El sistema sanitario español necesita ser reconstruido, ¡ya!

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Antonio Alarcó Hernández *

 

 

Una vez más, nos vemos en la necesidad de seguir reflexionando, aportando soluciones y reclamar a las autoridades responsables que el sistema sanitario, que está devastado, una reconstrucción basada solamente en la evidencia científica. Modestamente, ponemos soluciones sobre la mesa desde hace tiempo que son producto de la experiencia (más de 45 años) y el estudio. Nos referimos fundamentalmente a la sanidad pública, aunque nosotros nos adelantamos a decir que solo creemos en una sola sanidad que es LA BUENA.

 

Y la buena puede ser realizada por pública, concertada, privada, etc. Además, teniendo el modelo sanitario definido dentro del Espacio Único Sanitario Europeo que se fundamenta en que los países signatarios del Tratado de Lisboa, como es España (UE), tendrá una sanidad universal de financiación pública y provisión de servicios libre, que lo haga quien mejor lo haga con un sistema de acreditación europeo.

 

Estimamos oportuno en estos momentos decir que la salud es solamente un derecho del 20% de la población mundial, luego aún queda mucho por recorrer en este punto ya que nosotros somos unos privilegiados ante el 80 % del mundo y tenemos que luchar para introducir la salud como un derecho fundamental del ser humano.

 

No es menos cierto, que la valoración realizada por los organismos o agencias que se encargan de estos menesteres, como la agencia financiera Bloomberg y la Fundación Gates, la sanidad española ha sido una de las más eficientes pero que, en los últimos años, incluido los de la pandemia, ha empeorado de forma ostensible.

 

No podemos dejar pasar más tiempo y cambiar el nombre del Ministerio de Sanidad por el del Ministerio de la Salud (coste cero) ya que, la sanidad es solamente el 40% de lo que significa salud global. Por tanto, hay que hablar de One Health, donde esté incluida la sanidad animal y el medioambiente.

 

Nos apresuramos a decir ya, en honor a la transparencia, que una vida no tiene precio (concepto moral), pero la sanidad tiene un coste y es limitado. No puede haber de todo para todos todo el tiempo porque es demagógico (Pacto por la Sanidad).

 

Por tanto, es imprescindible retirar del vocabulario y de la práctica la palabra GRATUITO porque nada es gratuito y además engendra demanda infinita. Lo que hay que hacer es decir “de financiación pública”.

 

El cambio de paradigma es inevitable hacia la genómica, medicina personalizada y de precisión, así como la digitalización y utilización de la inteligencia artificial, que no representa una moda, y no es una opción sino una obligación.

 

España es uno de los países del mundo con máxima esperanza de vida, concretamente la mujer 86,3 años de media y el hombre 83,4 que, conjuntamente con Japón, nos ponen a la cabeza. Esto es un logro social importantísimo de todos los españoles de este gran país, pero a la vez obliga a tener un cambio radical en la utilización de recursos, donde los localismos no tengan ninguna cabida porque no solucionan ningún problema importante.

 

Para cualquier planificación, es imprescindible contar con un factor clave, la demografía y nuestro país tiene los nacimientos numéricamente más bajos del mundo (demografía negativa) y eso pone en peligro el Estado de Bienestar y por lo tanto la propia sanidad. Los problemas demográficos siempre se derivan de un problema de planificación demográfica incorrecta y eso es un gran fallo político, no ideológico.

 

En los últimos seis años no se ha tomado ni una sola medida sería para corregir este fatal error. Sabido es que es imprescindible hacer el diagnóstico precoz demográfico como advertimos, hace más de siete años, tanto en la Cámara Alta como en los medios de comunicación, y no se ha tomado ninguna medida seria. Si se tomaran las medidas adecuadas hoy, para ver el efecto de las mismas, se tardaría unos diez años.

 

Todo esto se complica más con medidas demagógicas e innecesarias de JUBILAR POR OBLIGACIÓN EL TALENTO, cerrando un círculo vicioso gravísimo, no nacimientos, jubilación obligatoria.

 

El derecho a jubilarse es intocable, pero la obligación no tiene sentido cuando le hemos ganado a la vida en los últimos cuarenta años, diecisiete.

Hoy la edad no es un índice fiable ya que lo que se tiene que hablar es de fragilidad, donde la edad es un ítem entre 5.

 

En definitiva, no se puede demorar ni un día más en el cambio de paradigma en sanidad, en salud, que deben de ser realizados a la vez y que no puede ni debe admitir más demora. El cambio de paradigma, como hemos dicho, es una evidencia científica a analizar ya. Por ejemplo, la estrategia nacional de las enfermedades prevalentes, la digitalización, el registro de profesionales, los centros de referencia de enfermedades raras, las nuevas especialidades, etc. no han sido abordadas convenientemente.

 

Vemos con honda preocupación que el principio constitucional de diecisiete Comunidades Autónomas y dos ciudades autónomas se ha desarrollado de forma inconsecuente: diecisiete sanidades distintas (no lo dice la Constitución), lo que impide las grandes estrategias nacionales como la del trasplante y donación para solucionar los temas que tan acuciantemente tienen devastada la sanidad en España. A por todas.

 

 

* Antonio ALARCÓ HERNÁNDEZ

Doctor en Medicina

Catedrático de Cirugía.

Presidente de la Cátedra de Telemedicina, Robótica y Telecirugía de la Universidad de La Laguna (ULL).

Vicepresidente del Colegio Internacional de Cirujanos.

Doctor en Ciencias de la Información y Sociología.

Exsenador. Portavoz de Ciencias y Miembro de la Comisión de Sanidad

 

 

Islas Canarias, 25 de febrero de 2023.

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