¡Qué poco dura la alegría en casa del pobre!

Remigio Beneyto Berenguer *

 

 

Recuerdo aún la convulsión social cuando Rusia invadió Ucrania. Todo el mundo estaba alarmado. No había derecho. Era un escándalo internacional. Europa estaba angustiada. No se podía permitir este atropello.

 

Todos destacábamos, yo el primero por supuesto, la valentía y el honor del pueblo ucraniano. Iban a ser los mártires para que todos los demás disfrutáramos de la libertad, y, especialmente de la seguridad de no poder ser invadidos por Rusia.

 

Me decía un amigo que “los perros grandes no se muerden entre sí”, y leí en una ocasión que hay un proverbio africano que “cuando los elefantes pelean, las hormigas son las que sufren” o las que mueren, pisoteadas por esos enormes paquidermos.

 

Me produce mucha tristeza que Trump hable con Putin y diga que las negociaciones para acabar la guerra con Ucrania comienzan inmediatamente. Eso es lo que quería Putin: negociar sobre Ucrania directamente con Estados Unidos.

 

Me da la impresión que estos dos “paquidermos” negocian entre ellos lo que no es de ellos, lo que no les corresponde a ellos. Al menos deberían tener la honorabilidad o la decencia de que esté presente en las negociaciones quien más interesado está: Ucrania, porque recuerdo que quien más está sufriendo es el pueblo ucraniano, que es quien está defendiendo la libertad y el territorio de un Estado soberano.

 

Los dos grandes deciden sobre todos, deciden sobre lo humano y lo divino, porque para eso son los “amos” del mundo mundial. Y lo hacen junto con los grandes plutócratas, sin ningún rubor, hasta límites extravagantes y vergonzosos.

 

Elon Musk, en el despacho oval de la Casa Blanca, con su hijo de cuatro años al cuello, y presentado por el presidente de Estados Unidos como “es un gran chico. Tiene un coeficiente intelectual alto”.

 

Yo me pregunto: En las elecciones norteamericanas ¿se eligió a Elon Musk y al hijo pequeño de 4 años? Me sigo preguntando: A partir de ahora, si Rusia invade otro Estado soberano (dígase por ejemplo Polonia), ¿será Estados Unidos y Rusia quienes decidan la resolución final de esa invasión?

 

Entiendan que debo estar preocupado. Pero les digo algo más preocupante: ¿Dónde está Europa? ¿Dónde está la Unión Europea?

 

Por favor Europa, sé tú misma. Recupera tu alma, tus raíces, tu espíritu, tu razón, tu forma de ser, tu estilo, tu potencial y no seas el convidado de piedra. El mundo necesita de Europa y no puede estar ausente por falta de auténticos líderes.

 

Si no estamos unidos en la diversidad, pero unidos, los paquidermos, los elefantes o los matones serán los que decidirán por nosotros.

 

 

*  Remigio BENEYTO BERENGUER

Profesor Catedrático de la Universidad CEU Cardenal Herrera.

Departamento de Ciencias Jurídicas

Catedrático de Derecho Eclesiástico de la Universidad CEU de Valencia.

Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.

 

 

Islas Canarias, 13 de febrero de 2025