EL MONÓLOGO Nº003
Un tiempo diferente

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José Moreno García *

 

Pasamos ya el tiempo de la cuarentena, es decir, llevamos más de cuarenta días encerrados y el Gobierno de Canarias nos ha presentado un plan por fases, que parece que de momento no tiene el beneplácito del Ejecutivo Central, en el que salir de casa puede ser tan complicado como hacer gárgaras con un puñado de arena. La normativa propuesta, y aún no aprobada, especifica diferencias entre salir de casa para hacer deportes o caminar, entre si vives en un número par o impar, también distingue el tiempo que puedes estar en la calle en función de la edad o si lo debes hacer por la mañana, por la tarde o la madrugada e incluso regula las distancias a las que se puede uno alejar del domicilio, todo eso en un amplio reglamento que se ha filtrado para que los ciudadanos debatamos y si no le encontramos más pegas que las ya previstas comenzar a aplicarlo. Y la gente está tan harta de estar encerrados que nos lo tragaremos y diremos que es por el bien de todos, por la salud, para evitar males mayores o cualquier otra excusa que tape la pérdida de derechos civiles que estamos teniendo desde que comenzó esta crisis sanitaria.

 

Porque todo esto nos está quitando mucho de lo ganado en los últimos tiempos y hemos vuelto a una especie de libertad condicionada en la que los agentes de la autoridad se han erigido en garantes del cumplimiento de las normativas que decretan los gobernantes. Y así vemos con normalidad que un helicóptero de la Guardia Civil descienda desde los cielos para multar a un cabrero que caminaba por una senda solitaria o a una señora que caminaba por allí en soledad. Hay incluso quien aplaude desde su balcón algunas de las actuaciones policiales, quizás auspiciados por una envidia atroz o consumidos por ese resentimiento de que otro haga lo que ellos no se atreven. Son gentes que han actuado de policías caseros recriminando sin conocer y sin preguntar, que lanzan improperios ante cualquiera que haya osado pisar el asfalto y que vigilan, cual vieja del visillo, todo lo que se mueve en su entorno para luego tener de qué hablar. Hablan de lo que hacen los demás, porque sus vidas son tan simples que no sirve para mantener ninguna conversación.

 

Y en medio de todo esto surgen algunas iniciativas, en la misma línea de lo relatado con anterioridad, y que rayan en la estulticia más absoluta. Hay cosas que por mucho que se modernicen no pueden ser, aunque ahora hagan tortillas de huevina o que existan hamburguesas vegetales, nunca serán iguales que las hechas con los productos de siempre.

 

Dentro de esta vorágine de sociedad descafeinada se han producido algunas iniciativas que, cargadas de buena voluntad, derrapan en una frontera entre lo absurdo, lo ñoño y la tontería. Deben ser las consecuencias de confinamiento, lo cierto es que hay gente para todo y ahora parece que estamos más predispuestos a la hora de oír determinadas ingenuidades rayanas en la simplonería e incluso en hacerle seguimiento.

 

Pues en esta línea, el Ayuntamiento de Tegueste ha realizado un llamamiento a través de sus redes sociales para que este domingo los vecinos del municipio participen en la tradicional Romería de Tegueste asomándose a sus balcones a partir de las 12 de la mañana, ataviados con su traje típico y engalanando sus balcones. La iniciativa tiene su aquello, porque en una manifestación de tipismo como esta, vemos carretas y animales, gentes que comparten sus cosas con los demás, parrandas que acompañan a los romeros y amenizan con sus cantos, bailes y tipismo… y nada de eso saldrán a la calle este domingo en Tegueste. La fiesta multitudinaria está suspendida, como la Bajada de la Virgen en La Palma, los Sanfermines en Pamplona o tantos y tantos festejos previstos para las próximas fechas. Buscarle ahora imaginación de balcón o simbólica no es compatible.

 

Dice Eladia López, responsable de Fiestas, que con esta iniciativa «se quiere conmemorar una de las fiestas más populares del municipio y de todo el Archipiélago, ante la imposibilidad de celebrarla este año en la calle por la COVID-19, con una actividad de carácter simbólico». ¿De verdad que nada nos está afectando al discurrir normal? ¿De verdad que este va a ser el desenvolvimiento futuro? ¿A esto vamos? ¿A lo simbólico?

 

Nos viene un tiempo diferente y parece que eso lo asumimos. ¿Esto es temporal o ha venido para quedarse?

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

El Monólogo Nº03

25 de abril de 2020

 

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