El derecho a la libertad de expresión de los militantes socialistas

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Eligio Hernández Gutiérrez *

 

 

EL PSOE VULNERA EN SUS ORGANOS EL DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE LOS MILITANTES SOCIALISTAS.

 

Los militantes socialistas no tenemos libertad de expresión para criticar a Pedro Sánchez y a los aliados de su Gobierno en los órganos internos del PSOE. No podemos criticar a Podemos, al nacionalismo secesionista vasco y catalán, especialmente a ERC y BILDU, porque al parecer perjudica al gobierno de coalición, sobre todo, en las siguientes cuestiones: El terrorismo etarra, la traición del nacionalismo separatista vasco y catalán a la II República; el amor a España y la defensa de su unidad, a saber:

 

1.- EL TERRORISMO ETARRA

 

No he logrado informar a los militantes socialistas de mi experiencia en la lucha contra el terrorismo etarra, -ignorado por las generaciones de españoles posteriores a su derrota- como Magistrado-Juez de Instrucción nº5 de la Audiencia Nacional y como Fiscal General del Estado, que pondría de manifiesto los motivos inconfesables de los crímenes que cometió ETA.

 

Celebro y respeto que EH Bildu haya abandonado el terrorismo, que participe en el Parlamento, y que se pueda pactar con dicha formación políticas sociales, pero no a cualquier precio, lo que no comparto en absoluto. Rásguese las vestiduras quien quiera, pero dirigentes de Bildu fueron inductores de los centenares de delitos sangrientos de terrorismo cometidos por ETA, entre los que Otegi, líder de ellos, fue condenado a prisión por pertenecer a Eta, y siguen encubriendo la impunidad de delitos cuyos autores no han sido aún ni juzgados ni condenados.

 

El presidente de Sortu y parlamentario de Bildu, Arkaitz Rodriguez, afirmó en el Parlamento Vasco: «Nosotros vamos a Madrid a tumbar definitivamente el régimen»(El Mundo, 12 de noviembre de 2020). BILDU sigue recibiendo públicamente a los etarras excarcelados, los llamados ongi etorri, y celebrando el fin de su dispersión concedida por el Gobierno de Sánchez, sin un reconocimiento, como ha pedido Andoni Ortuzar, presidente del PNV, “del daño injusto causado por la violencia, ante la sociedad y las víctimas del terrorismo” que pueden perdonar, pero jamás olvidar. Todavía tengo pesadillas por las noches al recordar los ojos de terror de los hijos pequeños de los guardias civiles que contemplé cuando visité el cuartel de la guardia civil de Intxaurrondo.

 

Algunos compañeros socialistas me dicen que es positivo para la democracia que los etarras hayan dejado de matar. Cierto, pero aún no han condenado su pasado con ETA, ni han pedido perdón, ni han entregado las armas, como hizo el IRA que en julio del 2005 anunció que dejaba las armas, y, afín de garantizar el proceso de desarme iniciado en 1998, aceptó la supervisión de una comisión internacional independiente.

 

2.- LA TRAICIÓN DEL NACIONALISMO SEPARATISTA VASCO Y CATALAN A LA II REPÚBLICA

 

No nos engañemos, ha dicho el catedrático de izquierdas catalán Vicenç Navarro, ahora militante de Podemos, en el diario Público del 24 de junio de 2010: “Las clases dominantes de las diferentes naciones de España se aliaron para derrotar a la República, siendo los nacionalistas conservadores y liberales catalanes de los años treinta los mayores promotores en Catalunya del golpe militar, que persiguió con mayor brutalidad la identidad catalana”. Azaña denunció que en el alzamiento militar de julio de 1936 los catalanistas conservadores se pusieron decididamente al servicio de la “Junta de Burgos”, como antes al servicio de la dictadura de Primo de Rivera.

 

El mismo 14 de abril de 1931,  a las pocas horas de que se proclamara la República en la Puerta del Sol, Francesc Maciá, líder de ERC, declaró unilateralmente la independencia de Cataluña, de la que desistió ante la promesa del Gobierno Provisional de elaborar el Estatuto de Autonomía, cuya aprobación con el apoyo de los diputados catalanes no impidió la rebelión militar de la Generalitat contra la República el 6 de octubre de 1934, por la que todos sus miembros fueron condenados por el Tribunal de Garantías Constitucionales, por el delito de rebelión militar a treinta años de prisión, indultados por el Frente Popular,  y la autonomía catalana fue suspendida indefinidamente; ni que traicionaran a la República ( la palabra traición es de Azaña) durante la guerra civil, como denunciaron en noviembre de 1938, con ocasión del Consejo de Ministros celebrado en Pedralbes, Juan Negrín, presidente del Gobierno de la II República durante la guerra civil, ilustre científico y estadista, maestro de grandes maestros, que afirmó, según refiere Julián Zugazagoitia:

 

No estoy haciendo la Guerra contra Franco para que nos retoñe en Barcelona un separatismo estúpido y pueblerino. Estoy haciendo la guerra por España y para España, por su grandeza y para su grandeza. No hay más que una nación: ¡España! No se puede consentir esta sórdida y persistente campaña separatista y tiene que ser cortada de raíz si se quiere que yo siga dirigiendo la política del Gobierno, que es una política nacional. Nadie se interesa como yo por las peculiaridades de la tierra nativa. Amo entrañablemente todas las que se refieren a Canarias y no desprecio, sino que exalto las que poseen otras regiones, pero por encima de todas ellas está España. Quien estorbe esa política nacional debe ser desplazado de su puesto. De otro modo dejo el mío. Antes de consentir campañas nacionalistas que nos lleven a desmembraciones, que de ningún modo admito, cedería el paso a Franco. En punto a la integridad de España soy irreductible y la defenderé de los desafueros de los de adentro”;

 

Y también Azaña, decepcionado, que había sido el autor y brillante principal defensor del Statut en mayo de 1932, en sus artículos escritos   en Collonges-sous-Saléve ( Francia) en 1939 : “Cataluña en la guerra,  y la insurrección libertaria y el «eje» Barcelona-Bilbao”, escribió¨: “Los hechos, parecen demostrar que, con monarquía o con república, en paz o en guerra, bajo un régimen unitario y asimilista o bajo un régimen autonómico la cuestión catalana perdura como un manantial de perturbaciones, de discordias apasionadas, de injusticias. Es la manifestación aguda, muy dolorosa, de una enfermedad crónica del cuerpo español”, asumiendo así el criterio de Ortega y Gasset cuando en el debate de 13 de mayo de 1932 sobre el Estatuto de Cataluña, sostuvo que el particularismo independentista catalán era una enfermedad incurable.

 

Recientemente el historiador J. F. Fuentes ha revelado que los separatistas catalanes ¡Nosaltres Sols¡, liderados por ERC, de posiciones abiertamente racistas, mantuvieron contacto poco después de la victoria del Frente Popular y en plena guerra civil con Hitler, ofreciéndole colaboración y grupos armados para que apoyara la independencia de Cataluña, destacando las similitudes históricas entre el pangermanismo y el pancatalanismo. Antes del estallido de la Guerra Civil Española, los mismos separatistas catalanes, ofrecieron bases militares a la Alemania nazi en un futuro Estado Catalán a cambio de recibir entrenamiento en “manejo de aviones y en la preparación de explosivos”.

 

En plena Guerra Civil, los partidos nacionalistas independentistas catalanes, liderados por ERC, y vascos, intentaron pactar una paz por separado con la mediación de Inglaterra y Francia.  A cambio, pedían que los aliados les garantizaran, ante el ejército franquista, la independencia de Cataluña y el País Vasco. Los nacionalistas catalanes enviaron a Inglaterra un memorando en el que ofrecieron la creación de un protectorado anglo-francés sobre el Cataluña y el País Vasco, con la incorporación de Baleares y Valencia. En marzo de 1938, presentaron conjuntamente una propuesta de paz a Inglaterra y Francia que consistía en qué si se les daba prácticamente la independencia, entregaban Madrid a los golpistas de Franco.

 

He venido sosteniendo que los nacional-independentistas vizcaitarras – que se rindieron en Santoña a las tropas italianas sin disparar un tiro- y catalanes, fueron los causantes, entre otros conocidos factores nazi-fascistas determinantes, de la destrucción de la II República, al precipitar su derrota y frustrar la política de resistencia de Negrín que la hubiera salvado. Esta tesis la ha confirmado el historiador Antonio Ramos Oliveira, muerto en el exilio mejicano, considerado el mejor pensador que ha tenido el socialismo español, ignorado por sus correligionarios actuales.

 

En el tercer volumen de su Historia de España, con el título “Un drama histórico incomparable. España 1808-1936”, sostiene que “el hundimiento de la Segunda República se produjo porque pesaron más los intereses políticos y económicos que tendían a desintegrar España, que las iniciativas culturales que intentaban unirla. La falta de apoyo de la burguesía catalana a la II República fue lo que motivó el proceso de desintegración nacional y su fracaso. La experiencia demuestra que cuando se inicia una revolución concediendo autonomías, fracasa la revolución y las autonomías. La guerra civil no fue de España contra Cataluña, sino de Cataluña contra España”

 

Con estos antecedentes históricos resulta grotesco y sarcástico que Podemos, BILDU, y ERC blasonen continuamente la proclamación de una III República. No nos engañemos, estos secesionistas no son republicanos sinceros ni aman a la República, ya que lo que quieren es una imposible e inconstitucional república plurinacional confederal, que ocasionaría el finis Hispania, en la que se pueda ejercitar el derecho a la autodeterminación, que no lo reconoce ninguna Constitución del mundo, ni la ONU, ni la Unión Europea.

 

No defienden a la II República de la involución reaccionaria contra la misma, que sólo destaca sus errores, pero no destaca el ingente legado en educación y cultura, inspirado en la Institución Libre de Enseñanza, que como ha sentenciado el filósofo Aranguren. “En el plano de la Educación no se ha hecho nada en la España contemporánea, comparable, ni de lejos, con lo que hizo la Institución”, y es que, como ha dicho el historiador de las ideas y filósofo político británico Isaiah Berlín ha escrito que “el nacionalismo secesionista es la más poderosa y destructiva fuerza de nuestro tiempo”.

 

3.- EL AMOR A ESPAÑA Y LA DEFENSA DE SU UNIDAD

 

Algunos compañeros socialistas me han reprochado que lleve la bandera de España en la solapa porque me pueden llamar “facha”. Les tuve que explicar que el PSOE, haciendo gala de la “E” de Español, desde su fundación el 2 de mayo de 1879, ha defendido siempre a ultranza la unidad de España, y ha combatido políticamente, sin tregua, al nacionalismo secesionista. Todos los líderes socialistas más relevantes, sin excepción, se han caracterizado por su patriotismo y por el amor a España. ¿Se les puede llamar “fachas” por ello?

 

Conviene recordárselo a los militantes socialistas por si lo han olvidado: La Conjunción Republicano-Socialista (CRS) fue una creada en 1909 por los partidos republicanos y el Partido Socialista Obrero Español .En las primeras elecciones a las que concurrió la Conjunción,  Pablo Iglesias, fundador del PSOE y de la UGT,  fue el primer socialista que en las Cortes Generales de España ,fue  elegido en representación del movimiento obrero; y en  las elecciones generales de 1910 fue elegido como miembro de la Conjunción Benito Pérez Galdós, uno de los “hacedores” intelectuales del clima liberal enmarcado por las fechas 1876-1936 (Juan Marichal).

 

En El Imparcial de 13 de mayo de 1910, Galdós escribió: Voy a irme con Pablo Iglesias. Él y su partido son lo único serio, disciplinado, admirable, que hay en la España política. […]  ¡Es por el socialismo por donde llega la aurora!”. En la introducción de la primera edición que leí de los “Episodios Nacionales”, decía Federico Carlos Sainz de Robles, cronista de la Villa y Corte:

 

“Lope de Vega y Galdós son los dos genios españoles que más obsesivamente se entregaron a la ejemplar tarea de desvivirse por España. Tuvieron una exaltada fe única: España. Creyeron a pie juntillo que nada valía tanto como ser español. No pensaban sino en España. No hablaban sino de España. No se notaban inspirados sino por España. Disculparon fácilmente, cuando no encubrieron con ladino regocijo los males de España”.

 

En boca de su personaje de la primera serie de los Episodios, en Trafalgar, Gabriel de Araceli, confesó: Cercano al sepulcro y considerándome el más inútil de los hombres, aún hace brotar las lágrimas de mis ojos el amor santo a la Patria”, y el mismo personaje, al izar la bandera española en un buque de guerra, exclamó: “Todavía me emociono cuando veo la bandera de España.” Ya anciano y ciego, en su domicilio de la calle Hilarión Eslava, de Madrid, le preguntaron si no admiraba a Francia y a Inglaterra, a lo que contestó: Si, pero España, es que España”.

 

El patriotismo de Galdós, que destaca constantemente en los Episodios, le llevó durante un tiempo a participar en la actividad política. En la carta de 26 de abril de 1907 irrumpió en la política activa con estas palabras de intelectual comprometido:

 

Abandono los caminos llanos y me lanzo a la cuesta penosa, movido de un sentimiento que en nuestra edad miserable y feminil es considerado como una ridícula antigualla: el patriotismo, que parece que sacamos de los museos o de los archivos históricos como un arma vieja y enmohecida. Se equivocan, ese sentimiento soberano lo encontramos a todas las horas en el corazón del pueblo donde para bien nuestro existe y existirá siempre en toda su pujanza”.

 

Del doble patriotismo –que no patrioterismo– de la Patria Grande y la Patria Chica, que impregna a todos los Episodios Nacionales, dejó constancia en su discurso pronunciado el día 9 de diciembre del año 1900 con ocasión del homenaje que le tributaron un nutrido grupo de canarios en Madrid:

 

Habéis visto que ha llegado la hora de avivar en nuestras almas el amor a la patria chica para encender con él, en llamarada inextinguible, el amor de la grande, cuyos muros ahumados no caben en la Historia.  Aquí, en la intimidad del patriotismo regional me permito asegurar que en nosotros vive y vivirá siempre el alma española. Nosotros los más distantes seamos los más próximos en el corazón de la patria”.

 

Juan Negrín, además del citado discurso de noviembre de 1938, contra el separatismo, pronunciado con ocasión del Consejo de Ministros celebrado en Pedralbes, en otra ocasión le había dicho también a Julián Zugazagoitia:” Lo que no perdono a nadie (se refería a otros gobernantes republicanos), es su indiferencia por la suerte de España”. Frente a los que le criticaron su apoyo a la inclusión de España en el Plan Marshall, que hizo público en una serie de tres artículos publicados en el New York Herald Tribune los primeros días de abril de 1948, exclamó: “Contra el caudillismo todo, contra España nada”.

 

«El papel histórico de Juan Negrín se resume bajo el adjetivo y cualificación de patriota, en el sentido de sacrificarse, de esforzarse por contribuir al progreso económico, político, social y cultural de su país. Negrín fue un patriota en la paz, en la guerra y en el exilio, hasta su fallecimiento» (Ángel Viñas).

 

En el discurso pronunciado en Cuenca el 1º de mayo de 1936, Indalecio Prieto dijo lo siguiente:

 

”A medida que la vida pasa por mí, yo, aunque internacionalista, me siento cada vez más profundamente español. Siento a España dentro de mi corazón y la llevo hasta en el tuétano mismo de mis huesos. Todas mis luchas, todos mis entusiasmos, todas mis energías, derrochadas con prodigalidad que quebrantó mi salud, los he consagrado a España. Mis dos grandes amores son el partido socialista y España, pero si alguna vez hubiera contradicción entre ellos, que no deseo se produzca nunca, elegiría los intereses de España”.

 

Desde su exilio mejicano, exclamó:

 

“Me están vedados los cementerios de España, pero si pudiera volver a ellos pondría un ramo de rosas rojas en la tumba de mis adversarios que también lucharon por España.

 

Cuando en 1901 el catedrático socialista Fernando de los Ríos llega a Barcelona, toma conciencia por primera vez del incipiente nacionalismo catalán, al que consideraba empobrecedor y perjudicial para Cataluña, y una “evolución regresiva” que marginaba los grandes temas europeos, y que, en lugar de aunar voluntades se proponía a alejar de si a los no nacionalistas. Ni siquiera su admirado Maragall, concluía don Fernando, “puede desconocer cuán estrecho es el cauce que ellos han abierto para que por él se deslice la vida la vida nacional, y cuán reñido está el nacionalismo con el espíritu moderno”.

 

En su ejemplar, insuperable y brillante conferencia  pronunciada por don Fernando de los Ríos, eximio intelectual y Ministro socialista de Instrucción Pública de la II República , sobre “El sentido y significación de España”, el día 17 de enero de 1945 en el Circulo Socialista Pablo Iglesias de México, que termina,  rásguense las vestiduras los militantes socialistas que quieran, con esta frase: “  “Al volver a España no volvamos con iras y con odios, sino con un infinito amor, para salvar a aquella tierra, madre nuestra, a la cual yo digo, desde lo más hondo de mi alma: ¡SALVE ESPAÑA¡”.

 

Giner de los Ríos, por una parte, y Pablo Iglesias, por otra, fueron los dos puntos de referencia en la vida y obra de Fernando de Los Ríos. Así lo afirmaba el propio don Fernando cuando, en el entierro de Pablo Iglesias, se dirigió a Indalecio Prieto diciéndole. “dos hombres han revolucionado por igual la historia de España: don Francisco Giner de los Ríos y Pablo Iglesias. ¿no lo cree usted?”. El uno representaba lo mejor del liberalismo español; el otro, era el mejor símbolo del socialismo. Y Fernando de los Ríos fue el político español en el que se confluyeron ambas tradiciones socialista y liberal; fue el primer socialista que se atrevió a hablar de un socialismo liberal, que era lo mismo que decir un socialismo humanista (Virgilio Zapatero)

 

Resulta paradójico y escandaloso que los militantes socialistas no podamos   criticar al gobierno de coalición ni hablar en los órganos del PSOE de los anteriores temas y, sin embargo, sus aliados en el gobierno, ERC, y BILDU puedan criticar al gobierno que apoyan y exaltan el patriotismo de los nacionalismos vasco y catalán, con sus celebraciones multitudinarias y exhibición de banderas en  la Diada y en el Aberri Eguna; y que las ministras de Podemos puedan criticar al gobierno, y  votar en el Congreso contra el gobierno del que forman parte, como en la reciente votación de la Proposición de Ley del PSOE para reformar la Ley del Si es Si . Si algún órgano del PSOE o Agrupación Local cree que falto a la verdad en este artículo, celebraría pedir disculpas si me invitaran públicamente a pronunciar una conferencia sobre los temas anteriormente referidos.

 

 

*  Eligio HERNÁNDEZ GUTIÉRREZ

Presidente de la Sociedad Civil de Canarias.

Abogado en ejercicio y Magistrado jubilado.

Ex fiscal general del Estado y ex miembro del Consejo de Estado

Ex diputado en el Parlamento de Canarias.

Ex Gobernador Civil de S/C de Tenerife y Delegado del Gobierno en Canarias.

Ex miembro del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

Académico de la Academia Canaria de la Lengua.

Licenciado en Derecho por la Universidad de La Laguna (ULL)

Diplomado en Derechos Humanos por la Universidad de Estrasburgo.

Vicepresidente de la Fundación Juan Negrín.

Militante socialista.

Cristiano militante.

 

 

Santa Cruz de Tenerife, 1 de abril de 2023.

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