EL MONÓLOGO Nº043
Se acabó el buen rollito

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Pepe Moreno *                                                                

 

 

Llevo escribiendo varios artículos en los que espero alguna reacción de las autoridades insulares por mejorar la situación de los miles de negocios que en estos momentos se debaten en si seguir adelante o bajar la persiana del comercio porque no pueden seguir adelante. Cada día las restricciones, por culpa de la pandemia del coronavirus, son más e incluso han obligado a, o bien trabajar con unos niveles de ocupación bastante más bajos de la previsión o a cerrar directamente porque no se pueden cumplir con las normativas establecidas.

 

Muchos negocios tuvieron que cerrar durante el mes que estuvimos en el nivel tres, en el que, por ejemplo, los bares, no podían atender a sus clientes en el interior de los locales y todo se realizaba en el exterior, con mesas y sillas en las terrazas que cumplieran con la distancia establecida en la normativa vigente. Es decir, si esos establecimientos no tenían esa posibilidad de hacerlo en la vía pública, directamente tenían que cerrar.

 

Los ayuntamientos dispusieron de un método exprés para que de manera inmediata pudieran atender a sus clientes por fuera del negocio. Ha sido una cosa extraordinaria e incluso algunos consistorios ya han anunciado que prolongan esta medida hasta el mes de mayo, mientras que otros ya están revisando algunas de las concesiones para ver si pueden continuar o no. Es el caso de los gobiernos municipales de los cuatro municipios de la comarca del Valle de La Orotava.

 

Los consistorios han olvidado sus diferentes colores políticos y han sido capaces de consensuar el inicio de la retirada de las terrazas temporales y extraordinarias, autorizadas con motivo del cierre del interior de los bares, restaurantes y cafeterías entre el 18 de diciembre de 2020 y el 18 de enero de 2021. Los alcaldes de La Orotava, Francisco Linares (CC); Los Realejos, Manuel Domínguez (PP); Puerto de la Cruz, Marco González (PSOE), y Santa Úrsula, Juan Acosta (AISU), han acordado que a partir de este lunes 1 de febrero comience la retirada de las terrazas provisionales que han permitido salvar a unos 150 negocios en esa zona.

 

Ellos lo justifican con que el objetivo es el de evitar agravios comparativos entre municipios vecinos, Linares planteó a sus homólogos en Puerto de la Cruz, Los Realejos y Santa Úrsula la necesidad de iniciar de forma coordinada la retirada de estas terrazas provisionales a partir del próximo lunes. La intención de los cuatro ayuntamientos es levantar todas las terrazas provisionales en los primeros días de la próxima semana.

 

O sea, se acabó el buen rollito y todo vuelve a la realidad impositiva, de tasas municipales, de escritos ante los negociados correspondientes y de la burocracia en el sentido más explícito del mundo. Relaté ya el periplo de un empresario de la hostelería tinerfeño que solicitó para su terraza más de 20 sillas y que ahí comenzó su desesperación hasta culminar con el cierre de su negocio, con cierto nombre y prestigio, en ese mundo de servicios en plena avenida Anaga. Por lo que me explicó, los permisos para instalarse en las terrazas se dividen en hasta 20 sillas y las de una cantidad superior. Y así se va escribiendo la historia.

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

La Laguna (Tenerife), 30 de enero de 2021.

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