EL MONÓLOGO / 175
Entre el descanso y la estrategia

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Por Pepe Moreno *

 

 

Estamos en pleno agosto y se nota. Estamos en verano, ese mes que tiene para muchos dos modos: el de las vacaciones, en el que durante algunos días puedes rascarte la barriga (e incluso algunos pueden elegir en qué lugar del mundo hacerlo) y disfrutar de la vida que te mereces; y el del resto del verano. Que, básicamente, consiste en tener que hacer tu trabajo y el de tus compañeros que sí están de vacaciones, arrastrarte a la oficina entre olas de calor y esquivar las mil obras que proliferan en las ciudades. Es un tiempo diferente que tiene muchas lecturas. Es lo que llamábamos antes ferro agosto, el tiempo en el que poco había que contar, pero que ahora parece que no es así, porque sacamos noticias y cosas que comentar de dónde no las hay.

 

Estamos en un tiempo en el que las conversaciones políticas, y los comportamientos, tienen mucho que contar. Con un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que primero se cogió unas vacaciones en Marruecos y ahora está en La Mareta, en Lanzarote, soleándose mientras los demás siguen en la búsqueda de una mayoría que lo vuelva a dejar de inquilino en La Moncloa. Días que pasan en medio de un ir y venir en busca de quien compone, primero la Mesa del Congreso y luego en un número suficiente de parlamentarios que dé la investidura a un lado u otro, a Feijóo o a Sánchez y metiendo en medio la figura del Rey para ver quien lee el discurso y pide a los demás diputados que le otorguen la confianza de gobernar.

 

¿Es irresponsable lo que hace Sánchez con sus vacaciones? Creo que a todos nos llega el tiempo del descanso y que se puede combinar con el de estar pendiente de lo que suceda. Me imagino como estarán esos teléfonos móviles en este mes. Con un Sánchez que es posible que deje hacer a sus correligionarios y que después entrará para arreglar los desaguisados que algunos hayan podido hacer. Con un Félix Bolaños de fontanero mayor buscando la suma de apoyos, hablando con unos y con otros para ver si le componen a su señorito el máximo de votos para que siga y al mismo tiempo, dicen, que, postulándose como presidente del Congreso, que para eso lleva mucho tiempo trabajando para los demás y nada para él.

 

El hombre anda incluso hablando con un prófugo de la Justicia como es Carles de Puigdemont, que sigue viviendo en Waterloo, y al que nadie dice nada, al menos los medios de comunicación afines. El miércoles se llevó un gran varapalo cuando el Sala de Vacaciones del Tribunal Constitucional inadmitía a trámite el recurso que presentó contra la orden de detención que dictó el Tribunal Supremo por los delitos de desobediencia y malversación. De esta forma, el juez instructor del ‘procés’ en el Supremo, el magistrado Pablo Llarena, le da la razón y sigue vigente la detención del líder independentista. Esto sucede porque acordó procesarle por los delitos de desobediencia y malversación agravada en el marco de la revisión que efectuó tras la entrada en vigor de la reforma del Código Penal, que derogó el delito de sedición por el que en un principio se investigaba a Puigdemont.

 

Pero claro, la decisión no podía quedarse así y esa misma tarde la Fiscalía del Estado acordaba recurrir, a partir de septiembre, esta decisión al considerar que no era urgente resolver ahora sobre este asunto. Como se ve, la Justicia también tiene distintas varas de medir esta decisión y aplica aquello de “eres de los míos o no”.  ¿Y por qué en septiembre no ahora? Porque agosto es un mes inhábil para este tipo de trámites.

 

Al PSOE de Pedro Sánchez no le interesa que ahora, en plena negociación, le pongan las cosas difíciles al que fuera “president” de la Cataluña independiente y, por lo tanto, tiene que darle los argumentos necesarios para que el hombre esté más tranquilo y vea que los que están buscando sus votos se mueven y no dejan nada pasar. La razón es que, claro, todo el catalanismo independentista se movilizó la misma tarde. La número dos de Esquerra Republicana (ERC) en las elecciones generales del pasado 23 de julio, Teresa Jordà, cuando recogía su acta de diputada, ya decía que esto es “una vergüenza de primer orden”.

 

Ello es debido a que la mayoría no vemos a los jueces con militancia política y huimos de estas etiquetas de “conservador” y “progresista” que le ponen algunos, políticos y periodistas, a los que visten las togas. Tampoco admitimos que una mayoría de gobierno, los que tienen que tomar decisiones en beneficio de todos, estén pendientes de lo que opine un señor, y su grupo de diputados, en cuanto a la gobernabilidad de un país.

 

Es que esto no es posible. Lo de conservar esa especie de puntillo institucional y combinarlo con la decencia política. Sobre todo, si lo que se busca es un apoyo a la investidura de Sánchez. Y veremos a plumas endiabladas y a políticos dispuestos a declarar que nunca en Cataluña han estado mejor las fuerzas constitucionalistas y que eso se debe a la manera de ver las cosas. Con el PP había artículo 155 y con el PSOE manga ancha para gobernar. ¿Se acuerdan de que el delito de sedición se rebajó? ¿Se acuerdan de que en el tema de las perras de la financiación ahora están hablando de tratar a los catalanes de otra forma? Pues eso.

 

La primera batalla la tendremos el día de la Constitución de la Mesa del Congreso. Esa será la piedra de toque de por dónde caminan las negociaciones y ahí se verá si el PP impondrá sus tesis y nombres o lo hará el PSOE. ¿Cuánto tiempo le dedica el presidente en su estancia en La Mareta a este argumento?

 

En este contexto parece que Coalición Canaria tiene mucho que decir. Primero porque cuentan que Cuca Gamarra, secretaria general del PP, ha reconocido que su formación trabaja ya en lograr el apoyo de Coalición Canaria, lo que le haría sumar 172 votos a favor de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Ahora dicen que ellos siempre han estado a favor de la denominada “agenda canaria” y que para ellos “no es algo nuevo, es algo sobre lo que siempre hemos tenido una postura clara». Uno se pregunta aquí si ya los estaba antes de cualquier movimiento o la necesidad obliga.

 

Les hace falta ese apoyo y hablan solo de política, porque los ciudadanos les importamos poco, a unos, los socialistas, y a otros, los populares.

 

Pero estamos en el mes de la inoperancia. Agosto no cuenta en muchas administraciones y sirve para hacer nuestro trabajo, si lo tenemos, de manera diferente. Primero tenemos una inflación que hace que todo haya subido. Los aguacates a un precio prohibitivo, que nunca habíamos tenido, por encima de los diez euros y casi teniéndolos que llevar hasta las estanterías con una escolta de empresa privada. Y luego como ha subido todo.

 

Para que se hagan una idea, el precio del desayuno ha subido un 25 % en dos años, una tasa muy superior a la del 13,2 % del IPC en el mismo periodo. De los alimentos que más han aumentado su precio figuran el zumo de naranja y el cacao. Pero además nos advierten que, “la tasa de crecimiento de estos productos indica que seguirán siendo persistentemente caros en los supermercados en los próximos meses debido al clima imprevisible y la escasez de cosechas”.

 

Por ejemplo, el zumo de naranja ha experimentado la subida de precios del 123 % en dos años como consecuencia de las decepcionantes cosechas de naranja en Florida, y en España e Italia. Los precios del cacao también se han disparado, con un aumento del 51 % solo en el último año, o del té, que se ha encarecido un 45 %.

 

Pero esos son los asuntos que nos competen a todos, los que nos afectan al bolsillo y los que están en los despachos oficiales están por otras cosas. Por ejemplo, por nombrar “a los suyos” en los puestos necesarios, sin importarle si eso duplica la estructura del gobierno o no, lo que les interesa es el puesto y nada más. Así, a voz de pronto, tienen ustedes a David del Pino Franquet como director general de Seguridad y a José Marrón en la Dirección General de Emergencias.

 

En el anterior gobierno teníamos a Gustavo Armas de director general de las dos competencias y se ahorraban un sueldo, pero esta vez tenían que poner a dos porque son dos partidos diferentes los que tienen esas capacidades. La de Territorio, que están en manos de un consejero del PP, Manuel Miranda, y la de Presidencia, administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, a cuyo mando está CC y la consejera palmera Nieves Lady Barreto. Dos personas para casi un mismo cometido.

 

Porque verán, según reza el BOE, la DG de Seguridad, para la que ha sido nombrado David del Pino, depende directamente de la consejera de Presidencia, Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, que es la que tiene cómo titular a Nieves Lady Barreto. Por otra parte, la DG de Emergencias, la que ocupa Marrón, por el PP, depende de la Viceconsejería Cohesión Territorial y Aguas, que está sin designar.

 

¿Se dan cuenta de que han desligado un departamento que antes tenía unas funciones muy concretas? Estos trabajos los desarrolló en el pasado el güimarero Gustavo Armas y nunca dijo que estaba sobrepasado. Incendios, la crisis volcánica de La Palma, coordinador de recursos y siempre dispuesto para que alguien pidiera algo más. Estaba al servicio de su consejero, Julio Pérez, pero mantenía abierto todos los canales de comunicación y de peticiones con el resto del Gabinete de Ángel Víctor Torres, el presidente, del que me consta que estaba muy contento con las labores de Armas Gómez.

 

Ahora parece como si la desconfianza se hubiera instalado en el nuevo Gabinete de Fernando Clavijo y que estuvieran celosos de lo que puedan hacer unos y otros y por eso desligan unas competencias de unas consejerías que siempre las han cubierto sin grandes problemas. Por ejemplo, yo me pregunto, ¿quién tiene la competencia para pedir más recursos en una emergencia como puede ser un incendio o una gran catástrofe? ¿Será David del Pino o, por el contrario, será Pepe Marrón quienes se pongan en contacto con el mando de la UME para coordinar los esfuerzos? ¿Y qué puede pasar si discrepan? ¿Nos enteraremos los ciudadanos? ¿A posterior?

 

El Gobierno de Canarias no ha hecho más que comenzar a caminar y, por tanto, no podemos ya criticar sus decisiones, pero sí se advierte que están a lo suyo, a colocar a los que de alguna manera han hecho méritos o se han quedado colgados tras unas elecciones. Por ejemplo, me estoy acordando de algunos nombramientos que se han hecho solo porque esa gente debe tener un despacho oficial y un sueldo del que comer. Ya veremos su balance.

 

Todo tiene su doble versión. Esta mañana leí en un periódico económico que desde que Pedro Sánchez ha llegado a la Moncloa, el empleo público se ha disparado. Desde mediados de 2018, cuando el socialista fue investido presidente del Gobierno, los trabajadores de las Administraciones Públicas han crecido un 12,8 %, muy por encima del aumento del empleo en el sector privado.

 

Ese porcentaje supone un incremento de unos 400.000 trabajadores, una subida que supera en más de cinco puntos la elevación del empleo en el sector privado, que fue de solo el 8 %.

 

¿Se dan cuenta de que a menudo hay varias maneras de ver las cosas? Al principio les escribí de que estamos más pendientes para ver quien es presidente del Gobierno y cuyo apoyo puede estar en manos de un huido de la Justicia. Que todos se lo están poniendo fácil para contar con sus votos, tanto de uno, como el PSOE como de otros, con más tiento, todo hay que decirlo, por parte del PP. Que todo molesta, hasta la inadmisión de un recurso y que se mira quien le da el toque en la sentencia. Y luego cómo se nombre un cargo duplicado, ¿Entiende lo del crecimiento del empleo público? Pues eso.

 

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

Islas Canarias, 12 de agosto de 2023

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