EL MONÓLOGO Nº036
Sin despejar el futuro…
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Sin despejar el futuro en todos los sentidos
José Moreno García *
No hay manera de que pueda escribir un Monólogo en plan positivo o aplaudiendo la actitud de alguien, y que eso me lleve a poder tener tema para los más o menos dos folios que se lleva este apartado. Y es que uno podría aplaudir el gesto del Gobierno de Canarias a la hora de aprobar el asunto de los test de antígenos, que es una de las pruebas que se pueden hacer para ver si alguna persona está contagiada de la COVID-19, pero esto se ha quedado en un mero asunto teórico, porque desde el Gobierno Central nos han ignorado totalmente.
Todo ello a pesar de que el presidente Ángel Víctor Torres hizo su trabajo y publicó el pasado martes un decreto en el que indicaba que a partir de ese momento eran compatibles una PCR, que es la otra prueba, -esa de meterte un palito por la nariz y que te llega hasta las ideas más profundas de tu cabeza-, y que tardan unas horas en darte el resultado sobre si estas libre del coronavirus o no, y la de antígenos, prueba de resultado inmediato, mucho más barata y al alcance de todo el mundo. Los hoteleros canarios han pedido insistentemente que se haga este otro análisis para los turistas y que así no se grave el precio del viaje del turista.
Nuestro presidente habló con todos los que tienen competencia en esta materia. Se fue a Madrid en el Día de la Constitución y allí le explicó a todo el mundo la bondad de esta prueba médica. Nadie le respondió. Así, el pasado martes publicó un decreto en el Boletín Oficial de Canarias que cerraba el perímetro de las Islas, para a continuación explicar que sólo se podía entrar a las islas con esta prueba. Pues, ¡tararí que te ví!
Hasta este momento, cuando escribo el Monólogo de esta semana, el departamento que dirige de Salvador Illa ha ignorado por completo el decreto canario. De momento, el Ministerio no solo no acepta el órdago, sino que directamente lo ha pasado por alto. Ellos se ríen de nosotros con total descaro, no porque el Ministerio de Illa haya obviado la demanda de la Comunidad Autónoma a las primeras de cambio, sino también porque los médicos de Sanidad Exterior son funcionarios del Estado, y como tales, obedecerán lo que dicte el ministro y no lo que dicte nuestro Torres.
Esta misma semana hablaba con Mar Faraco, presidenta de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior, y lo hacía por dos veces, una en la Cope y otra en el programa televisivo Buenas Tardes Canarias, y en ambos casos nos respondía que “mientras el Ministerio de Sanidad no nos indique otra cosa, nuestras instrucciones son pedir la PCR, es lo único que se admite junto con la TMA; es decir, no se admiten los test de antígenos”. Más claro el agua.
Esto nos indica que por más que el Gobierno regional se arrogue la competencia para el “establecimiento” de los requisitos de salud pública que deben cumplirse para entrar en Canarias – y validar así los test de antígenos en contra del criterio del Ejecutivo central – los funcionarios tienen claro que el régimen de fronteras es competencia plenamente estatal.
Según la interpretación de varios juristas las competencias de fronteras no están delegadas en los Gobiernos Autonómicos y por lo tanto sigue imperando el criterio del Ejecutivo Central. Los médicos de Sanidad Exterior saben que no vale retorcer la legislación hasta que encaje con lo que se pretende y se explican de forma clara y contundente, “el decreto no sirve, no tiene efectos en tanto el Ministerio de Sanidad no nos comunique lo contrario”. Y, de momento los funcionarios no han recibido la orden de permitir los test de antígenos a los turistas que lleguen al Archipiélago.
Pero es que, además, Fernando Simón, portavoz del Ministerio de Sanidad en lo relacionado con la pandemia, dijo en la rueda de prensa de esos días que los test de antígenos no están recomendados para “cribados masivos” en poblaciones con baja probabilidad de infección, que es la definición que cabe para los turistas. Asimismo, Simón apuntó que en caso de no hacerse correctamente, producen muchos falsos negativos, por lo que pidió “tener cuidado con el uso de los test de antígenos en viajeros”.
Los que se han pronunciado a favor son los farmacéuticos quienes lo han calificado como el equilibrio entre lo sanitario y lo económico”. Es lo que decíamos al principio de este monólogo de hoy. Se busca una prueba médica que sea más barata y que no suponga un gasto más -en ocasiones más que el propio billete- para pasar unos días. Nuestro presidente dice que sigue negociando con el Gobierno de España al respecto, pero admitió que todavía hay diferencias entre los científicos que asesoran al Ministerio de Sanidad y los que asesoran al Ejecutivo canario. Esa ha sido una de las cosas que entristece la semana. La otra ha sido el anuncio del Gobierno británico de imponer cuarentena a los viajeros procedentes de las Islas a partir del 12 de diciembre, y que añade aún más tensión, a un destino que vive con inquietud el impacto de la crisis migratoria en las intenciones de los turistas.
El secretario de Transportes británico, Grant Shapps, justifica la decisión por el “aumento de casos y tests positivos semanales”. Reino Unido había incluido a Canarias en esta lista de lugares seguros el pasado 22 de octubre. Según las cifras conocidas hasta ahora, Canarias tiene una incidencia acumulada de 93,48 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y de 52,15 en los últimos siete días. Si nunca fue blanca en Canarias, lo cierto es que esta Navidad podría ser la más negra para el sector turístico. Y en eso nos va la economía y por tanto el modo de vida.
Los números de contagios se han disparado en Tenerife. Dos residencias de mayores, la de Santa Rita, en Puerto de la Cruz, y la de Cataleya en El Sauzal, aportan más de 200 casos a la estadística de la enfermedad y sus contagios. ¿Cómo es posible que en este momento suceda esto? ¿Qué han hecho las autoridades que tienen competencias en esta materia? Cada vez que salen las cifras somos los ciudadanos los que tenemos la culpa de lo que pasa, y es posible que así sea.
Que si fiestas particulares, que si nos confiamos en entornos familiares, que si no usamos mascarillas y que nos olvidamos de cómo hay que hacerlo, que si botellones, que si la gente joven no es consciente, que… ¿y ellos qué? ¿Y las autoridades que hacen? ¿Vigilan que no expanda la enfermedad en los ámbitos en los que son competentes? ¿Hay más rastreadores? ¿Qué han hecho los Ayuntamientos tinerfeños para evitar estos números?
Como ven hay cosas que impiden lo de ser positivos y de escribir alegrándose de algo, porque lo que nos rodea es bastante triste y sobre todo nos lleva a que en estos momentos lo tengamos todo en el apartado de pendiente. Y es que nada despeja las incertidumbres o los negros nubarrones que tenemos en el entorno. ¿Habrá alguien, de fuera, dispuesto a ello?
* José MORENO GARCÍA
Periodista.
Analista de la actualidad.
La Laguna (Tenerife), 12 de diciembre de 2020.
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