Un R.E.F. canario para el
progreso de nuestras islas
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Pedro Alfonso Martín *
Mucho se viene comparando la crisis del 2007 y la del 2020 y, sobre todo, se debate si las recetas a emplear serán las mismas, e incluso, si serán igualmente eficientes.
En los años 2007 y siguientes, se apostó claramente por la austeridad y la contención del déficit y en estos momentos, en el año 2020, esa política más que ayudar al empresario a conservar los puestos de trabajo y generar riqueza, clavaría la lápida de la escuálida recuperación de esta incipiente deriva económica, a la que Canarias no es ajena por su altísima dependencia del turismo, construcción y sector servicios, sobre todo, de la alta necesidad de mano de obra que necesita.
Sin alguna vez el Régimen Económico y Fiscal de Canarias (R.E.F.) necesitó erigirse como los cimientos del bienestar de las Islas, ninguno fue como éste.
Para seguir atrayendo inversión a las Islas, o que nuestros empresarios sigan haciéndolo, necesitamos que la Reserva para Inversiones, la Zona Especial Canaria, o la Deducción para Inversiones sigan siendo vitales, tanto en intensidad fiscal como en tiempo de aplicación o de seguridad jurídica en su desarrollo.
No olvidemos que las previsiones del impacto económico de esta crisis hablan de 200.000 empleados afectados por los ERTE, tasas de desempleo por encima del 30% y un desplome del PIB entre el 10 y 20% para el año 2020.
Sin olvidarnos de los parados que no tienen recursos para llevar el pan a su casa o de los autónomos, tal vez los más castigados en estos momentos, cuyo confinamiento e insuficiente dotación de ayudas, los aboca a una situación desalentadora a corto plazo.
Ahora los canarios estamos desorientados. Los líderes dudan, cuando no se equivocan, el turismo está agazapado en sus países de origen, sin confianza económica ni medios para viajar, los inversores se parapetan en la seguridad, los modelos de arranque económico no aguantan la prueba de los mercados y la poca renta que dispone gran parte de las familias canarias, el ahorro y la moderación se antepone al consumo por pura prudencia.
En resumen, el origen global de esta pandemia tiene claros efectos locales en perspectivas de futuro y empleo y seremos los canarios los que tendremos que seguir luchando por nuestras singularidades para progresar
Aquellos que nos criamos con la dicotomía entre socialismo y capitalismo, estamos asistiendo al desplazamiento de las medidas revolucionarias por las medidas urgentes, mientras necesitamos que los países ricos que componen la Unión Europea entonen un serio discurso de solidaridad con los países pobres, y no que tengamos que hacerlo en las instituciones europeas como la solicitud de una dádiva o limosna.
Si todos los países y sus regiones, pertenecen al Club de Europa de igual a igual, lo menos que podemos pedir es un trato equilibrado mediante la extensión de una mano solidaria para ayudaros a subir y no para terminar de hundirnos.
En este caso, tal vez en todo momento, el Estado debe “Prever, Detener y Restaurar” para no tener que utilizar el recurso cinematográfico de un final con fundido a negro.
Vienen tiempos de unión de los canarios, de todos los canarios.
Ricos, pobres, mujeres y hombres de todas las islas y de toda condición social para preservar nuestro derecho de progreso, para lo que rememoro un verso de Secundino Delgado, extraído de su poema titulado “Mi patria”:
“Siendo tu hermano, poseo
tu misma sangre en las venas,
triste cual tú, esclava veo
mi Patria, y tarde preveo
desaparecer sus cadenas.”
* Pedro ALFONSO MARTÍN
Presidente de la Mutua de Accidentes de Canarias (M.A.C.)
Vicepresidente de la Zona Especial Canaria (Z.E.C.)
Licenciado en Ciencias Empresariales.
23 de abril de 2020.
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