VISIONES ATLÁNTICAS / 215
Diálogos para Navidad

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Hugo Luengo *

 

 

La llegada de la Navidad, del solsticio de invierno, en los ciclos anuales del continuo retorno, nos conduce a celebraciones en ámbitos de familia, amigos y empresa; en tiempos de sociedades polarizadas que han invadido las esferas personales y por ello son imprevisibles. Para recibir con optimismo y desenfado el invierno de hoy y la lotería de mañana, he seleccionado una serie de dichos, entresacados de conversaciones en reuniones navideñas. “Haikus” de sociabilidad hispana.

 

Ofrecen un amplio registro semántico y una utilidad de comunicación mayor. Permiten establecer en cualquier ambiente social, una relación sin conflictos. Todas ofrecen gramaticalmente forma exclamativa. Nunca afirmativas ni negativas. Abiertos a la cercanía y repetibles circularmente, incluso combinados entre sí. Descreídos y con una cierta dosis de cinismo y distancia hacia el receptor, al que obligan a una postura activa.

 

Esconden la lógica hipocresía, necesaria para mantener la educación sin perder las formas, donde debemos ser capaces de fingir cualidades o sentimientos contrarios a los que tenemos, tener desvergüenza en el mentir, descaro, desfachatez y frescura. Son rabiosamente personales, para usarlos abordando relaciones sociales, la identidad nacional, el feminismo, las libertades de expresión, opinión o cualquier otro tema de actualidad. Los ofrecemos en sus utilidades básicas.

 

“¡Qué Prisa Tienes!!!”. Vivimos época y tiempos apresurados, donde las más de las veces corremos hacia todas partes sin llegar a ningún lado. La navidad, el solsticio de invierno, el cambio de año, detienen el tiempo e invitan a la relación. Es una llamada a la cercanía, un deseo de familiaridad. Obliga al receptor a abrirse al diálogo. Prolonga la fiesta.

 

“¡Qué Problema Hay!!!”. Se puede combinar con el anterior, reforzando su mensaje. Expresa hospitalidad, al ofrecer un estado desprovisto de conflictos. Perfecto para inducir un ambiente festivo y social. Optimismo en positivo. Contagioso y simpático. Proactivo.

 

“¡No lo Pillas!!!”. En una conversación animada y enfrentado a la diferencia de opiniones, refuerzas tu posición situando al contrario fuera de postura, lógica o razón. Debe usarse como llamada a la sinrazón y recibirse de contrario como deseo de restablecerla. Lo importante es comunicar, incluso en el desencuentro.

 

“¡Españoles Flojos!!!”. Aquí el término “español” debe entenderse en su acepción de ciudadano político de España, canarios incluidos. Encierra una crítica velada a los españoles, también canarios, incapaces de reconocerse no sólo en el marco político nacional, sino en la capacidad para abordar sus complejos. Ofrece a su vez carácter de grito tribal y amigable. Camaradería.

 

“¡Mujeres Complicadas!!!”. Asignatura de los tiempos en continua formulación, ligada a los fenómenos de liberación de la mujer. Derechos, trabajo, reproducción, familia. Conforman las respuestas múltiples a una ecuación imposible. Donde las soluciones no están en el “metoo amazónico”, ni en las derivas positivas discriminatorias y anticonstitucionales de las leyes de género.

 

Permite responder a la situación personal, emocional o marital, de pareja heterosexual. Esconde la defensa reprimida del género masculino acosado. A su vez incapaz de desarrollar mecanismos de “inteligencia emocional”, superando tiempos pasados. Políticamente correcto. En ambiente social la mujer siempre es más sociable, ofrece un amplio registro de conversaciones.

 

Me incorporo al grupo de ellas, encantado con el chismorreo social, hablan de literatura, de cine, de arte, moda y espectáculos, de viajar, de lo que pasa en la calle y en la tienda. En los grupos de hombres las conversaciones acaban reducidas a temas productivos, ya ni siquiera podemos hablar distendidamente de mujeres.

 

“¡De eso no Opino!!!”. Buena forma de opinar. Mecanismo de defensa ante preguntas fuera de tono, confianza o momento. Propio de ambientes festivos y de sobremesa. Se defiende la privacidad personal, en un acto doble de afirmación y respeto hacia el otro, sin que por ello ofrezca lectura cortante. Resiliencia aplicada.

 

Hasta aquí nuestros “haikus hispanos”. Para cuyo uso recomendamos mesura. Deben usarse dosificados de acuerdo con el entorno, el momento y la persona. Pueden ser soporte de una constructiva, cercana, circular, placentera y reiterativa conversación. Navidad.

 

 

*  Hugo LUENGO BARRETO

Arquitecto y bodeguero.

 

Islas Canarias, 23 de diciembre de 2024

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