EL MONÓLOGO Nº010
Entre la duda y el método

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José Moreno García *

 

Mantuve el pasado viernes una polémica con el actual consejero de Sanidad, aunque sea interino, Julio Pérez, en Radio Marca, a cuenta de cómo se están preparando en Baleares para la llegada de turistas alemanes, y la reacción del político fue poco menos que vehemente como que esto no es una carrera para ver quien llega antes, sino de llegar con plenas garantías. Desde luego eso debe ser una premisa, pero la pregunta es ¿qué estamos haciendo en estas islas, en las que tanto dependemos del sector servicios, para comenzar a desarrollar nuestra industria?

 

Vamos por partes. En Palma de Mallorca comenzarán a llegar los primeros dos aviones desde el lunes 15 y en total se esperan 38 vuelos durante la segunda quincena del mes de junio, provenientes de Fráncfort, Hamburgo, Düsseldorf, Stuttgart y Hannover. Ibiza recibirá otros ocho desde el día 17, y Mahón, un vuelo procedente de Düsseldorf el 27 de junio. Todo regulado por órdenes autonómicas, publicadas y referenciadas, y en las que se parte de la base de que es una prueba piloto.

 

Ese mismo mandato especifica entre sus condiciones que para acceder a estos corredores turísticos -puesto que no se descarta abrir nuevos- deben de provenir de zona Schengen, que la zona de destino esté en fase 3 de la desescalada y que ambos, origen y destino, tengan una “tasa de ataque” del virus de menos de nueve casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días de forma consecutiva. Se regula igualmente que la estancia de los viajeros debe ser de al menos cinco noches y tendrán que rellenar en el avión una carta de localización del pasajero, que será entregada en la frontera. De esta manera se les permitirá el contacto, puesto que las autoridades sabrán dónde estará alojado.

 

Bien, vamos ahora con lo que estamos haciendo aquí. Por lo que se sabe, ha sido la consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, la que ha anunciado que habrá un vuelo que ella ha denominado “de validación de las islas como destino seguro por parte de la Organización Mundial de Turismo (OMT)” para el próximo 8 de julio. Una expedición que estará encabezada por el secretario general de esta Organización, Zurab Pololikashvili, y de la que formarán parte, el propio Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, así como agentes de viajes y periodistas de países emisores europeos. Todos invitados.

 

Este vuelo partirá desde Madrid, y será del 8 al 13 de julio. Aún no se sabe concretamente a qué isla llegará, aunque, parece que la pretensión es que puedan visitar por grupos las ocho islas canarias.  Por lo que ha trascendido, el viaje está diseñado con criterios de garantías de reciprocidad sanitaria. Sus participantes deberán hacerse un test para verificar que se es negativo en covid-19 y se pretende mostrar la seguridad del destino tras la aplicación de los distintos protocolos diseñados a través del Laboratorio Global de Seguridad Turística que lidera la Consejería de Turismo canaria, «con criterios no sólo validados sanitariamente, viables económicamente y compatibles con el disfrute vacacional», según Yaiza Castilla.

 

Ante la opción de Baleares y la de Canarias, ¿con cuál nos quedamos? Porque es evidente que vivimos del turismo y que lo primero que observamos es que nuestro primer vuelo es para el día 8 de julio, casi un mes más tarde de lo que ha programado Baleares y que lo nuestro es más de promoción que de negocio y que traeremos a una serie de gentes para que nos validen como destino seguro y libre de la COVID-19.

 

¿Estaremos siendo demasiado prudentes? Esa era la cuestión que le planteé a Julio Pérez y que tanto le molestó a la hora de valorar qué hacer. Sé que no es fácil escoger una elección fácil y que se sopesan criterios sanitarios por encima de los económicos, pero es que vivimos de que vengan los turistas, lo pasen bien y que la opción de pasar sus vacaciones en estas islas no se convierta en un peregrinaje por distintas instancias para obtener los permisos y los salvoconductos necesarios para llegar a ese destino vacacional y más si hay otros en los que no se requiere tanto papeleo para pasar una semana o diez días de asueto.

 

Estamos en un dilema muy importante y lo que se demanda es que, si esto lo regulan las autoridades, lo hagan de forma clara y con disposiciones que sirvan para todo el mundo y no que se planifiquen viajes para un grupo con todos los gastos pagados.

 

Aquí recibimos mucho turista que viaja en familia y que en este momento no tienen a Canarias entre sus objetivos porque no saben cómo será su estancia en los complejos hoteleros. Se plantean interrogantes como si las piscinas estarán abiertas, cómo podrán visitar las playas, si podrán realizar excursiones a los sitios señalados, cómo podrán degustar la oferta gastronómica de las islas o qué tendrán que hacer para visitar los parques temáticos.

 

Y eso es lo que realmente importa. Lo otro puede ser interesante, pero no lo primordial. Que el secretario general de la OMS venga una semana, se relaje aquí de toda la crítica mundial que ha recibido por cómo ha tratado la pandemia, lo titubeante de sus decisiones y las críticas por la forma previsora que ha tenido con esta emergencia sanitaria, puede que sea una buena promoción, o no, pero eso no despeja las dudas de los potenciales visitantes a las islas que siguen sin saber cómo serán sus vacaciones aquí.

 

Me hubiera gustado conocer las respuestas del superconsejero Pérez, que sé que lee estos escritos, a estas incógnitas más que las críticas por plantear estas cosas. Pero estimó más conveniente dudar del mensajero que entrar en la materia que hoy por hoy corroe al sector.

 

No pierdo las esperanzas de que el tiempo despeje las incertidumbres. Lo único que me preocupa es si a lo mejor las respuestas llegan demasiado tarde y que otros territorios se lleven a los viajeros que en los próximos días tendrán que decidir dónde dirigen sus pertrechos vacacionales.

 

Una última aclaración. He escogido este título porque la duda metódica consiste en descartar cualquier supuesto no seguro, del que se pueda dudar. ¿Estamos en ello?

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

La Laguna (Tenerife), 13 de junio de 2020.

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