EL MONÓLOGO / 115
Pachorra en materia de viviendas

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Por Pepe Moreno *

 

 

Bueno pues el sueño de un CD Tenerife en la Primera División del fútbol nacional se dilucidará mañana domingo, desde las 20 horas, y ahí sabremos si son los nuestros o los del Girona CF que en la ida lograron dejar su portería a cero y tampoco marcaron en la nuestra. Con el 0 a 0 de la ida, los catalanes tienen que ganar el partido de mañana domingo si quieren subir de categoría. Veremos a ver qué pasa. Las esperanzas son las mayores del mundo por este Tete nuestro y por el sueño de recuperar la Primera.

 

Como ese asunto está sin dilucidar, vamos con otro. El concurso de murgas, que como siempre tuvo un lleno absoluto en el Recinto Ferial de Tenerife y en el que las que pasaron a la gran final pusieron ayer el énfasis necesario para que fueran ellas las que se alzaron con los premios que se repartían y cuyos cartones acreditativos lucirán en la gran cabalgata que tendrá lugar el próximo fin de semana. Como el resultado final aún se dilucidaba a la hora en la que escribo este Monólogo, mejor lo dejamos para el próximo artículo, en el que, si ustedes lo permiten, analizaremos la capacidad de reacción o incluso como se han compuesto y qué dicen esas letras.

 

Por tanto, vamos a hablar de viviendas. El mercado de inmuebles para vivir se agita mucho y además está, ahora mismo en un rápido proceso de encarecimiento que agrava además el que los precios hayan subido hasta en un 8,5% con respecto al mismo periodo del año anterior a lo largo del primer trimestre del año. Los últimos datos apuntan a niveles récord en operaciones de compraventa, así como a fuertes subidas en los precios de los alquileres que siguen haciendo muy difícil el acceso a la vivienda, sobre todo en grandes ciudades, a jóvenes y familias de rentas bajas.

 

De hecho, ya podemos comprobar que hay ciudades en las que los precios se sitúan en los niveles que tenían durante de la burbuja inmobiliaria previa a la pandemia. Según he podido ver en algunos estudios, la compraventa acumula 14 meses de contínuas subidas. Los datos publicados esta misma semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se aprecia que se está produciendo un impacto y que parte de ella es como consecuencia de la elevada inflación, con lo que ya se ve una ralentización en el número de operaciones cerradas en el mes de abril.

 

Pero claro esos datos tienen varios “culpables” que frenan la oferta de obra nueva y que está directamente relacionada con el encarecimiento de los materiales de construcción. Esta incidencia añade presión sobre el mercado inmobiliario, que incide incluso las construcciones de segunda mano. Todo esto persiste y hace más necesario intentar reducir la desigualdad entre la ciudadanía y, por tanto, es necesario actuar sobre las condiciones de acceso a la vivienda, que se han endurecido en los últimos años, tanto en la vivienda en propiedad como en la de alquiler.

 

Un ejemplo de todo esto que estamos contando es lo que está pasando en la isla de La Palma, lugar en el que se ha puesto de manifiesto lo de la escasez de viviendas, lo que tardan en buscar casas para los que lo han perdido todo por la erupción o la necesidad de arbitrar medidas que palíen esta situación. Ni siquiera la ley de vivienda que el Gobierno envió al Congreso el pasado mes de febrero, podrá quitar presión a esta necesidad. Hoy muchos de nuestros compatriotas siguen esperando y desesperando por una solución que ahora se llama “habitacional”.

 

La ley estatal tiene todavía pendiente su tramitación parlamentaria. En la normativa se recogen varias iniciativas para promover el alquiler y limitar las subidas de precios, pero son las cifras de inflación general las que están complicando las propuestas que se hacen desde el Gobierno Central, como la declaración de precios que se hace en algunas zonas o las condiciones exigidas para topar los precios en determinadas áreas.

 

¿Qué ha producido esta forma de hacer las cosas? Pues que han provocado el efecto contrario, porque por un lado se han limitación de los precios de los alquileres, pero esto ha reducido la oferta y ha hecho más difícil el acceso a la vivienda de muchas familias.

 

Así, hemos visto como el informe al que hacíamos referencia antes, del Banco de España, se apostaba por poner el énfasis en la construcción de vivienda pública en alquiler, pero esta solución produce que los avances sean muy limitados e incluso tremendamente desiguales por todo el territorio.

 

Es duro leer en ese informe que un 48,7% de los españoles que vivían de alquiler a precios de mercado estaban en riesgo de pobreza o de exclusión social, el porcentaje más elevado de la Unión Europea. Sin embargo, según datos del Gobierno Central, apenas una de cada cuatro viviendas construidas con dinero público en toda España en 2021 se destinó al alquiler. Y diez comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia y La Rioja) no concedieron ni una calificación para vivienda pública destinada al arrendamiento.

 

Dicho todo esto, se hace más urgente la actuación de las administraciones públicas porque sigue pendiente en España una promoción pública y masiva de obra destinada al alquiler que consiga revertir la tradicional preferencia por la compra en lugar del alquiler, y acabe con la excepción española en el contexto europeo.

 

Han sido muchos los planes del Gobierno a lo largo de los años para promover viviendas sociales y hasta para que los jóvenes se pudieran emancipar, pero han sido más los anuncios que las paredes construidas y de poco han servido. Estamos en una época en la que los sueldos son más bien cortos y los precios muy altos. El alquiler, si es que lo encuentran, está en niveles prohibitivos y necesitan ganar más, operación que hoy es difícilmente alcanzable a tener de cómo están las nóminas.

 

Vamos a poner varios ejemplos. El pasado día 4 de mayo, el consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, presentaba el programa “Vivienda Vacía”, que se incluía entre las actuaciones del Plan de Vivienda de Canarias 2020-2025, y prometía que será la empresa pública VISOCAN a través de esta Aplicación Web, la que permitiría a las familias canarias registrarse como demandantes de viviendas y a los propietarios ofrecer sus viviendas no ocupadas, de esta forma se podría en el mercado del alquiler unas 700 viviendas en los próximos años.

 

Como iniciativa no está mal pensada, pero ¿a cuántos les ha llegado esta iniciativa canaria? A nadie. Seguimos de papeleo y de burocracia. Hablé con algunos de los funcionarios de este departamento y me dijeron que era pronto y que estaban evaluando y que los particulares que se han inscrito en este apartado son más bien pocos y que las viviendas ofrecidas no reúnen todos los requisitos.

 

Por lo tanto, seguimos con un grave problema que parece que tiene mucho de marketing y poco de realidad. Seguimos a la espera. Los que construyen viviendas no quieren la intervención gubernamental y las que edifican con dinero público lleva su tiempo porque los gobiernos anteriores no le metieron mano a esta situación.

 

En La Palma se pensaba que las casas prefabricadas que se iban a instalar en Los Llanos irían más deprisa, pero no ha sido así. Según me confesaba el propio consejero pensaba que estaba más adelantada toda la infraestructura que daría cobertura a ese emplazamiento, es decir, que iba más deprisa las acometidas de agua, saneamiento, luz y otros suministros básicos, pero que se ha demorado en el tiempo. A esperar.

 

En todas las islas hay proyectos, e incluso en algunas están trabajando en ello. Para una población tan pequeña como El Hierro, no ha sido hasta abril cuando se han entregado 24 nuevas viviendas de promoción pública en Valverde, tras ocho años sin entregar ninguna casa protegida en la isla. Estas construcciones han costado 2.766.654 euros. Ese mes de abril aún se estaban ejecutando en los remates finales. La fecha prevista para que los nuevos adjudicatarios puedan entrar en sus viviendas es el próximo mes.

 

Hay pachorra en este asunto, no sé por qué, pero la celeridad en todos los planes de viviendas del Gobierno se eterniza y solo nos alegra sus propuestas, sin que se veamos luego la entrega o que realmente se construyan en tiempo y forma. Es posible que el actual Ejecutivo esté preocupado por este asunto, pero hay que rematarlo y sobre todo llevar a buen término las ideas presentadas.

 

Agua pasada no mueve molino, pero es conveniente saber quién no hizo nada en esta materia en el pasado. Y lo mismo tiene que hacerse en la actualidad. ¿Seguirán viviendo de la propaganda?

 

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

Islas Canarias, 18 de junio de 2022.

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