EL MONÓLOGO / 148
Demasiadas cosas pendientes

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Por Pepe Moreno *

 

 

Ya estamos en febrero, comenzando el primer fin de semana del segundo mes de este 2023. Este será un año electoral en todos los sentidos. Tendremos el 28 de mayo unas elecciones que dilucidarán quiénes conforman los ayuntamientos, cabildos y el Parlamento de Canarias del que saldrá el Gobierno autonómico que se enfrentará a los próximos cuatro años. Y también, antes de que acabe el año, se celebrarán unos comicios para elegir al Congreso y el Senado del que saldrá un nuevo Ejecutivo central.

 

Pero mientras eso sucede nos tenemos que enfrentar a los problemas actuales. Esta misma semana hemos sabido que no habrá oposiciones en el ámbito educativo, que, para eso, de momento, tendremos que esperar al 2024 y ya veremos cómo nos viene dada la situación, porque cada vez hay menos chiquillos, las plazas de los colegios no todas se cubren y ya no es necesario tanto colegio como se había proyectado.

 

Lo que sí se resolverá este año, no antes de junio, es el proceso del concurso de méritos, que aglutina la mayor oferta dentro del proceso de estabilización que ha programado la Consejería de Educación y que ya ha tramitado 34.600 solicitudes de docentes para obtener una de las 3.948 plazas que se otorgarán sin necesidad de hacer examen.

 

En nuestra Comunidad Autónoma se tenía preparada una convocatoria para 1.165 plazas en dos convocatorias: 449 a la que se podía presentar todos aquellos que querían impartir enseñanza primaria, es decir maestros o maestras, y otras 716 plazas para secundaria y resto de cuerpos docentes. Hasta ahora se han recibido 27.539 solicitudes para estas pruebas.

 

Pero claro, hay que buscar aunar voluntades y con esta decisión conseguirán que mucha gente esté contenta con el asunto. Los sindicatos han sido los primeros en aplaudir que no haya convocatoria y algunos de ellos se han apresurado a decir que esta decisión se benefician las opciones del personal interino. Por eso podemos decir aquello de que detrás puede haber un interés electoral. Y es que no debemos olvidar que hay una prueba menos que en el sistema tradicional o que no hay que aprobar el primer examen para seguir adelante en el concurso.

 

¿A quiénes puede beneficiar este tipo de decisiones? Pues no olvidemos que para estas oposiciones en Canarias se han recibido 27.539 solicitudes, que se distribuyen en 12.965 para profesorado de Secundaria; otros 12.420 en las de maestros; 852 de profesores Especialistas en Puestos Singulares de FP; 729 para Artes Plásticas y Diseño y 527 en las Escuelas de Idiomas.

 

Eso en Educación, además de los siete millones que este mismo miércoles transfería el Gobierno a los transportistas y cuya cantidad sirvió de reivindicación para el paro patronal que llevaron a cabo el pasado día 9 de enero, cuando las clases se iban a reanudar.

 

El anuncio se realizó tras la reunión del presidente del Gobierno con el presidente de la Federación de Empresarios de Transportes y prometerle que le pagarían esos 7 millones de euros con los que abonar pagos «antiguos» que ya estaban apalabrados con las empresas de transporte escolar.

 

Se ha logrado, en muy poco tiempo, comprobar cada una de las rutas del transporte escolar y de las empresas que los desarrollan, y de esta forma pueden ya cobrar. Tenemos que recordar que este tipo de expedientes son «complejos», con un proceso en el que hay que analizar cada ruta y actualizar las distintas cantidades que se percibirá.

 

Para llevar a cabo este trabajo, la administración no ha dudado en reforzar el personal, con el fin de poner al día todo este entramado, se han reunido con la Federación, se han cotejado todos los documentos y se han atendido las peticiones que realizaba la patronal. ¿Se dan cuenta que esto también tiene sus votos? Pues eso.

 

Porque aquí se ve la voluntad del Gobierno de acometer todo este asunto, que no le quito la importancia y entiendo la petición de los empresarios de actualizar los dineros y los trayectos. Porque es necesario acometer una mejora que no se ha hecho en el pasado y en el que está incluido el propio encarecimiento del combustible, de las materias primas, de los vehículos o de los sueldos de los que trabajan en este sector.

 

Hacer un paro le ha sentado muy mal a todos los implicados: al Gobierno por la mala imagen que le puede dar no haber cumplido algo a lo que se comprometió en el pasado, a los transportistas porque tuvieron que devengarse al menos un día y a los padres, porque ese día o dejaron a los chiquillos en su casa o los tuvieron que llevar ellos mismos.

 

Pero hay otros asuntos que, como ya hemos dicho en anteriores artículos, no se han afrontado y se ha ido acumulando a lo largo de estos años. Como las obras públicas, que vemos en estos días como están aprobando documentación a mansalva, expedientes de impacto medio ambiental que sale a troche y moche, que se solventan problemas de toda la vida en un plis plas, sin que falte, incluso, lo de “donde dije digo, digo Diego” como ha hecho determinado senador en los últimos tiempos con una vía a la que siempre se oponía, menos ahora que la presenta su propio grupo político.

 

Y todas son obras que se pedían desde hace tiempo, que podrían servir para acabar con tanta cola en nuestras autopistas, que solventarían los atascos de cada día, pero lo que chirria es que se desbloqueen ahora y no antes y que durante toda la Legislatura se haya esperado a su final para su redacción. Ahora nos dicen que no había proyectos y de que se encontraron con que todo se resumía a varias infografías sin petición de documentos oficiales y que claro, así, es como si no hubiera nada.

 

No quito que sea así, ni le llevo la contraria a nadie, pero ¿han tenido que esperar tanto para ver que no había nada? ¿es ahora el tiempo de creer que van a hacer algo? Decían el otro día algunos dirigentes regionales de las 13 obras previstas para esta legislatura en Tenerife la prioridad se centra, ahora, en todas las que se deben realizar en la autopista del norte, la TF-5. Ahora le quieren dar prioridad.

 

El propio presidente del Cabildo, Pedro Martín, ha dicho que el problema más grave se lo encontró en la autopista del Norte y sobre todo por la continuación de la carretera Icod de los Vinos-San Juan de la Rambla, el tercer carril La Orotava-Guamasa, y la variante desde Guamasa hasta Lora y Tamayo, en La Laguna, que es la que les contaba antes que pasará junto al aeropuerto Tenerife Norte y desviará el tráfico para llegar por debajo de La Laguna. Cuan largo me lo fiais.

 

Y luego está el asunto de los trenes. Esta misma semana hemos visto al vicepresidente del Gobierno, Román Rodríguez visitando como un desagallado a autoridades comunitarias, a empresas que hacen máquinas y convoyes que se mueven con hidrógeno, buscando fondos y viendo la posibilidad de un transporte de viajeros que una las capitales insulares con los sures de las islas.

 

La delegación, de la que también formaba parte el consejero de transportes y los responsables de la movilidad de los cabildos de Gran Canaria y Tenerife, hacer todo tipo de gestiones para que tengamos unos medios de transportes acordes con nuestra geografía. Y hemos asistido también a una polémica en la que no han faltado las descalificaciones.

 

Estamos hablado de un proyecto que tendría un coste total de unos 2.200 millones, de los que se han gastado ya 25 en estudios preliminares, para atender una demanda de 17,6 millones de pasajeros al año. Según hemos podido ver en el pasado tendría una longitud de 80 kilómetros que estarían divididos en siete paradas (hasta once si se plantearan ampliaciones) e incluso se había previsto que contara con un espacio para talleres y cocheras situado en Fasnia.

 

Pero ha sido el propio presidente del Cabildo el que le ha respondido a Román Rodríguez exhortándole “a que diga cuánto dinero va a aportar el Gobierno de Canarias, cuánto se conseguirá de Europa, y cuanto le va a costar al Cabildo de Tenerife, porque aquí todo el mundo habla del tren, pero no de quién lo va a pagar”.

 

Pedro Martín fue claro y concluyente al afirmar que “yo lo que no quiero es dejar a los ciudadanos de Tenerife en el futuro endrogados, con dinero que haya que pagar durante muchos años por esta inversión”.  Además, insistió en que “si hay que hacerla, hay que tener muy claro en cuánto nos vamos a tener que endeudar y a partir de ahí arrancamos, pero tengo ganas de ver de verdad cuál va a ser el modelo de financiación y eso no se descubre viendo trenes de hidrógeno”.

 

Es decir, prefieren la polémica, que seamos los ciudadanos los que debatamos este asunto y que se alargue en el tiempo sin dar una solución. Mientras llegará el 28 de mayo y se elegirá una nueva Corporación y veremos si nos siguen gobernando o desde la oposición diciendo lo mal que esta todo lo que hacen desde el Ejecutivo.

 

Han propiciado medidas como la subvención a los carburantes, han sacado un bono de transportes gratis que ha hecho aumentar el número de viajeros que van en una guagua y han realizado un tope máximo para las tarifas de la luz y del gas y ahora son incapaces de ponerse de acuerdo en si nos hace falta un tren o si necesitamos más vías por un territorio en el que cada vez se echa más en falta cultivos o explotaciones ganaderas.

 

Estamos en un tiempo en el que el debate va a ser necesario, pero entre ellos, entre los que figuran en unas listas electorales en las que parece que les va la vida, por tanto, que no nos pasen a los ciudadanos las responsabilidades de tomar las decisiones. Gobernar es decir qué se hace y eso parece que algunos lo han olvidado.

 

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

Islas Canarias, 04 de febrero de 2023

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