EL MONÓLOGO / 141
Otra vez

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Por Pepe Moreno *

 

 

Otra vez sale el nombre y la figura de Julio Cruz, que ya tiene el marchamo de alto funcionario de carrera, esta vez ligado al Ayuntamiento de La Laguna, puesto laboral para el que fue solicitado en Comisión de Servicio desde el Cabildo de La Gomera en el mes de mayo de este año que está a punto de acabar. Y digo otra vez, porque en el pasado también ostentó tamaña responsabilidad en el Consistorio de Santa Cruz de Tenerife cuando gobernaba la institución el PSOE con el apoyo de Unidas Podemos, y de una parte de Ciudadanos.

 

En aquella ocasión, en cuanto llegó la actual mayoría, formada por Coalición Canaria, el PP y una concejal, Evelyn Alonso, que no se sabe a qué partido representa, pero que ostenta una serie de cargos imprescindibles para darles el voto a los que conforman esa mayoría, Julio Cruz fue cesado en sus cargos y retornó a su puesto de gran funcionario en el ámbito insular de su isla.

 

Pero claro, allí no estaba a gusto, entre otras cosas porque el actual mandatario gomero, Casimiro Curbelo, lo tenía cruzado. Hay que recordar que Cruz fue alumno aventajado de Curbelo hasta que vio la posibilidad de hacerse con el control del partido después de que el presidente del Cabildo, que en esa época era también senador, cayó en desgracia a cuenta de un affaire en una sauna madrileña.

 

La entonces secretaria de Política Internacional del PSOE y coordinadora de la campaña electoral socialista para las generales, Elena Valenciano, llegó a decir que no lo quería entre los suyos y se montó una buena en aquella época. Curbelo dimitió como senador y se quedó en el Cabildo Insular, del cual era presidente, y fundó lo que hoy conocemos como Agrupación Socialista Gomera (ASG), con la que consiguió en 2015 tres de las cuatro actas para el Parlamento de Canarias. El cuarto fue del PSOE.

 

Con este bagaje, Julio Cruz, que había sido senador en representación de la Comunidad Autónoma y que al no estar en el Parlamento Canario no podía revalidar el cargo, se vio abocado a volver a La Gomera como funcionario de clase A, la oposición más alta en la administración. En 2019 las cosas volvieron a suceder de la misma manera, tres diputados para ASG y uno para el PSOE. Casimiro Curbelo cambió el gobierno de Clavijo por el del socialista Ángel Víctor Torres y firmó el Pacto de las flores.

 

Mal asunto porque Cruz no podría quejarse a su partido y, además, como representante de algún organismo siempre contaría con el veto de Casimiro Curbelo. Ni Autoridad Portuaria, ni Delegación del Gobierno ni nada. En medio de todas las constituciones de los Ayuntamientos, triunfaba la opción socialista en la capital tinerfeña con Patricia Hernández como alcaldesa. Y ahí vio Julio Cruz su porvenir. Fue contratado como director general de Organización y Régimen Interno en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a pesar de que quedó el cuarto en un concurso público. Y estuvo en el cargo unos meses. Se denunció, además de la forma de acceso al cargo, que a la oposición nunca les entregaron el expediente del nombramiento.

 

Bueno pues otra vez ha vuelto el poder socialista a colocarlo fuera de la isla colombina. Ahora es en La Laguna, lugar en el que el secretario del pleno de ese ayuntamiento, Octavio Fernández, dice que el nombramiento, como director del área de Presidencia y Planificación de ese consistorio, “es a dedo” y por tanto es “nulo de pleno derecho”. El informe está fechado el pasado 30 de noviembre y se exige que se anule de oficio por la vía administrativa de esta incorporación debido a su ilegalidad y se saque el puesto a convocatoria pública, como debió hacerse desde el primer momento. Pero hay más.

 

Porque en ese informe se dice que esta incorporación está viciada de pleno derecho ya que vulnera el derecho de acceso a funciones y cargos públicos, que consagra el artículo 23 de la Constitución, del resto de funcionarios que también pueden optar a dicho puesto de trabajo. Asimismo, se infringe el procedimiento que establece la ley al no realizar una convocatoria pública previa, por lo que el nombramiento va en contra de los principios de publicidad y transparencia en el acceso al empleo público. Y todo esto desde el mes de mayo.

 

El otro día, entrevistando a Casimiro Curbelo, le pregunté si sabía algo y me contestó que “cómo no voy a saberlo, si tuve que firmar el consentimiento de ‘comisión de servicio’”. Es decir, que también lo sabía y los demás nos enteramos seis meses después por un informe del secretario del pleno y porque el periódico El Día lo publicó. Y ahora, ¿quién paga esos seis meses que ha estado el hombre de forma ilegal en el puesto?

 

Además, en las últimas horas, la oposición en el Ayuntamiento de La Laguna y la Junta de Personal de dicha institución, órgano de representación colegiada del personal funcionario, piden el cese del exsenador y exdiputado socialista Julio Cruz como director del área de Presidencia y Planificación del Consistorio lagunero. ¿Han hablado los partidos que componen la mayoría de Gobierno de La Laguna, es decir, PSOE, Avante y Unidas Se Puede? ¿Ustedes los han oído? Pues eso. Que otra vez asistimos los ciudadanos a una puesta de escena en las que algunos parece que adecúan la legalidad a sus intereses.

 

Luis Yeray Gutiérrez, el alcalde, no ha hecho nada para que La Laguna tenga un mercado, se ha movido por las ramas diciendo que hay que realizar consultas, se entretiene en los andurriales y parece que se mueve para que no se le tilde de inmovilista, pero no ha hecho nada. Lo de Las Chumberas se lo arreglaron los que lo precedieron y los de Madrid se lo desbloquearon para que el asunto le fuera bien, de resto ha hecho bien poco. Su concejal de urbanismo, Santiago Pérez, poco le ha arengado para que espabile y le ha dejado no hacer nada. Hoy todavía esperamos por las explicaciones que “alguien” debe dar de que un concejal delegado, de competencias y zonas, estuviera disfrutando de un coche oficial para él a costa de todos los laguneros. Un coche que tenía hasta la sillita de un bebé y que parece que estaba a nombre del Ayuntamiento, el de La Laguna, desde el comienzo del mandato en 2019. ¿Han oído una explicación? Pues yo tampoco. Y es que el alcalde debía de estar liado con traerse a este oprobioso funcionario, Julio Cruz, para su gabinete, el suyo sin más dilación y eso le tenía el seso ocupado. Será eso, pero poco bagaje para tres años y medio largo en el poder.

 

Otra vez vemos como La Laguna no tiene suerte con sus mandatarios y cómo se pasan los años sin que se le meta mano a temas que tienen mucho que ver con su futuro. ¿De verdad cree que una Ciudad Patrimonio de la Humanidad puede tener su mercado principal de abastos bajo una lona, en una carpa que está ya más caducada que el Orange Crush?

 

Y cambio de asunto, porque otra vez vemos al presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, detallando las tres obras principales que se tienen que acometer para resolver el atasco permanente que se vive en la TF-5. Otra vez, y perdón por la reiteración, se habla de la variante de La Laguna, del tercer carril Guamasa-La Orotava y del tramo del anillo insular San Juan de la Rambla-Icod.

 

Estas son las principales, porque también habló del cierre por el oeste, con el tramo El Tanque-Santiago del Teide, y del túnel de Erjos, que ya está horadado en un 70% y cuya finalización debería estar terminada, según Martín, para marzo de 2025. Según todos los comparecientes en esa rueda de prensa, con este proyecto, unos 30.000 vehículos irán al Sur por las nuevas vías, lo que contribuiría a que de esta forma se descongestione la ahora intransitable TF-5.

 

Y uno se pregunta, ¿por qué no antes? ¿A cuenta de qué han esperado al final de la Legislatura para presentar estos proyectos y no antes si las colas vienen de cuando hicieron la vía? Porque estamos en tiempos electorales, porque de nuevo hay que ir calentando los motores y porque es una manera de no decir que hasta ahora han sido unos ineficaces en tratar este asunto, que las colas han seguido con Coalición Canaria y con el Partido Socialista en el poder de la institución tinerfeña y que los que han ostentado la Presidencia no han hecho nada por aliviar la circulación en Tenerife.

 

En esta isla ya estábamos con la mosca detrás de la oreja después de oír al vicepresidente del Cabildo, Enrique Arriaga, que tendríamos que esperar a 2028 para ver algo de los proyectos y de los alivios a los colapsos automovilísticos. El presidente de la Corporación salió al paso y dijo no ser “tan pesimista como el vicepresidente” y que “no hay que esperar a 2028”. Martín explicó que “ya tenemos un proyecto terminado; el de la vía desde Guamasa hasta la parte baja de La Laguna, que supondrá un cambio radical en los problemas que tenemos en la TF5”.

 

El hombre añadió que “tenemos el proyecto y el dinero, solo estamos a la espera de la evaluación medioambiental, y si se obtiene, podríamos empezar ya la adjudicación, y el próximo año podemos estar iniciando las obras”. En el 2024 y después lo que tarden en realizarlo, que será allá por el 2027. Entonces, ¿cuánto estamos ahorrando en tiempo? Y, además, como siempre, estamos pendientes de una declaración de impacto medioambiental que invariablemente caduca aquí y no en otras islas, o aparecen especies que hay que proteger.

 

A esto le añadimos lo que dice la patronal Fepeco sobre la situación de la isla. Bien es cierto que son gentes que viven de construir y que muchas veces no miran ni las consecuencias porque les ciegan los piches y los bloques, pero démosles un fisco de chance.

 

Dicen ellos que lo que estamos viviendo en las carreteras es “un colapso viario absoluto en Tenerife, por no ejecutar en tiempo y forma, las obras que venían especificadas en los distintos Convenios de Carreteras, como se ha emprendido y concluido en las demás islas, con una gestión eficiente de ejecución de obra pública viaria”.

 

Los constructores añaden que “la dejadez, la indolencia, la ineficacia e ineptitud de la mayoría de los políticos de Tenerife, incluyendo a todos los partidos políticos, sin excepciones, junto al noismo paralizante, ideologizado, folklórico y activista que lleva a la pobreza social, son los verdaderos culpables, incluso en algún caso con nombres y apellidos, de que Tenerife no arranque, ni a ralentí”. Duro el diagnóstico, ¿no? Pero muchos de los que están leyendo este artículo no le quitarían ni una coma a lo escrito por la patronal de la construcción.

 

Pero es que además ponen el dedo en la llaga cuando afirman que “hay una evidente descoordinación interadministrativa entre las distintas Consejerías del Gobierno de Canarias. Lo que intenta la de Obras Públicas, lo paraliza, Transición Ecológica, debido a una conocida enfermedad de rivalidades funcionariales, egos personales o antagonismos entre los Servicios correspondientes”.

 

Y claro, todo esto nos lleva a que mucha gente tenga ya un evidente enfado, crezca la crispación, nadie se crea las promesas ni las ruedas de prensa en las que aparecen los proyectos, las infografías y se retrasen, sin fecha, las licitaciones.

 

En esas estamos, otra vez con el pasado a cuestas, con lo que se puede hacer, con políticos sacándose de la chistera electoral los objetivos para que el futuro sea más venturoso que el presente. Colocando a los suyos en puestos claves. Son muchas veces oyendo lo mismo, viendo lo mismo y no ejecutándose casi nada. Habrá otras veces, ya verán.

 

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

Islas Canarias, 17 de diciembre de 2022.

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