EL MONÓLOGO Nº074
Poder canario en Madrid

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Por Pepe Moreno *

 

Ya estamos en el noveno mes de este año 2021 que tanto prometía cuando comenzó. Tuvimos, sobre todo en Tenerife, unas fiestas navideñas, de fin de año y reyes muy diferentes a lo que habíamos vivido antes. Fueron unas fiestas constreñidas, sin los habituales en las mesas, sin demasiados abrazos, con muchas felicitaciones por wasaps y con más precauciones que un militante de Vox de paseo por el barrio de Vistalegre.

 

Pero pasamos ese tiempo como pudimos y entre todos nos conjuramos para que el año que comenzaba fuera diferente al que dejábamos atrás y que había tenido un confinamiento, hecho que nunca habíamos conocido, dejando la economía maltrecha, con muchos trabajadores con sus contratos en suspensión y con unas expectativas nulas de volver a la normalidad. Un tiempo diferente en el que poder político se empeñaba en decirnos que nadie se iba a quedar detrás o que íbamos a salir más fuertes y mejores.

 

Todo eso parece que quedó en entelequia y muchos de nuestro entorno aún mantienen la incertidumbre de qué pasará con ellos. Comenzamos el año con la vacunación como gran esperanza de que ganaríamos la batalla al virus y estamos ya en el noveno mes del año, con gran parte de la población con la pauta de inoculaciones completada y con, incluso, gran parte de la población más joven inmunizada. Pero parece que eso no es suficiente.

 

Canarias, como Comunidad Autónoma alejada del continente, ha logrado no quedarse atrás y así más del 70 por ciento de la población ya ha recibido sus dosis de vacunas. Pero nos quedan muchas cosas por hacer. Despejar el futuro incierto que aún nos acecha, saber si el turismo volverá con la profusión de antes de la pandemia, si los sectores económicos se recuperarán en el tiempo que dicen las previsiones y que el comercio resurja para que nuestras gentes tengan el trabajo, y por tanto los emolumentos, que les permitan a sus empleados vivir con la dignidad que se tenía antes.

 

Aquí hemos visto como los asuntos pendientes como es el cumplimiento del REF se lleven a buen término y que el Estado comprenda que el sol y las playas sean el atractivo necesario para reactivar un Producto Interior Bruto que ha caído en estos meses a niveles nunca previstos. Que la inversión del Estado en carreteras, en saneamiento y en la modernización de infraestructuras mueva todo el tejido productivo para que sus habitantes tengan un futuro lleno de esperanzas. Y en eso hemos visto que no siempre lo han sabido ver los dirigentes estatales.

 

También eso ha propiciado que algunos grupos políticos se hayan erigido en portavoces de los ciudadanos de todo el Archipiélago y que sus discursos victimistas calen más que las acciones. Nos hemos quejado de que nunca, los grupos parlamentarios nacionales hayan defendido las posturas canarias y que los elegidos en este territorio e insertados en esos partidos no sean antes canarios que españoles.

 

Nos han metido en la cabeza que una voz en solitario era mejor que un gran grupo que representara a la amalgama que hoy representa a todo el Estado y que incluso gobernara desde La Moncloa. Y es cierto que en determinadas ocasiones así ha sido. Que la ceguera política de algunos representantes y su sumisión a determinados postulados provocaba la realización de discursos en los que primaba más la mirada al ombligo que la visión de conjunto.

 

Los representantes canarios han pintado más en tiempos en los que era necesario su voto para conformar mayorías que cuando su representación se diluía en la inmensidad de unas Cámaras gobernadas por mayorías. Entonces conseguían carreteras a “tutti plen”, obras faraónicas de escaso aprovechamiento, fondos económicos de dudoso reparto o premisas fiscales que favorecían a unos pocos.

 

Desde el pasado miércoles hay un canario como portavoz del principal grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados y ha vuelto la confianza de que algunas cosas de las pendientes se puedan resolver y de que, por ejemplo, algunas partidas presupuestarias se puedan incluir en unas cuentas generales del Estado que tienen que ser generosas con todos los territorios, pero que en algunas son más aprovechables.

 

Y es que Héctor José Gómez Hernández es desde hace tres días el nuevo portavoz parlamentario del PSOE en el Congreso de los Diputados. La carrera política de Héctor, nacido el 16 de noviembre de 1978 en Guía de Isora siempre se ha movido en el seno socialista. Ha sido concejal en su pueblo, diputado regional, con cargo en la Mesa del Parlamento Canario, director de Tourespaña en la primera etapa de Gobierno de Pedro Sánchez, diputado nacional, vocal de la Comisión de Defensa,

 

Presupuestos y Comisión Mixta para la Unión Europea desde enero d2020, miembro titular de la Delegación española en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa desde febrero de 2020, hasta ahora era portavoz de Exteriores y forma parte de la cúpula socialista como miembro de la dirección federal.

 

A sus 42 años ha hecho una carrera política en la que siempre ha puesto en evidencia su moderada forma de ser. Impulsó y creyó firmemente en el pacto de Gobierno de CC con el PSOE y luchó para que no se rompiera. Intentó que aquello perviviera y se empleó a fondo en mediación, dedicándole horas a la conversación y a al convencimiento de posturas. Y se rompió, como ustedes saben, lo que le supuso un disgusto y sobre todo aprender de los errores que se cometieron.

 

La llegada de Gómez es una mala noticia para los nacionalistas, que siempre han contado con que nadie entendía las cosas canarias. Que el que hablaba en nombre de los socialistas nunca sabe muy bien la diferencia entre un plátano y una banana. Que el que se sube a la tribuna de oradores en nombre de los socialistas no sabe del Régimen Económico y Fiscal de estas islas. Que priman los fundamentos de cualquier otra comunidad por mayor poderío político y que nadie entiende a los canarios más que los que hablan en esa tribuna ataviados con la bandera tricolor.

 

Ahora es el hijo de un albañil de Guía de Isora el que lo hará y tendrá la posibilidad de influir lo necesario para que esta tierra no sea olvidada y si lo es, porque en los Ministerios influyen los que pueden, enmendar los posibles olvidos o las carencias que se produzcan.

 

La portavocía parlamentaria de Héctor Gómez puede arreglar algunas cosas y podría dejar sin argumentos a los que hasta ahora se han erigido en la voz de Canarias. Llega en el inicio del curso político. Tendrá como asunto prioritario la suma de votos necesarios para sacar adelante los Presupuestos Generales de 2022. Aunque es verdad que será la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a quien le corresponde incluir medidas que garanticen esos apoyos, también destaca que será el portavoz parlamentario el que remate esa tarea.

 

Todo el mundo sabe que se trata de un proceso en el que, a cambio del sí presupuestario, se ponen sobre la mesa otros asuntos para votar a favor. Pero es que además hay tantos asuntos en esta España variopinta que una carretera, o la política carcelaria o la posibilidad de referéndums pueden inclinar la balanza de los votos positivos que propicien la aprobación de las cuentas.

 

Nadie duda que, desde el próximo lunes, fecha en la que votarán esta propuesta para que Héctor Gómez ocupe este puesto de altísima relevancia institucional e innegable influencia política, el PSOE canario, y especialmente Tenerife, tendrán un peso político hasta ahora inédito. Nunca ha habido un ministro socialista tinerfeño y de esta forma el socialismo tinerfeño tendrá una voz más nítida en las más altas instancias de decisión del PSOE y del Gobierno.

 

Pero es que además el cargo de Gómez influirá en las decisiones más estratégicas del partido. Y no olvidemos que además del ahora portavoz parlamentario, Canarias cuenta con la ministra de Sanidad. Un cartel que no se ha dado nunca en la historia. A los nacionalistas les quedará el recurso al abandono al que algunos responsables políticos someten a las islas, pero hay que entender que todas las decisiones de un Gobierno del Estado, desde el SMI o los ERTE a las políticas energéticas, de empleo, de sanidad o las de inmigración, lo son para todo el país, y no pensadas exclusivamente para un territorio en concreto, por mucho que pregone el olvido de los que mandan.

 

Algo positivo de todo esto sacará este Archipiélago y los que nos gobiernan no son ciegos para no verlo. Es tiempo para que la confianza eche raíces y que, dentro de todo el panorama oscuro que nos rodea, Canarias no solo sea un acento peculiar del que algunos se ríen, o el sitio con una hora menos o que la playa el sol sean un reclamo.

 

El nombramiento de Héctor Gómez como portavoz en el Congreso de los Diputados y la presencia de Carolina Darias en el Gobierno Central deben servir para que el poder canario se note. Esa es la gran esperanza de hoy.

 

* José MORENO GARCÍA

Periodista.

Analista de la actualidad.

 

La Laguna (Tenerife), 4 de septiembre de 2021.

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