No sé si hay algo en común en estas dos realidades
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Remigio Beneyto Berenguer *
Primera realidad: Maduro, por favor, enseña las actas. Lo tienes fácil. Enseñas las actas de cada una de las mesas electorales y se disipan las dudas. Desde ese mismo momento, puedes ser el legítimo representante del pueblo venezolano. Te lo pide Brasil, México, Colombia. Te lo sugieren tus propios amigos: “Enseña las actas ya”. También piden que enseñe las actas Argentina, Chile, El Salvador.
Hasta el propio Gobierno de España sigue sin reconocer la victoria de Maduro hasta que no enseñe las actas mesa por mesa. Únicamente el impresentable Rodríguez Zapatero es quien, ciegamente y quizá por motivos económicos propios, avala la victoria de Maduro. ¿Dónde queda la dignidad de un expresidente del Gobierno de España?
Dicen que sabemos quién es cada cuál, al saber quiénes son sus amigos y sus enemigos. A Maduro le está respaldando Rusia con Putin, Bolivia, Cuba, Irán y China. ¡Madre mía, qué tropa!
Mientras no enseñes las actas Maduro, has de entender que no muestras mucha confianza. Quien esconde algo o se esconde, es porque tiene algo que ocultar. Uno puede argumentar que no tiene por qué mostrar nada. Es cierto si eres un particular y tu acción no afecta a los demás. Pero si eres un personaje público, si aquello que no quieres mostrar tiene consecuencias para toda la población, has de ser transparente necesariamente.
Segunda realidad: En España, ¿tan importante es la investidura de Salvador Illa para el futuro del PSOE que están dispuestos a aprobar el acuerdo entre el PSC y ERC? ¿O es simplemente algo necesario para la continuidad, de momento, de Pedro Sánchez en la Moncloa? ¿Es un acuerdo motivado por el bien común de todos los españoles?
Acaba de manifestar Salvador Illa que es un acuerdo “progresista, ambicioso, solvente y transparente”, y que el objetivo es procurar “un futuro mejor para los ocho millones de catalanes y catalanas”.
Pero ¿Qué futuro tienen los más de ocho millones y medio de andaluces? ¿y el futuro de casi cinco millones y medio de habitantes de la Comunidad Valenciana? ¿Y el futuro de los dos millones y medio de habitantes de Castilla León? ¿y el futuro de los más de dos millones de habitantes de Castilla La Mancha? ¿Y el futuro de los habitantes de Extremadura, de Asturias…?
En las elecciones generales de 2023, ERC tuvo 466.020 votos, distribuidos de la siguiente forma: 328.697 en Barcelona, 47.531 en Girona, 34.331 en Lleida y 55.461 en Tarragona. O sea, que 466.020 españoles deciden sobre la situación fiscal de toda España, sobre la situación fiscal de más de 48 millones de españoles.
O sea, 7 diputados en el Congreso de los Diputados en España tienen más poder que 350 diputados que representan a todo el pueblo español. ¿Realmente es tan importante la investidura de Salvador Illa? ¿Para quién? ¿Por qué?
El Partido Socialista Obrero Español ha sido un partido de Estado, un partido con gente muy comprometida con el bien común y el interés general. Actualmente la pregunta es necesaria: ¿Dónde vas? ¿Cuál va a ser tu futuro?
Un partido, que históricamente parece haber defendido la igualdad, la justicia social y la solidaridad, acepta sin ningún problema una serie de acuerdos que ponen en peligro todos estos principios incuestionables: la igualdad del artículo 14 de la Constitución, la unidad de la Nación española y la solidaridad entre todas las regiones y Comunidades autónomas del artículo 2 de la Constitución.
Pero repito mi duda: ¿Para qué toda esta renuncia de principios incuestionables? ¿Cuál es la razón última?
Todos los militantes del PSOE de toda España, todos los simpatizantes del PSOE de toda España, deberían plantearse si las leyes de la amnistía de delincuentes (algunos incluso cobardes fugados) y si la concesión de un privilegio fiscal a los catalanes, responde al bien común y al interés general.
Si no lo ven claro y se callan, son también responsables. Y ¿Por qué se callan?
Para finalizar: ¿Creen que el chantaje finaliza aquí? El chantajista, el individualista egoísta nunca tiene bastante, siempre quiere más, máxime cuando el chantajeado acepta y acepta hasta perder incluso la dignidad.
Y la última cuestión: ¿No sería más conveniente una reforma pausada y consensuada del sistema de financiación autonómico?
¿Realmente vale la pena toda esta afrenta únicamente para mantener a Pedro Sánchez en el poder unos días más?
Las dos realidades me producen vergüenza y tristeza, y creo que tengo la obligación de pronunciarme.
* Remigio BENEYTO BERENGUER
Profesor Catedrático de la Universidad CEU Cardenal Herrera.
Departamento de Ciencias Jurídicas
Catedrático de Derecho Eclesiástico de la Universidad CEU de Valencia.
Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
Islas Canarias, 3 de agosto de 2023
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