VISIONES ATLÁNTICAS / 206
Trabajar para el enemigo
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Hugo Luengo *
La deriva política española atraviesa momentos de desasosiego, en la globalización y en el marco de la UE y de España. Nos traslada a un estado de desconfianza al interno de la nación, e incrementa los desequilibrios de la economía, en tiempos de cambio de ciclo. La gobernanza española ha perdido rumbo, en una situación difícil de entender.
Con movimientos de nuestros grupos políticos que vienen “trabajando para el enemigo”. Suben cada día la apuesta contaminando los relatos; de manera que la verdad, los valores y la democracia desaparecen; generando un clima general de desconfianza. La sociedad civil pasiva se refugia en el “estado subvencionado”, incapaz de ver que la economía depende del emprendedor.
Se visualiza con tres conflictos de España y Canarias. En las relaciones con Marruecos, en la Ley de Amnistía y España Confederal y en las derivas bolivarianas de Venezuela. En todas ellas con “verdades saltarinas” que acomodan el relato al momento, a su público y al escenario, despreciando la historia y la verdad.
Se tropiezan sucesivamente en un juego cruzado, donde los opuestos como el PP y VOX padecen el “síndrome de Estocolmo”, asumiendo la voluntad de sus raptores, como hemos visto con la artimaña parlamentaria que libera a 44 etarras y reculpabiliza a las víctimas, nosotros incluidos. Cambios que “nos hielan la sangre”.
Al margen de su partido y del Parlamento, el presidente cambió la política exterior de neutralidad, como potencia administradora, con su antigua provincia del Sáhara español, asumiendo el plan de autonomía marroquí. Provocando un nuevo frente exterior con Argelia, sostén del Polisario y principal suministrador de gas a España, desplomando al tiempo las relaciones comerciales privadas.
Respecto a Canarias la postura debilita las fronteras nacionales y locales con el África Occidental, colocando a Marruecos en situación de ventaja en Ceuta, Melilla y Canarias, que reivindica. En términos de geografía, que dirían Nicolas Spikman y Robert Kaplan, la geografía se venga de España al cercar Marruecos estos frentes costeros.
Canarias mantiene en el Sáhara relaciones históricas, económicas, culturales y familiares desde los tiempos de la conquista, por lo que resulta sorprendente la “política saltarina” del presidente Clavijo, raptado por su homólogo nacional. “Síndrome de Estocolmo” que corrige luego de la rebelión de sus 7 presidentes insulares, que le demandan y él acepta, la resolución del VII Congreso de CC, Sahara libre.
“Trabajando para el enemigo”, en una calculada operación en tres movimientos del gobierno, derogar la política de dispersión, ceder las competencias penitenciarias, y despistando al enemigo, derogar la legislación de excepción de la Disposición Adicional de la Ley 7/2014 de Rajoy, que hacía de tope para las penas de los etarras en Francia. Todas las derivas orquestadas en la degradación de la Constitución 78, por la puerta de atrás.
En palabras de Susan Neiman, filósofa socialista de EEUU, estamos anclados en el mundo “Woke”, neocomunismo gramsciano, donde se alienta el tribalismo, prefieren el poder a la justicia y no creen en una posibilidad real de progreso, solo venganza. Contra la ciencia y la historia nos derivan a una “neblina posmoderna medievalizante”.
Puigdemont y Otegui de la mano del presidente, raptan a Feijóo y Abascal, cuando trampean la Disposición Adicional del 2014, adaptada a la legislación de la UE y Comisión de Venecia. El juego del poder les exige regresar a una “República Carlista Confederal.”
Siguen nuestros héroes “trabajando para el enemigo” de forma decidida en Venezuela, nuestra “octava isla”. Cuya sesión continua aparece bajo el signo de Zapatero, embajador del “Grupo de Puebla”, que apoyado por el “One” se desplazó a las elecciones del 29 de Julio. Confirmada la derrota de Maduro, por las papeletas de la oposición, por EEUU, por el Centro Carter, por Naciones Unidas y por la UE.
España deja pasar el tiempo, que juega a favor del autócrata golpista. No debemos incluir a Edmundo González Urrutia bajo el “síndrome de Estocolmo”. Cuando raptado en nuestra embajada de Caracas, con la anuencia del “One”, es coaccionado por los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge, que tienen por rehenes a su hija y nietos.
Los más de 8 millones de venezolanos y más de 250.000 vascos exiliados, han transformado sus bases electorales. Llamados a rebelarse, para no seguir “trabajando para el enemigo”.
* Hugo LUENGO BARRETO
Arquitecto y bodeguero.
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