VISIONES ATLÁNTICAS / 225
Va de cine
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Hugo Luengo *
Valoro dos películas que he visto en pantalla y sonido grande, en sala pública donde llega mejor el mensaje. Digo mensaje porque la neutralidad no existe, menos en tiempos de desbocada globalización. Las dos películas, una en la gala de los Premios Óscar, que celebra su 97 edición, en el Teatro Dolby de Los Ángeles, el próximo lunes 3 de marzo, concedidos por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
En España nuestros Premios Goya, que el pasado 8 de febrero en el Palacio de Congresos de Granada, celebró su 39ª Edición, concediendo los Premios de la Academia del Cine. Dos películas, “Cónclave” e “Infiltrados”, que comparten el género de “suspense” (thriller), donde su línea principal está en mantener al espectador en tensión, atento al desenlace de la trama. Alfred Hitchcock fue el mago del “suspense”.
“Cónclave” es una película anglo-americana del 2024, dirigida por Edward Berger, escrita por Peter Straughan, basada en la novela de Robert Harris (2016) y tiene 8 nominaciones. Trata de la elección del Papa, obispo de Roma y soberano del Estado Vaticano, el 267 luego de Pedro. El “Cónclave” lo forma el Colegio Cardenalicio, con sus electores menores de 80 años, que son unos 138 y se celebra 15-20 días luego de fallecido el Papa.
La tensión se eleva cuando se encierran en la “Capilla Sixtina” bajo el “Juicio Final” de Miguel Ángel, de donde no pueden salir ni comunicarse con el exterior. Mantienen el pulso electoral con el exterior en las “fumatas”, negras hasta la blanca. La trama se centra en el juego electoral, dirigido por el Camarlengo, que es administrador de la Santa Sede y Jefe de Estado en funciones, el cardenal Lawrence (Ralf Fiennes).
Los papables, Bellini del Vaticano, Tremley de Montreal, Tedesco de Venecia, Adeyani de Nigeria y llegado fuera de plan, el cardenal mexicano Vincent Benítez de Afganistán, nombrado por el Papa muerto, que conocía su verdad. Espectacular escenario, fotografía, banda sonora, en una trama bien montada que va eliminando papables, que precisan mayorías de dos tercios hasta la elección 33, que pasaría a la mitad.
A partir de que estalla una bomba en la “Capilla Sixtina”, el relato de deshace. Ya habían dejado fuera al papa nigeriano, por una paternidad con una monja hacía 30 años, inducida por el papable Tremley, que descartan. El “Cónclave”, tiene que optar entre la ultraderecha de Tedesco de Venecia y la aceptación de la diversidad que lidera Lawrence.
En un salto al vacío eligen al cardenal de Afganistán, que genéticamente es mujer. Ni la “Capilla Sixtina”, protegida en el recinto vaticano permite el atentado, ni a la mujer conforme al “Ordinatio Sacerdotalis” (1994) de Juan Pablo II, puede conferírsele el orden sacerdotal.
Dosis de cultura “woke”, que no se entiende que haya consentido la iglesia romana, contraria a su propia doctrina. Me puse a ver “Las Sandalias del Pescador” (1968), donde Kiril Lakata (Anthony Quinn) obispo ucraniano, es elegido Papa luego de Pío XII, presagio del advenimiento del polaco San Juan Pablo II.
En los Goya 2025 “La Infiltrada”, que tenía 13 nominaciones, obtuvo dos premios singulares: a la mejor película (ex aqueo) y a la mejor actriz principal Carolina Yuste, la infiltrada Aránzazu Berradre Marín. Bajo la dirección de Arantxa Echevarría y su productora María Luisa Gutiérrez, que estuvo 8 años para sacarla adelante.
Pronunció en los Goya un justo discurso reconociendo el sacrificio de la infiltrada, que con 20 años estuvo 8 inmersa en ETA y hoy escondida en una embajada extranjera, luego de luchar por nuestra democracia. Concilió la productora su contenido con la familia de Gregorio Ordóñez, su hermana Consuelo y su viuda Ana Iríbar, con su asesinato visto en primera línea.
Llegó a vivir la infiltrada años con dos terroristas del comando “Donosti”, Kepa Etchevarría (Iñigo Gastesi) y Sergio Polo (Diego Anido). Doce policías mantuvieron las escuchas, al mando del comisario Ángel el “Inhumano” (Luis Tosar). Un mundo que mató a 864, 7.000 víctimas y 300.000 exiliados. Fue el comando “Donosti” quien mató a Gregorio Ordóñez en 1995, a Fernando Múgica en 1996 y a Miguel Ángel Blanco en 1997.
El mensaje de infantilismo político de los etarras Kepa y Sergio Polo y su machismo agresivo, son de actualidad podemita. Volvemos a las cancelaciones “woke”, cuando Rebordinos no dejó presentarla al Festival de San Sebastián y María Luisa se rebela contra un mundo al revés, que manipula su discurso que sólo pide libertad. El espectador de este “thriller”, se enfrenta a una verdad que se le esconde y blanquea.
* Hugo LUENGO BARRETO
Arquitecto y bodeguero.
Islas Canarias, 3 de marzo de 2025
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