EL MONÓLOGO / 164
Reflexión para una jornada

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Por Pepe Moreno *

 

 

Hoy es día para reflexionar, para ver qué votamos mañana, domingo, para elegir a los que componen nuestros ayuntamientos, cabildos y Comunidad Autónoma. Recuerden que aquí en Canarias tendremos cuatro urnas y que los votos van por colores: el blanco para el Ayuntamiento, el verde para los Cabildos y dos urnas para el Parlamento Canario, una de color sepia y otra amarilla. La papeleta y sobre de color sepia será para las candidaturas insulares, la que se presentan en cada una de las islas, y la amarilla por la circunscripción autonómica, es decir que figurarán los mismos nombres en toda Canarias.

 

Así pues, hoy no se puede hacer política ni adoctrinar sobre lo que cada uno debe hacer. Además, ni es mi estilo, ni le digo a nadie por quien debe hacerlo. Les supongo a ustedes, los lectores, suficientemente adultos para saber qué tienen que hacer y a quien le tienen que entregar los votos para los próximos cuatro años. Entre todos dejamos que los nuestros, los que depositamos, sirvan para elegir lo que queremos. La campaña ha sido larga, porque llevamos meses oyendo a los que mandan, y a los que están en la oposición, decir cosas que unas veces nos han gustado y otras nos han encochinado, por tanto, ahora es tiempo de hacer balance sobre qué opciones nos atraen más o aquellas que ya descartamos.

 

Lo importante es ir a votar, que no nos quejemos después de cómo es posible que hagan esto o lo otro y que nosotros no hemos participado en eso tan cursi que se dice que es lo de la fiesta de la democracia. Tenemos que ir a votar mañana, ejercer ese derecho que un día nos dimos y que algunos hacen con el corazón, o con la cabeza, y que otros ejecutan casi con las tripas. Somos muy dados a votar en contra de alguien y eso, que también es democrático, nos puede traer unos resultados que no queremos.

 

Por ejemplo, no ir a ejercer el sufragio al que estamos llamados puede dar como resultado que se proclamen unos números finales con los que no estamos de acuerdo en absoluto y que la abstención sea mayor que los participaron, que fue lo que pasó en las últimas elecciones locales. Recordemos que en el 2019 la abstención rozó el 47 por ciento y que, por tanto, los votos recogidos apenas fueron el 53 por ciento. Es momento de seguir sumando, que la gente sepa a quién votar y que aquellos a los que les favorece esa renuncia a participar no se lleven el beneplácito a cuenta de la baja participación.

 

Es el momento de dejar constancia de que estamos por los derechos y por los deberes de una Comunidad en la que cada uno de nosotros, y por tanto de nuestros votos, cuenta. No vale decir que ellos se arreglan y que pactan sin contar con su electorado. Al final, dentro de otros cuatro años los podemos premiar o castigar en función de lo que hayan hecho.

 

Por eso es importante participar mañana. Fíjense que no es lo mismo votar en blanco que hacerlo de forma nula. Por ejemplo, escribir algo en una papeleta es un voto nulo, y, por lo tanto, no tiene incidencia en el resultado final. Pero el voto en blanco es cuando introducimos el sobre vacío y electoralmente se considera que es un voto válido. Ahí está el matiz, en la mayoría de los casos, en un porcentaje elevadísimo, no influye tampoco en el reparto de escaños. Aunque en casos concretos, puede afectar.

 

Cuentan, sin ir muy lejos, el caso del municipio de Agüimes en el que el Partido Popular obtuvo el 4,96 % de los votos válidos emitidos. No llegó a la barrera del 5 % y se quedó fuera del Ayuntamiento. Si los 118 votos en blanco no se hubiesen registrado, el Partido Popular podría haber llegado a ese 5 % y tendría ahora un concejal que no tiene. Por lo tanto, la abstención o el voto nulo nunca tienen incidencia en los resultados electorales, pero podemos hacer una lectura muy diferente si se trata de votos en blanco.

 

En el final de esta campaña electoral hemos visto que en algunos lugares se está investigando el voto por correo por estar relacionado con la compra de votos que algunos han emprendido, con el fin de asegurarse una cifra que no tendría nunca. La Fiscalía Anticorrupción investiga ahora mismo algunos casos que se han denunciado en La Gomera, en Arona y en Adeje. En la isla colombina se han descubierto unos 20 certificados digitales en los últimos meses que se habían instalado en uno de los ordenadores de la Corporación “con carácter urgente” para que “posteriormente dichas personas puedan emitir el voto por correo”. Por lo que se sabe, hasta ahora, el fin habría sido tramitar las solicitudes de voto por correo de diferentes vecinos desde un despacho del Cabildo. En algunos casos, sin que ni siquiera los ciudadanos interesados estuvieran presentes.

 

Esta denuncia data del pasado 18 de mayo y en todos los casos son gentes que tienen entre 60 y 80 años. Otra de las cuestiones a dilucidar es quien efectúa el voto “si el ciudadano que ha obtenido el certificado electrónico a través de dicha vía o el funcionario público que presta sus servicios en dicho ente”, que no es otro que el Cabildo de esa isla. ¿Tendrá recorrido la denuncia? ¿Tiene consistencia? ¿Es una moda por lo que está pasando en otros sitios? Son preguntas que ahora mismo tienen la contestación que cada uno le ponga.

 

Lo mismo sucede en Arona, donde se ha presentado una denuncia, firmada por CC, PP y Más por Arona, en la que señalan una supuesta compra de votos en el municipio tinerfeño a partir de una conversación de un grupo de WhatsApp privado de actividades deportivas en el que figura un cargo de confianza del alcalde del PSOE, José Julián Mena.

 

Al parece, un interlocutor manda una fotografía con un sobre electoral donde se ve al candidato y las palabras José Julián Mena alcalde, acompañado de las siguientes palabras: «Manuel, el caballo y yo estamos contigo». Tras esta publicación, el actual asesor del alcalde responde textualmente: «No esperaba menos. Los 50 euros cuando votes».

 

Una vez conocida esta información, las candidatas de las tres formaciones políticas, a saber, Clara María Pérez (CC), Fátima Lemes (PP) y Dácil León (Más por Arona), decidieron ponerla en conocimiento de las autoridades pertinentes, quiénes serán las encargadas de esclarecer si se ha podido cometer un posible delito en esta forma de proceder.

 

Pero, claro, el PSOE de Arona se ha revuelto y dice en un comunicado que los denunciantes deben aportar más pruebas, al tiempo que rechazan «el nivel de suciedad y desesperación que está caracterizando la campaña electoral en el municipio» donde, a su juicio, «no se están respetando las mínimas garantías democráticas» con «el envío masivo de noticias falsas, acusaciones en medios de comunicación, insultos, acoso, encuestas falsas, la presentación de anónimos y atribución de delitos a familiares del candidato socialista, así como el acoso de medios de comunicación de extrema derecha». Ya estamos.

 

Así pues, tenemos al municipio sureño de Arona muy dividido con este tema. En La Gomera la noticia genera sospechas, porque todo lo que huela a mayorías está ahora mismo en entredicho. En Santa Cruz de Tenerife se debate, desde el jueves, lo que ha pasado con José Ángel Martín, el ex número dos de la candidatura de la exalcaldesa, Patricia Hernández, que, al parecer, agredió a un hombre y le provocó la fractura de la tibia, el peroné y el tobillo.

 

Una trifulca que deja en mal lugar a una persona pública que ha tenido que renunciar a todos los cargos que tenía. No se sabe cómo fue la pelea, porque primero fue una puerta, derribada por Martín de una patada que le cae a la víctima en la pierna, luego que la puerta no se derrumba, sino que golpea al ahora accidentado, después que el herido se cayó en un forcejeo y así alguna versión más. Lo cierto es que hay una víctima y un agresor. ¿Cómo pasó? ¿Qué fue? Habrá que oír a los protagonistas, pero estos aún no han hablado.

 

Estamos, como dije al principio, en el día de reflexión. El que nos debe llevar a pensar a quién depositamos la confianza mañana. Ha sido una campaña bastante diferente a lo que hemos vivido en el pasado, pero en la que no ha habido respuesta para las grandes preguntas que nos hacemos ahora mismo todos los ciudadanos: cómo va a evolucionar la economía, cómo sobreviremos a una carestía de la vida que nos está dejando a todos esquilmados de perras, cómo afrontar el encarecimiento de los tipos de interés en las hipotecas, si es que las hemos contratado, como desafiar el tiempo de incertidumbre que se avecina tras el verano, incluso como haremos este verano con todo más caro.

 

Lo más notable que nos ha sucedido en estos siete días que han transcurrido entre el artículo del pasado sábado y éste, con todas las incidencias que tuve para poderlo escribir, es que se ha celebrado el Salón Gastronómico de Canarias que ha sido un completo éxito y que José Carlos Marrero, como siempre y en cada edición, se ha desvivido, las empresas han respondido y hoy sabemos que la gallina canaria, que era el ingrediente secreto de los platos de este año, puede ser incluida en cualquier carta de restaurante que se precie. Y en esto hay quien gana y quien se las apunta, como es el caso de Gran Canaria, isla en la que cada día hay mejor gastronomía, mejores chefs, unas bodegas que van subiendo y unas estrellas y unos soles que a poco que Tenerife se confíe, lograrán los objetivos que se marcan.

 

En fin, que hoy no he querido hablar de política, que para eso tenemos todos los días del año, pero la legislación vigente dice que no es día para ello. Lo que pasa es que deberíamos revisar eso del día de la reflexión, porque igual si lo pensamos bien, que es un buen sinónimo, a lo mejor en los tiempos en los que corren no hace falta una jornada como esta que estamos viviendo.

 

Durante esta campaña electoral hemos visto a los políticos hablarnos de obras como si ya estuvieran hechas, de planes de futuro como si ya estuviéramos en ese tiempo, o como si ya se hubieran concedido licitaciones y concursos. Los trenes circulan por unos raíles extendidos en terrenos expropiados y casi oímos sus pitidos, gracias a las descripciones de algún candidato. Y se nos ha ido el santo escuchando esos sonidos.

 

Mañana habrá que ir a votar, es lo mejor, pero debemos hacerlo por nuestro bien y no contra nadie. Ustedes ya me entienden.

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

Islas Canarias, 27 de mayo de 2023

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