “sea un problema acoger a 5.000 menores”.
Mientras tanto, los problemas siguen acumulándose en una sociedad como la nuestra, en la que el precio de las viviendas no para de crecer y cada vez los jóvenes se emancipan más tarde. O colectivos como el de profesores, tienen que renunciar a su plaza porque no encuentran dónde quedarse, o gentes de la hostelería o del sector servicios que no encuentran un techo bajo el que resguardarse. Así, en el primer trimestre del año se marcaba un nuevo máximo que se situaba en el 12,2 %, el mayor aumento en casi dos décadas. Unas cifras que están por encima de la media nacional, con una subida del 12,3 %, en un contexto de alta demanda y escasa oferta.
Sin embargo, hay más. Si nos tenemos al informe que presentó en su día Cáritas, se indicaba que el 32,4 % de la población canaria está en riesgo de pobreza y/o exclusión social, cifra significativamente superior al promedio estatal del 25,8 %. Lo que implica que una de cada tres personas en las Islas se encuentra en una situación de vulnerabilidad grave, consolidando al Archipiélago entre las cinco comunidades autónomas con peores resultados, solo superada por Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia.
Decía un viejo dicho que “el hombre trabajador debe rendir siempre, no rendirse nunca” y eso está hoy superado. Al final, nos encontramos con un menú degustación muy de la casa: calor para aburrir, plagas para animar el campo, menores migrantes dando vueltas en el carrusel burocrático, viviendas imposibles y pobreza que ya casi tiene denominación de origen. Todo bien regado con la salsa habitual: reuniones, promesas y titulares que caducan antes que el yogur del supermercado.
Mientras los problemas se acumulan, aquí seguimos, mirando al cielo —o al termómetro— y esperando a que desde Madrid o desde nuestro propio Gobierno salga algo más que un comunicado. Pero claro, pedir soluciones rápidas en política es como pedirle a un lagarto que corra un maratón: se puede, pero no espere usted llegar antes de que cierre la meta.
Así que ya sabe, prepárese: nos quedan más olas de calor, más excusas, más informes, más plagas y, cómo no, más fotos de políticos sonriendo en reuniones “históricas” que no cambian absolutamente nada. Y mientras tanto, nosotros, pagando la cuenta.
* José MORENO GARCÍA
Periodista.
Analista de la actualidad.
Islas Canarias, 16 de agosto de 2025.
Deja una respuesta