EL COTARRO Digital
Nº321 del domingo, 01/11/2020

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EL COTARRO DIGITAL Nº321, DEL DOMINGO, 01/11/2020

 

 

José Carlos Marrero * 

 

EN VÍSPERA DEL DÍA DIFUNTOS, LA CRUDA REALIDAD

  • Este domingo me cuesta comenzar El Cotarro de esta manera, pero, siendo hoy la víspera del “Día de Difuntos”, o como decimos en Canarias, el “Día de Finados” (o “finaos”) y queriendo ser coherente y consecuente con lo que ha pasado, creo que debo hacerlo. Y lo hago dedicándoselo a monseñor Albert Martin Happe, el obispo de Mauritania, que, con una simple y sencilla respuesta, me abrió los ojos y me dejó comprometido. En las últimas semanas han llegado más de mil inmigrantes a las costas de nuestras islas, pero nunca sabremos cuántos miles más han perecido en el mar, intentando llegar a tierra y comenzar una nueva vida, pero hoy son fieles difuntos. Por primera vez en la historia de El Cotarro voy a hacer a continuación una cosa especial y con ella, deseo y espero aportar otro granito de arena para que, entre todos y en su origen, pueda mitigarse y hasta solucionarse (al menos en parte) la cruda tozuda y puñetera realidad de la inmigración.

El obispo de Mauritania, Albert Martin Happe, en su única iglesia católica de Nuakchot

 

ME VAN A PERDONAR, PERO VEANLO CON SUS OJOS

  • Por primera vez en la historia de El Cotarro voy a dejarles con solo 10 fotografías, con las que ustedes podrán entender las palabras de monseñor Albert Martin Happe, cuando le pregunté: ¿Qué podemos hacer por esta gente para que no emigre a Canarias? …. y él con total tranquilidad me respondió: “Muy sencillo: hagan que esta buena gente tenga algo que perder aquí, en su querida tierra de origen”. Cuando regresé de Mauritania después de vivir aquella dura pero enriquecedora experiencia, monté una conferencia que titulé “Mauritania: 1000 kilómetros, 100 minutos, 100 años atrás” Y es que, aunque duela reconocerlo, frente a nosotros, a menos de 1.000 kilómetros de nuestras islas y a menos de 100 minutos de vuelo desde ellas, podemos comprobar cómo se vivía 100 años atrás. Las 10 fotos que les pongo y comento fueron tomadas personalmente por mi hace ahora 7 años en Nuakchot, la capital de Mauritania. Creo que sus imágenes valen más que cientos de palabras…

Panorámica de Nuakchot, la capital de Mauritania, rodeada por un mar de chabolas.

 

 FOTO 1.- MAR DE CHABOLAS CONECTADO AL MUNDO

  • Aterrizando y despegando de Nuakchot (capital de Mauritania) puede verse alrededor de todo el extrarradio de la pequeña capital, miles y miles de chabolas (entre lluvia de polvo y mares de basura que nadie recoge), casi todas ellas con antenas parabólicas de televisión, alrededor de las cuales hay siempre hombres y mujeres sentados a modo de agachadilla, esperando a que le llegue su hora para coger una patera o cayuco que les traslade a una nueva y mejor vida. Detrás de un minúsculo corral para el ganado y de un pequeño baño común (a la izquierda) pueden ver las miles de antenas y parabólicas que les conectan a través de las pantallas de televisión de sus chabolas, con otro mundo y otra calidad de vida, que ellos saben que está a solo 1.000 km. en línea recta (menos si parten desde Nuadibú). Ellos viven en casi una pobreza extrema y, permanentemente, ven cómo vivimos nosotros (aún con nuestras problemáticas) y tienen claro que les compensa jugarse la vida por llegar a nuestra realidad.

 

Detrás de un rincón para las ovejas y a la derecha un espacio para el «cuarto de baño» comunitario, un mar de chabolas, casi todas con antenas parabólicas, por donde ven nuestra realidad.

 

FOTO 2.- LA CARNICERÍA ENTRE UN MAR DE BASURA

  • Esta es una de las “carnicerías” de uno de los barrios de Nuakchot (hay cientos de ellas). Son puestos callejeros en medio (como se puede ver detrás del dueño del “negocio”) de un mar de basura que nadie recoge y que solo el viento se lleva de vez en cuando a no se sabe dónde. La electricidad brilla por su ausencia y, por tanto, las neveras y congeladores ni están, ni se les espera. Mientras tanto, las moscas (que no se aprecian) llenan el puesto y la carne.

Carnicería en uno de los barrios de Nuakchot.

 

FOTO 3.- UNA PESCADERÍA AL SOL Y EN EL SUELO

  • Del puesto de la carne pasamos a la “pescadería” donde, de igual modo, cualquier aparato que pueda parecerse a una nevera, brilla por su ausencia. Los pescados, con sus tripas y todo, se ponen sobre el suelo en un simple trapo cuya higiene se puede apreciar claramente: De igual modo (en esta foto sí se aprecia) miles de moscas rodean a la “fresca” mercancía, que así se presenta y vende bajo el solajero El polvo, el viento y la calima del desierto terminan de rematar la “conservación” de este “pescado fresco” que se vende y consume como si nada.

Pescado fresco, al sol que más calienta y protegido por una capa de moscas.

 

FOTO 4.- ABASTECIMIENTO DE AGUA A DOMICILIO

  • Está claro, no voy a negarlo, que en el “centro administrativo y comercial” de la capital mauritana hay una base de ciudad, más o menos urbanizada (muchas calles siguen siendo de tierra) y los servicios públicos de todo tipo, dejan mucho que desear. Pero la verdadera realidad de la mayoría de la población que reside en los barrios se puede imaginar viendo el rudimentario servicio de abastecimiento y reparto de agua potable a los domicilios (léase chabolas). Vean el tradicional y original “servicio” de abastecimiento y reparto de agua potable a los barrios donde miles de chabolas carecen del líquido elemento para las necesidades más básicas. Mientras (hay que volverlo a recordar) en sus televisiones ven a diario cómo nosotros abrimos la llave en una de nuestras cocinas o baños y sale un chorro de agua limpia y fresca. Imagínense cómo se les queda cada día el estado de ánimo al ver esas imágenes de un mundo real que está a menos de 1.000 km. de ellos, en línea recta.

Sistema “motorizado” para el servicio de reparto de agua potable a las chabolas.

 

FOTO 5.- LOS MUY “HIGIÉNICOS” CUARTOS DE BAÑO

  • Este es un ejemplo de “cuarto de baño” en los barrios de Nuakchot. Uno de los muchos “baños comunes” que comparten un determinado número de chabolas. En la fotografía se puede apreciar el agujero del “inodoro” rodeado de “cerámica” colocada a base de trozos de varios tipos encontrados no se sabe dónde. En el suelo y de color verde, el artilugio tipo regadera que se utiliza a modo de “ducha” para el aseo personal. Aunque, con el agua, la arena y el polvo, se puede apreciar claramente la limpieza del habitáculo. Uno similar a este, repito, es lo que comparten muchas chabolas…. Y para muchos de ellos “esto es ya un lujo”, porque muchas otras chabolas carecen de este “servicio” y la buena gente se ve obligada a tener que hacer sus necesidades apartados de donde se vive y bajo el sol o las estrellas, según sea de día o de noche.

Cuarto de baño (ducha incluida) que comparten los habitantes de varias chabolas

 

FOTO 6.- UN CENTRO DE SALUD. TODO EN UNA FOTO

  • No se extrañen, pero en todos estos barrios, lo más parecido a un “centro de salud” de lo que aquí llamaríamos “atención primara” se reduce a esta fotografía. La imagen recoge lo que podríamos llamar “todo en uno” … La mesa del médico con el aparato para tomar la tensión, el poyo con su fregadero para realizar las analíticas, el “chato” debajo del fregadero por si hay necesidades urgentes… En fin, solo viendo este “hospital” suyo, imaginen ustedes lo que pueden venir a sus cabezas cuando, en las televisiones de sus chabolas, ven los centros sanitarios, los equipamientos y las atenciones médicas que recibimos los canarios… y los que, habiendo partido desde allá, logran llegar a nuestra tierra.

Todo un “centro de atención primaria” en un barrio de Nuakchot. Todo es todo.

 

FOTO 7.- EL “PARITORIO” DONDE COMIENZA SU VIDA

  • No les choque, no se extrañen… al otro lado de la fotografía anterior (pero en el mismo habitáculo o espacio) se encuentra el “departamento de Ginecología y Obstetricia” del centro, compuesto por los dos “paritorios” que pueden ver en la imagen. En ellos dan a luz las mujeres mauritanas de muchos barrios de Nuakchot y poblados alejados. En estas condiciones comienza la vida de muchos bebés, niños y niñas que vivirán y crecerán (los más fuertes) sufriendo esa realidad y viendo (no me canso de repetirlo) la realidad que hay a 1.000 kilómetros de allí. Quizá en esta foto es cuando ya se puede entender la respuesta de monseñor Albert Martin Happe: “allí no tienen nada que perder”.

Paritorios en un “centro de salud” de un barrio de Nuakchot. En ellos comienza la vida.

 

FOTO 8.- HABITACIÓN CON ESPACIO PARA UNA “UCI”

  • Es tan impactante y real como crudo y cabreante. Esta foto recoge la “zona de hospitalización” donde se puede ver lo “moderno” de sus camas, así como su “magnifico” estado de mantenimiento y conservación. Si se fijan bien, pueden apreciar unas barras horizontales y una vertical, de color rosa. Sirven para, en caso de necesidad, poner unas cortinas y convertir la zona de detrás, con la cama que ven en la misma esquina, como improvisada “unidad de cuidados intensivos” … Vamos, una UCI o habitación de “aislamiento”. Si me apuran, la solidaria carpa que Cruz Roja tiene dispuesta en el muelle de Arguineguín, tiene mejores instalaciones, equipamientos y servicios.

Zona de “hospitalización” con espacio en la esquina para montar una “UCI”

 

FOTO 9.- ESPERANDO LA PATERA QUE LES TRAIGA

  • Y esta penúltima foto tiene una “hermana” en forma de miles de pateras apiñadas en el puerto de Nuakchot y más en el de Nuadibú (aún más cerca de Canarias) esperando que alguien las llene para partir hacia esta tierra. Mientras tanto, les dejo esta otra de dos subsaharianos esperando en Nuakchot. Por un montón de calles y plazas de la capital mauritana se ven cientos (yo creo que vi a miles) de personas (muchos más hombres que mujeres) sentados en plan “agachadilla” horas y horas, días enteros, esperando sin hacer nada o muy poco hasta que les toque embarcar y salir en patera o cayuco hacia nuestras islas. Algunos hacen y sirven té, otros hacen algún “cáncamo” si los contratan algunas horas, pero siempre están con el ojo puesto en el mar, la patera y, seguramente, en el mafioso que, a cambio de un buen dinero, le ha prometido que le traerá vivo a Canarias, donde una nueva y mejor vida (ellos se lo aseguran) les espera.

Miles de hombres y mujeres esperan sentados a que le toque su patera, su momento

 

FOTO 10.- EN TODO MOMENTO VIENDO COMO VIVIMOS

  • Termino casi con la misma foto con la que comencé esta serie. Pero, en este caso, acercando el objetivo de la cámara para que puedan ver mejor alguna de esas miles y miles de antenas parabólicas por donde ellos reciben las imágenes que ven en sus humildes televisores, conectados a una precaria red de electricidad o a un grupo electrógeno de gasoil. Horas y horas, días y días, meses o años, desde que nacen, viendo imágenes de una vida que, para ellos, es “de lujo” y casi inalcanzable, pero de la que ellos mismos saben que le separan solo 1.000 kilómetros de distancia y unos días en patera. Como me dijo monseñor Albert Happe “esta gente no tiene nada que perder aquí” … Por eso, por muchos centros de acogida, de internamiento para extranjeros (CIEs) que tengamos, por muchos cuarteles o recintos que adaptemos, o por muchos hoteles que les cedamos para su alojamiento, cuando el mar esté en condiciones seguirán viniendo más y más. La problemática (la hemorragia de inmigrantes hacia Canarias, España y Europa) seguirá a más, mientras no echemos inteligencia y pongamos soluciones allá, en el origen, en el foco y el motivo de la hemorragia. En este “Día de Finados”, nuestro recuerdo especial para los difuntos que se haya tragado el mar entre África y Canarias. Descansen en paz.

Miles de antenas como estas les enseñan, día a día, cómo se vive a 1000 Km. de ellos

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