EL MONÓLOGO / 200
Y usted, ¿de qué se ríe?
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Por Pepe Moreno *
Es curioso como los números son redondos o no, en función de la cantidad que expresan, o de que se utilizan para referirse a los que son fáciles de trabajar mentalmente debido a su simplicidad y aproximación a múltiplos de 10 o potencias de 10. Estos números suelen tener una cantidad limitada de dígitos significativos y se utilizan comúnmente en cálculos y estimaciones debido a su facilidad de uso.
Por eso este Monólogo de hoy, el 200, podría ser un número para tener en cuenta para ver si escribo de economía o de situaciones específicas que hemos vivido en los últimos tiempos. Por ejemplo, si hablamos de las cifras del paro, conocidas ayer a pesar de la fiesta de la Candelaria, podríamos decir, en un resumen a vuela pluma, que el paro registrado subió en Canarias en enero en 1.973 personas, un 1,18 %, respecto al mes anterior, si bien este indicador ha descendido un 8,92 % en tasa anual, esto es, en 16.622 personas, lo que se traduce en la existencia de 169.818 desempleados en las Islas al cierre del primer mes de 2024. Es decir, que de aquellos casi 200.000 desempleados que teníamos antes ya hemos bajado la cifra y este mes de enero es el que consta con menos gente sin empleo desde el 2008.
Vamos a analizar estos datos por sectores y así podemos ver que bajó en los que están en el apartado Sin empleo anterior en 451 menos, seguido de Agricultura con 88 menos; Construcción, 42 menos, mientras que se incrementó en el Sector Servicios con 2.464 personas más, porque en enero son muchos los que prescinden de trabajadores, ya no hay la intensidad de las comidas de Navidad y en Industria, que presenta, según los datos, un incremento de parados de 90 más.
Esto nos podría llevar a que los sectores con más parados son Servicios, con 131.186, seguido de la Construcción 15.388, y los sectores con menos desempleados fueron Agricultura 3.295, Industria 6.484 y Sin empleo anterior 13.465.
Todo esto en un sitio como el nuestro, Canarias, que tiene el sector de atendimiento a turistas, el más potente de toda su economía, con unos precios que han subido más del 65 % en cinco años y que en este momento está a pleno rendimiento, después de haber tenido una curva descendente durante la pandemia de la COVID.
Fíjense en la contradicción que hay en subir los precios, la demanda de habitaciones que hay y que se pierdan más de 2.400 empleos en ese sector. ¿Me lo podría explicar alguien? Los hoteleros ganan más dinero que nunca y hay más desempleados. Es cierto que ha subido el Salario Mínimo Interprofesional, pero es que casi ningún convenio colectivo de ese sector lo cobra, por tanto, ¿es que están haciendo cartera, ahorrando costes, para hacer otras inversiones o para tener más?
Son esas cosas con las que nos encontramos día a día y que nadie tiende a detenerse para saber algo más. Ese es un sector clave en nuestra economía por el que se mide incluso el PIB de una región o de un país y, sin embargo, pierde empleados. No lo entiendo, ¿qué quieren que les diga?
Canarias encadenó en 2023 registros oficiales relacionados con el comportamiento económico del turismo que cerraban un ejercicio anual de los mejores de la historia en el archipiélago. En el año que terminó hace poco más de un mes tuvo cifras espectaculares en el número de operadores en esta actividad, de manera especial los hoteleros; la llegada de visitantes, cuyo total anual (nacionales más extranjeros) estuvo rondando los 16 millones de personas y con gasto turístico de los extranjeros muy cercano a los 20.000 millones de euros. Más que ningún otro anterior.
La media estatal de incremento de precios se situaba en el 8,6 % y Canarias lo hacía en el 7,25 %, pero eso no es óbice para que se pierdan tantos empleos y que en el último mes se haya incrementado la cifra de personas en busca de trabajo en 2.454 personas o que tengamos más de 130.000 personas desempleadas en ese sector.
Sin embargo, no quiero aburrirlos con estas cifras, porque luego están las otras, las que nos llevan a que estemos dilapidando algunos de nuestros recursos sin ton ni son. Hay que ver la cantidad de perras que se nos han ido con la promoción que todos los municipios han realizado en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Madrid.
Allí se han ido todos en las últimas semanas, hasta los que no tenían nada que ofrecer. Un negocio que es, fundamentalmente, de los que se dedican a ello, se ven “arropados” por alcaldes, concejales, consejeros, presidentes de Cabildo, directores generales y demás empleados de un salario público.
Toda esta tropa se va hasta la muestra con el fin de promocionar, no se sabe qué, pero que están allí. Se dejan las suelas de los zapatos o que procuran dejarla, sin que se sepa muy bien cuál es la labor que hacen y qué beneficio tendrán para la sociedad en la que se mueven y por la que se eligen.
En sus municipios o en la isla, en la que tienen potestad, tendrán cosas que hacer, pero prefieren ponerse tras un mostrador y repartir folletos con tal de no estar en el día a día de sus labores institucionales y de hablar de lo que significa el turismo para esa sociedad que les paga los emolumentos mensuales y las dietas. Hablan del sector, de lo que representa y de la incidencia que tiene en su economía como dictando cátedra y los medios de comunicación, que cobran por el desplazamiento y por lo que dicen los políticos, hacen de divulgadores de esas ideas, que ya veremos si se hacen realidad en algún momento.
No obstante, no pasa nada. Ellos lo disfrutan, los medios de comunicación nos lo muestran y todos quedamos extasiados de su hacer. Lo empatan con Madrid Fusión, una muestra gastronómica, aunque en sus términos municipales no tengan establecimientos para ello, pero aprenden, con nuestro dinero, y ellos explican eso de la promoción como si hubieran hecho una labor encomiable y de la que nadie le dice nada.
Ya sé que este es un asunto en el que hay varios puntos de vista y que todos tienen una parte de la razón. Pero no me digan que hay que hacer ese dispendio de personas, dietas y tiempo en hacer una cosa que les corresponde a otros y que a menudo está en relación con negocios particulares que pagan los impuestos y emplean a gentes.
Les voy a contar otra historia que se encuentra en relación con la supuesta promoción y con aprovechar la fama para que se hable de un lugar. Es lo que ha sucedido con la hipotética publicidad que hace o hará la tonadillera Isabel Pantoja en Canarias. De un lado, el Cabildo de Gran Canaria le ha pagado 160.500 euros para que “impulse el turismo e incluso fomente la cultura local».
Sin embargo, es que, además, el Gobierno de Canarias pagó otros 129.039,55 euros a la empresa EC Entertainment Group para que también promocionara el Archipiélago en su gira para conmemorar 50 años sobre los escenarios. Por tanto, la cantidad total será de 289.539,55 euros, nada más y nada menos, en unos contratos de promoción que se firmaron dos meses después de que la sevillana actuara en el Gran Canaria Arena.
Voy a hacerles un poco de historia de cómo consiguió esta empresa los fondos que reparte el Gobierno de Canarias, es decir, de cómo logró esos 129.039,55 euros del Ejecutivo. Primero, fue la empresa pública Promotur la que el 14 de abril de 2023 emitió una convocatoria, que ascendía a 9,5 millones de euros y que procedían de fondos europeos Next Generation, y que seleccionaban proyectos y eventos presenciales que generaran un retorno publicitario de la marca ‘Islas Canarias’. Hay que ver, con lo que le han costado, en papeleo y burocracia, a algunas empresas lo fácil que se llevaron esos casi 130.000 euros la compañía de la Pantoja.
La fecha de adjudicación del contrato fue el 5 de diciembre de 2023, mientras que el concierto en Gran Canaria fue el 26 de agosto, ya celebrado y, por tanto, con una cuota de retorno o de publicidad ya amortizada cuatro meses antes. He intentado saber algo más de esta adjudicación, pero no se ha publicado un pliego de prescripciones técnicas. Solo ha trascendido que incluyen una puntuación basada en el interés o repercusión turística del evento, el reporte publicitario, la proyección y consolidación del evento y el impacto económico que puede generar y que el espectáculo consiguió una puntuación de 51 puntos, por lo que tendrá un apoyo económico del 20 %, que deben corresponder a los casi 130.000 que le han dado. No he sabido nada más.
Otra de las bases de este trato apunta a que «la productora garantiza que la artista cantará la canción Canarias, Canarias con una agrupación de música popular canaria […] antes de finalizar el concierto». Así que estaré atento a este apartado y espero ver a Los Sabandeños, o cualquier otra formación, porque tengo dos entradas para el concierto en el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife el próximo 30 de abril y por lo que me han dicho aún quedan a la venta porque aquí no tiene mucho tirón la tonadillera.
Es más, según he podido ver en esas bases, este tipo de acuerdos también obliga a la artista a promocionar todos sus conciertos a través de sus redes sociales, una acción de gran impacto por los cuatro millones de seguidores en Instagram, que estas cosas se ponen, porque el papel lo aguanta todo, y se queda muy bien, aunque no se vean nunca.
Si hacemos un poco de demagogia, podríamos relacionar lo que Isabel Pantoja cobrará de las instituciones públicas con el salario medio que tenemos en las islas y que no superaba los 1.630 euros mensuales, siendo el segundo más bajo de España, recuperando un 2,1 % de poder adquisitivo. Aquí estamos a 652 euros de distancia de lo que cobra como promedio un trabajador en Madrid, según el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo. ¿Es justo?
Este asunto ha provocado un auténtico revuelo. El PP lo ha calificado de “esperpento” y algunos otros han dicho que la promoción es un fiasco. Han desmentido que le hayan ofrecido una casa y mucho opinamos que se han pasado. Una empresa que vive de la venta de entradas de una artista se va a embolsar casi 300.000 euros sin abrir la puerta del recinto donde se vaya a celebrar el concierto. ¿Cuántos querrían este mismo trato?
Como verán hemos hablado en este Monólogo de tres asuntos privados que cuentan con financiación pública. Temas que no se miran en nada a la hora de disponer de recursos de la administración en negocios privados. He nombrado cómo ha aumentado el desempleo en el sector servicios, a pesar del incremento de los precios de las habitaciones, y el dinero que se entrega, alegremente, a una empresa de conciertos para que todo vaya bien.
La verdad es que hacer este tipo de conjeturas no muy agradable, pero es lo que hay y lo que hemos visto y oído durante estos días en los medios de comunicación. Nos lo presentan como logros, pero las cifras siguen creciendo en personas que lo están pasando mal y en familias que se quedan sin recursos económicos, pero mientras hay otras, como la de la Pantoja, a la que le entregan miles de euros. Espero que por lo menos nos entreguen una postal de Canarias en el concierto, porque si no es así me voy a sentir estafado. ¿O no?
* José MORENO GARCÍA
Periodista.
Analista de la actualidad.
Islas Canarias, 3 de febrero de 2024
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