VISIONES ATLÁNTICAS / 204
México lindo y querido

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Hugo Luengo *

 

 

Recoge el título de esta “ranchera mariachi” de Chucho Monge, el orgullo patriota y nostalgia de la tierra, verdadero himno popular en sus fiestas de independencia; al modo en que en Canarias nos representa el pasodoble “Islas Canarias”. Orgullo y nostalgia que nos ofrecen dos lecturas contrapuestas, que se mueven entre la “transculturación” y el “indigenismo criollo”. Del que han hecho gala en el cambio del actual gobierno de México, pidiendo a nuestro jefe de Estado el rey de España Felipe VI, que se disculpe por las matanzas españolas durante la conquista del reino azteca.

 

Hazaña política, estratégica y militar de Hernán Cortés y Pizarro (1485-1547), entre 1519-1521, en alianza con los reinos colindantes tlaxaltecas, totonacas, olmecas, etc., que debían ofrecer como diezmo anual unos 30.000 súbditos, que eran devorados por los aztecas. Eran culturas agrarias, animistas, patriarcales, esclavistas y antropófagas, con escritura pictográfica. Pueblos en la edad del cobre, que España adelantó 4.000 años en la historia.

 

La conquista de Indias, iniciada por la Reina de España, Isabel la Católica, que desde 1.500 prohibió la esclavitud, considerando al indio poseedor de alma y derechos. Fernando el Católico impulsó la Leyes de Indias (Leyes de Burgos y Leyes Nuevas), consolidando el derecho sobre el que se asentó el marco jurídico de los Virreinatos hispanos, verdaderas provincias de España en el Nuevo Mundo, que han dado naciones con más del 80% de población descendiente, cuando en EEUU no pasa del 2%.

 

Tenochtitlán hoy ciudad de México, la mayor ciudad de América, pasó a ser la capital del Virreinato de Nueva España (1535-1821). Por tres siglos México será el centro cultural y económico de las Españas, al reunir los dos Tornaviajes. La Flota de Indias en el Atlántico (1520-1776) y el Galeón de Manila en el Pacífico (1565-1815), que trasladaban a España el “quinto real”, menos que el IVA de hoy.

 

Las “Leyes de Indias” en los Virreinatos formaron sociedades con mezclas interraciales, criollos que en la emancipación tenían el poder económico, pero no el político, militar, ni eclesiástico. Los 61 virreyes de Nueva España en 286 años, gobernaron de media menos de 5 años, mecanismo real de control de la corrupción. El fin del Virreinato de Nueva España, dio pie entre otros al actual México y buena parte de EEUU, que heredaron religión e idioma. De manera que son hoy las dos primeras naciones del mundo en habla hispana y en católicos.

 

La dialéctica “transculturación” e “indigenismo criollo” soporta la hispanofilia-hispanofobia, heredada en el conflictivo proceso de creación de las naciones, en el arranque de la Era Contemporánea, EEUU 1787, Francia 1799. México estaba en su pujanza económica, como nos cuenta Alexander Humboldt, que en su viaje de 5 años (1799-1804) residió un año en México, donde el 56 Virrey José de Iturgaray le dio acceso a toda la información del Virreinato.

 

México era la ciudad más esplendorosa de su tiempo, la “ciudad de los mil palacios”. Le acompañó a Europa Carlos de Montufar, luego Caudillo de Quito, quienes en París conocieron a Simón Bolívar en la coronación de Napoleón en 1804. De su emancipación criolla, el “bolivarismo”.

 

No parece que el “indigenismo criollo” se compadezca de las democracias, como vemos luego de 200 años en las nuevas sociedades sudamericanas con su desarrollo lastrado, visualizado en el cambio de gobierno de México. Con las imposturas criollas de Claudia Sheinbaum y su adalid AMLO, Andrés López Obrador, quienes pretenden trasladar a la historia sus déficits.

 

Cuando en México se producen al año 30.000 asesinatos, tantos muertos como se comían los aztecas y que Hernán Cortés suprimió. Entre ellos 7.300 asesinatos de mujeres, 20 cada día. Y la rotura de la separación de poderes democráticos, que con el cambio en la elección de jueces aprovechará este “narcoestado”, para ocupar justicia y poder.

 

En la emancipación ha sido este “indigenismo criollo”, quien a su vez desprecia a indios y negros, que al final del Virreinato se aliaron a las fuerzas “realistas”. La verdadera lectura de la historia debe conducirnos hacia la “transculturación” de nuestra herencia. Aquella que suma e integra su pasado para revertirlo hacia un estado de derecho consciente, contrario al “Grupo de Puebla”.

 

También por ser España el segundo inversor en México, con 6.000 empresas y un millón de empleos. La libertad contra su igualdad, donde la emancipación criolla les sirve de excusa para impuestos sin límites y recortes de libertades. México lindo, querido, libre y emprendedor.

 

 

*  Hugo LUENGO BARRETO

Arquitecto y bodeguero.

 

Islas Canarias, 7 de octubre de 2024

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