Héroes, no…
“esclavos de élite“

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 María del Pilar Vázquez Santos *

 

Quiero aprovechar la oportunidad que me da “Canarias en positivo” para seguir explorando el tema del artículo “Héroes de usar y tirar”, que expuso la Dra. Rosario Duque Fernández hace días. Realmente, no somos héroes, somos “esclavos de élite” usados, desprestigiados y tirados a la basura. Pero los médicos somos personas humanas. Nuestro trabajo es vocacional, realizamos lo único para lo que nos hemos formado, mejorar la salud de aquellos que nos lo solicitan.

 

No entramos a valorar si hemos o no cumplido las horas de trabajo o si tenemos derecho al descanso, independientemente de lo que dicen los protocolos de los sindicatos o el régimen general de trabajadores.

La Dra. Duque, describió extensamente la sensación de abandono, la falta de recursos, la desinformación la soledad y el miedo. Y aun estando de acuerdos con esos conceptos, no quiero que acusen a la pandemia, de ello, son conceptos, que soportamos desde hace mucho tiempo, porque nadie ha escuchado al médico, al que está en primera línea, como se dice ahora.

 

Un factor importante para poder entenderlo, son las estadísticas. Necesarias, pero manipulables, según lo que queramos transmitir. La estadística real es preguntar al médico en cada ambulatorio, eso serían unos resultados fiables, muy distintos a los se publican, en las grandes estadísticas.

 

SENSACIÓN DE ABANDONO.- El abandono, tanto por parte del paciente como del médico es real. El paciente está abandonado, pues supera infinidad de barreras, para llegar a hablar con el médico en presencia física, pasa un interrogatorio exhaustivo, por el personal administrativo, auxiliar o de enfermería, tras lo cual, si lo creen oportuno, se realiza la tan moderna consulta virtual y/o Multimedia y en un segundo episodio podrá ver al médico.

 

¿Dónde está la protección de datos? ¿Dónde está la privacidad del paciente?
El médico está abandonado, pues se ha convertido en un mero cumplidor de órdenes de obligado cumplimiento. No sé si tendrán conocimiento los altos directivos y programadores de los programas de la sanidad, que el médico, necesita ver al paciente, realizar una buena historia, una exploración médica y concluir con un diagnóstico y una pauta a seguir.

 

Es el personal paramédico, el que nos transmite la dolencia, los síntomas, y es el médico virtual el que contesta. Imposible de entender. El paciente no es un número dentro del protocolo, de la estadística o de los objetivos a conseguir. ¿Dónde está la Medicina Hipocrática?

 

FALTA DE RECURSOS.- La falta de recursos, es un tema muy controvertido. No ha sido la pandemia la que ha provocado que lo denunciemos. No hay culpables, somos todos, cada uno en su puesto de trabajo, creemos, que no es nuestra obligación solucionar los incidentes económicos diarios y los objetivos que los directivos obligan a cumplir.

 

Es real, pero de una incompetencia total, primero se instalan las nuevas tecnologías y después se observará cómo evolucionan. Debería ser al revés, primero las necesidades y después la tecnología.

 

Han jubilado, sin tener alternativa, han disminuido presupuestos sin preguntar, han puesto en marcha mecanismos, sin tener previsto si los aparatos estaban o no actualizados, sin conocer o no queriendo conocer las necesidades de los servicios, valorando sólo, los objetivos, protocolos y las estadísticas y dando más poder al personal menos cualificado.

 

Lo que interesa son las estadísticas, todas manipulables e interpretadas según convenga.

 

DESINFORMACIÓN.- No estoy segura si es desinformación o una improvisación, pero no, en este momento específico de la pandemia. Es el resultado de unos objetivos, que se hace el político, que transmite a la dirección de los hospitales, a los jefes de servicios, a los jefes de los equipos, a los encargados del personal parasanitario, como si de una dictadura se tratara.

 

No se pregunta ni se explica, ni se escucha, a los profesionales que están atendiendo desde hace años. Insisto que nos han quitado la capacidad de decidir y atender a los pacientes. Los pacientes a la vez son tratados como números no como personas con sus dolencias o sus problemas personales. Es una improvisación continua para obtener objetivos.

 

SOLEDAD Y MIEDO.- Ambas palabras, están unidas a la incertidumbre del trabajo diario. Hoy por la pandemia, pero mañana, será la incertidumbre de los cambios del puesto de trabajo, cada día a un sitio distinto, o cuantos días tendré contrato. La heroicidad hoy es, mantenernos activos, informados en fuentes fiables, para combatir el miedo y mejorar nuestra formación. Así hemos conseguido que los avances médicos se aplican a cualquier paciente, en cualquier parte del mundo.

 

El médico debe ser escuchado, se le debe dejar trabajar, que decida él ante el paciente. Hay que ofrecerle material, desde protección individual, como colectiva en los Centros de Salud.

 

No le echemos la culpa a la COVID-19, es un problema que hemos notado desde hace más de 10 años, donde se han impuesto las nuevas tecnologías, pero olvidándose de lo principal que es la persona, con síntomas. Es una buena época, necesitamos tomar las riendas de nuestro trabajo, con responsabilidad, pero con libertad, no bajo presión de los protocolos, de productividad o de objetivos, atendemos a seres humanos y como tal debemos responder.

 

El personal paramédico es necesario en el trabajo diario, pero el médico es imprescindible en la atención al paciente.

 

“No seremos héroes. Seremos esclavos de élite”.

 

* María del Pilar VÁZQUEZ SANTOS
Doctora en Medicina y Cirugía. Obstetricia y Ginecología
Académica de Número. Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife. Distrito de Canarias

 

Santa Cruz de Tenerife,

14 de mayo de 2020.

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