ANTE LAS ELECCIONES (III)
La diversidad humana: convivencia y odio

AL FINAL DE ESTE ARTÍCULO, TRAS LA FIRMA, PUEDES DEJAR TU OPINIÓN Y RESPUESTA…

Antonio Martinón Cejas *

 

 

No hay dos personas iguales. Por fortuna, lo que hay es una gran diversidad de seres humanos. La pluralidad la encontramos en la política, en la orientación sexual, en la religión, en la idea de familia, en las aficiones deportivas…

 

Es mucha la diversidad en el pensamiento político. Todos hablamos de libertad, justicia e igualdad, pero hay diferencias en cómo mantener y alcanzar esos valores. Tenemos la distinción entre izquierda y derecha, entre progresistas y conservadores, aunque hay personas que no se identifican con esa dualidad.

 

La izquierda quiere un Estado potente, capaz de proteger a la ciudadanía y de asegurarle educación, sanidad, pensiones… Se pone límites al mercado porque el dinero no lo es todo. Se da importancia a lo colectivo, a la solidaridad entre las personas, en avanzar juntos, en no dejar a nadie atrás.

 

La derecha prefiere un Estado más ligero, concede al mercado máxima libertad y considera que así se conseguirá una sociedad más próspera, que asegura la justicia y la igualdad. Los individuos deben buscar su beneficio particular y de ese modo sale ganando la sociedad, pues la riqueza llegará a todos.

 

Vivir juntos, convivir, nos obliga a aceptar esa diversidad política, que resulta más intensa en las sociedades complejas que hoy tenemos. Hace falta ser tolerante y respetuoso con el adversario político. Las diferencias hemos de aceptarlas.

 

Además, la Constitución considera el pluralismo político como uno de los valores superiores del ordenamiento jurídico. Realmente, enriquece a la sociedad, pues permite asegurar una variedad de enfoques, de sentimientos y de conocimientos ante los desafíos y retos a los que debemos enfrentarnos.

 

No siempre encontramos tolerancia y respeto. Por el contrario, el odio hacia los adversarios aumenta, se pierde el respeto a las personas y la tolerancia disminuye. Hay odio cuando se convierte en insulto la palabra “socialista”.

 

Los progresistas deben aceptar que hay personas de derechas y los conservadores que los hay de izquierdas. Que, por serlo, no se es mejor, ni peor. La aceptación de los adversarios políticos fue fundamental en la Transición, la puerta de los mejores cuarenta años de la historia de España.

 

Lo mejor para España es que el 23 de julio avancemos en la convivencia y desterremos el odio. Se hará caminando hacia una España mejor, más decente, más moderna, más solidaria e igualitaria. El radicalismo político, ideológico y verbal, nos aleja de esa España. La próxima semana escribiré sobre ello.

 

 

* Antonio MARTINÓN CEJAS

Catedrático de Análisis Matemático de la Universidad de La Laguna (ULL)

Consejero de Trabajo de la Junta Preautonómica de Canarias (1978-1979)

Vicepresidente del Gobierno de Canarias (1983)

Senador autonómico designado por el Parlamento de Canarias (1983-1984)

Gobernador Civil de Santa Cruz de Tenerife (1984-1987)

Diputado en el Congreso por la provincia de S/C de Tenerife (1993-2000)

Rector Magnífico de la Universidad de La Laguna (2015-2019)

 

Santa Cruz de Tenerife, 29 de junio de 2023.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *