El miedo…
a la victoria

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Rafael Plañiol Lacalle *

 

¡Qué buen nombre el elegido en estos momentos para el nacimiento de “Canarias en Positivo”!… Para mi es el momento de leer en positivo. España en positivo, Europa en positivo, el mundo en positivo.

 

Hemos recibido un gran golpe, del que estamos aún dolidos y, sin duda, habrá heridas que tardarán en sanar. Pero lo que es evidente es que esta guerra la estamos venciendo, que ya se ve la derrota del mal y, más aún, lo estamos derrotando de una forma ejemplar. Esto no ha sido una guerra como las de antaño entre países y de batallas entre gobernantes, conquistadores o tiranos, exitosos o ineptos.

 

Ha sido una guerra entre el ser humano y el mal. Nuestros generales, oficiales y mandos han sido los que, cada uno, sin pretenderlo, en distintos lugares y países, se encontraron con la responsabilidad de asumir una función y liderar sus equipos. Lo primero que se nos viene a la mente son miles de directores de hospitales y todos sus abnegados “soldados”. Se escribirán estos próximos años miles de ejemplos heroicos de personal sanitario que, sin protecciones ni armas médicas adecuadas, se enfrentaron en las primeras semanas sin descanso, sin dormir. Muchos sabiendo que enfermaban, pero que su esfuerzo era necesario para salir victoriosos de este combate.

 

Pero también hay que pensar en todos los otros generales y sus equipos en miles de otras batallas, que ha habido y está habiendo todavía, haciendo todos un trabajo ejemplar. Encargados de residencias de ancianos, cuidando a los más vulnerables de nuestra sociedad, animando a sus trabajadores a seguir en sus puestos. A los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, convertidos en soldados de intendencia, logística, farmacia, como un cuerpo de paz y solidaridad.

 

Científicos y expertos de todo el mundo trabajando sin descanso, compartiendo la información que tienen, logrando en un tiempo récord avances increíbles en el tratamiento y la recuperación de infectados. Hoy en día ya se poseen medicinas y tratamientos adecuados para combatir este enemigo, sabiendo que los casos de recuperación superan ampliamente a los fallecidos.

 

Grandes fondos de inversión internacionales, empresas y organismos públicos están destinando enormes cantidades de dinero para conseguir una vacuna eficaz, que se sabe en unos meses, tal vez en un año, ya tendremos disponible.

 

No somos capaces de imaginar a veces la mentalidad que en estos momentos impera entre los grandes empresarios y mecenas de las últimas décadas… Los Bill Gates, Bloombergs, Amancios Ortegas, etc.… Miles como de ellos están poniendo y destinando ingentes cantidades de fondos para la recuperación económica.

 

Junto a todos estos ejemplos que vemos cada día en nuestras pantallas, se pusieron a trabajar todos los responsables económicos sin descanso, para tomar en poquísimo tiempo medidas económicas adecuadas, increíbles de concebir hace tan solo unos meses. La cantidad ingente de recursos monetarios y de ayudas para la recuperación, fluyen en todos los organismos internacionales.

 

Pero, detrás de ellos, hay un ejército de miles de personas en cada lugar de la administración mundial y de las empresas privadas, trabajando la mayor parte desde sus casas, realizando normativas, leyes, informes, marcos de deuda, adaptando en tiempo récord las formas de hacer que las medidas fluyan a la economía y a las personas.

 

Podría enumerar miles de otros ejemplos de personas, autónomos. Empresas, organismos, voluntarios… que estos días han estado y están trabajando sin descanso en otras áreas, demostrando que el mundo piensa de otra forma y que somos un ejército victorioso, que posee los mejores soldados de la historia. La victoria todos sabemos que está ahí… Hemos dado un ejemplo total a todas las generaciones de lo que juntos somos capaces.

 

Deberíamos estar festejando ya una victoria. La victoria de nuestra sociedad que unida es capaz de enfrentarse a un mal global y vencerlo. Sin embargo, es en la victoria en lo que estamos fallando, ya que, además de llorar por nuestros fallecidos, lo hacemos más por cosas materiales que transitoriamente hemos perdido. Miramos a corto plazo y preferimos amargarnos por problemas de este fin de año o del siguiente, y no queremos ver lo positivo que está siendo esta victoria mundial, y los ejemplos que sacaremos de ella.

 

Puedo imaginar los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, hace tan solo 70 años, donde, en lugar de estar felices por lo logrado y por el nuevo orden mundial de libertad y progreso que llegaba, estuviesen los principales medios de comunicación y los principales políticos, pesimistas y derrotados por el problema de los próximos meses.

 

La sociedad de confort y bienestar de los últimos años nos ha educado a disfrutar de la satisfacción de lo que tenemos y a quejarnos de cualquier menoscabo, de cualquier pérdida de ello. Por eso la mayor parte de esta sociedad no estaba preparada para esta guerra. Pero mucho peor es que no estuviese preparada para celebrar su victoria y, en lugar de ello, tiene miedo de ella.

 

Es ahora el momento de darnos cuenta de lo positivo de este mundo y el orden que entre todos hemos logrado en estos últimos años. De la seguridad que nos dan nuestras magníficas instituciones internacionales (F.M.I, Banco Mundial…) de la importancia de la Unión Europea y de los principios que rigen la misma y sus instituciones, la fortaleza de nuestro sistema financiero y del magnífico sistema sanitario que tenemos gran parte de los países occidentales.

 

Pero, sobre todo, de saber valorar y aplaudir a todos los que, desde cada lugar y en cada función, han sabido demostrar que juntos se vence a cualquier mal. El mundo siempre ha salido fortalecido de todas sus crisis y es de justicia ahora, en honor a todos los que combatieron, alegrarnos y animarnos por esa victoria.  Ya que, si somos capaces de trabajar así, todos unidos, a pesar de nuestras diferencias y nuestros intereses particulares, pero unidos y solidarios. Está claro que nuestro futuro será cada vez mejor.

 

Positivos ante la victoria. Y más aún en Canarias, donde hemos sabido cuidar en estos días a todos nuestros turistas en el sentido más amplio, donde hemos sido de las zonas europeas con menor incidencia, donde poseemos lo que cada vez más el mundo demanda: tranquilidad, sol y buenos servicios, dentro de la seguridad de la Unión Europea.

 

Tardaremos un tiempo, lógicamente, en recuperarnos plenamente, pero si somos capaces de aplaudir la victoria, y erradicar a aquellos que solo quieren ver el problema de los meses que perdimos en lugar de ver todo lo bueno que ganaremos, volveremos mucho antes a disfrutar de nuestras vidas.

 

Canarias en positivo, España en positivo, Europa en positivo… Nuestra generación en positivo. A pesar de la inoperancia de muchos de nuestros cargos políticos.

 

* Rafael PLAÑIOL LACALLE

Economista y empresario.

Consultor y consejero en sociedades.

 

5 de mayo de 2020.

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