Estabilidad y diálogo frente a la crispación

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Román Rodríguez *

 

 

En Canarias estamos viviendo un cuatrienio trágico. Con los incendios forestales o la erupción del volcán de La Palma. A las que se les han unido problemas globales, como la pandemia de la Covid 19 que prácticamente nos dejó en un cero turístico por las restricciones a la movilidad y derrumbó nuestra economía. O, en el periodo más reciente, las consecuencias de la elevada inflación, en gran medida provocada por el aumento del precio de las energías y de las materias primas. Y, a pesar de eso, crecemos en el PIB por encima de la media estatal y también lo hacemos en el empleo, con los mejores datos históricos de afiliación a la Seguridad Social. La intervención pública, la unidad de la sociedad y la pujanza del sector privado han generado condiciones para superar una situación marcada por enormes dificultades, nunca antes conocidas.

 

Desde la Unión Europea se vienen implementando medidas antiinflacionistas estructurales, entre ellas la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, de 0,5 puntos hace unos meses y de otros 0,75 esta pasada semana. Se busca con ello enfriar la economía, pero tienen el riesgo de provocar una estanflación -inflación unida a un estancamiento económico e incluso una recesión- de imprevisibles consecuencias, con severo impacto en las economías domésticas y pymes.

 

Considero que hay que observar con precaución estas actuaciones monetarias y sus posibles efectos. Y que, en todo caso, deben también estar acompañadas por intervenciones en los mercados eléctricos, energéticos y de las materias primas y, además, con medidas fiscales que hagan contribuir al interés común a empresas eléctricas y bancos que están multiplicando sus millonarios beneficios mientras se empobrecen familias, empresas y administraciones.

 

En el marco de actuaciones paliativas se inscribe el paquete de medidas de ahorro energético del Estado español aprobado a finales de agosto por el Congreso por una mayoría de 187 votos, pese a la oposición frontal del PP, Vox y Ciudadanos, aunque está en clara sintonía con lo que vienen planteando las autoridades europeas y estados con gobiernos conservadores. También el rechazo de una CC que confundió, una vez más, una imprescindible crítica a los olvidos con la específica realidad de Canarias con la apremiante necesidad de sacar adelante medidas que benefician también a las Islas -entre ellas, el complemento a las becas y las ayudas al estudio, además de las que afectan al transporte, que luego comentaré-; máxime cuando al tramitarse como proyecto de ley se abre la posibilidad de introducir enmiendas al texto inicial.

 

USUARIOS RECURRENTES

 

El plan de ahorro recoge la bonificación a los usuarios recurrentes del transporte público, incluyendo trenes de cercanías, rodalies (en Cataluña) y media distancia convencional de titularidad estatal, que serán gratuitos hasta final de diciembre, pero no al transporte urbano e interurbano público, que ve reducido su precio en un 30%. Esta medida es importante desde el ahorro que supone para las familias, pero sobre todo desde el apoyo a la movilidad sostenible, por lo que supone el transporte colectivo en una disminución del consumo de combustibles y una menor contaminación.

 

En el caso canario, tras un intenso debate la medida pasa del 30 al 50%. Se aplica esta reducción a la totalidad del transporte frecuente en tranvía (Santa Cruz de Tenerife-La Laguna) y en las guaguas urbanas e interurbanas. Lo que significa que, aunque no incluye gratuidad total, llegará a mucha más gente, todos los usuarios intensos, y supondrá una mayor cantidad aportada por el Estado que en el resto de nacionalidades y regiones continentales; y más ahorro para los canarios y canarias. La gratuidad de cercanías, rodalies y media distancia afecta solo al 9% de los usuarios de sus comunidades; el resto, la inmensa mayoría, el 91%, dispone de un descuento limitado del 30%.

 

Mientras que la reducción en las Islas, del 50%, se aplica a la totalidad de las personas que usan guaguas y tranvía, al tenerse en cuenta que, en Canarias, como señala el REF, el transporte público regular de viajeros es un servicio público esencial cuya planificación y gestión “se llevará a cabo de manera integrada y con carácter insular”; no haciendo, por tanto, distingos entre guaguas urbanas e interurbanas. Por tanto, por la presión de su Gobierno que no aceptó el generalizado 30%, Canarias recibirá una partida, en relación con su población, mucho más elevada que las otras comunidades. Sería el 36% de ahorro ponderado para las otras CCAA y el 50 para Canarias, 14 puntos más.

 

Cierto que el Gobierno estatal se equivocó, y se sigue equivocando, al mezclar las ayudas temporales al transporte terrestre con la bonificación del 75% a los billetes aéreos y marítimos, que es permanente y que el REF recoge como una actuación encaminada a acercarnos a la situación de movilidad de los ciudadanos y las ciudadanas del territorio continental estatal. Tan cierto como que otros han practicado en este asunto una extrema demagogia, falseando la realidad y los datos, y recurriendo a un victimismo teatralizado que no es, no debe ser, parte de los valores del canarismo.

 

TRANSICIÓN ENERGÉTICA

 

El plan de ahorro incluye también medidas que van desde la disminución de la refrigeración y de la calefacción de los edificios a las restricciones en las horas de iluminación de los escaparates, además de otras para que las energías renovables tengan más peso en el sistema de producción eléctrica; un peso mayor de las renovables que no solo lo exige el ahorro en tiempos de crisis, sino que esa transición energética dejando atrás los combustibles fósiles resulta imprescindible para combatir el cambio climático y sus consecuencias para la vida en el planeta, así como la dependencia externa. En definitiva, un plan cargado de sentido común.

 

Una de sus medidas es reducir el IVA del gas del 21% al 5%, como antes se hizo en el ámbito estatal con el de la electricidad; en Canarias es del cero. Hay que recordar que en Canarias el IGIC en la factura eléctrica es del tipo cero para el 96% de los consumidores y del 3% para el resto (más de 10 KW contratados). También es del 0% para el combustible, frente al 21% estatal.

Las especificidades de Canarias no acaban en el tema energético. El tipo general del IGIC es del 7% frente al 21% del IVA. Tienen tipo cero la mayoría de los productos alimenticios que integran la cesta de la compra: el pan, la leche, los quesos, los huevos; las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, papas, carnes y pescados que no hayan sido objeto de ningún proceso de transformación, aceite de oliva o de semillas, pastas alimenticias, aguas… Así como los medicamentos. También los productos de higiene femenina.

 

Hemos vivido varias situaciones críticas en pocos años. Y las estamos enfrentando desde un papel muy relevante del sector público, desde el dialogo, los acuerdos y la estabilidad del Gobierno de Canarias. Es justo poner en valor las medidas adoptadas frente a la Covid, la unidad de acción con relación al volcán o a la respuesta a la actual situación de crisis energética por parte de la Unión Europea y del Estado español.

 

Actuaciones que Canarias seguirá complementando en el ámbito de sus competencias para contribuir a aliviar la situación de familias, empresas y administraciones públicas. Mediante ayudas directas a los sectores económicos y sociales más afectados y bajadas selectivas de impuestos; como hemos hecho respecto a la deducción del impuesto de combustibles para profesionales del transporte, la agricultura y la ganadería agrícolas; o aplicando el IGIC tipo cero para las mascarillas en la pandemia de la Covid 19 y también con el tipo cero a los bienes y servicios destinados a reparar y reactivar cualquier actividad económica cuyas instalaciones se hayan visto afectadas, total o parcialmente, por la erupción del volcán de La Palma. Sin descartar en el próximo futuro la implementación de más ayudas directas, bonificaciones o rebajas fiscales selectivas.

 

Además, el Gobierno canario plantea unos Presupuestos para 2023 que crecerán en un 11% respecto al actual y que, sin subir impuestos ni incrementar la deuda, apuestan por los servicios públicos, el apoyo a los sectores económicos y el compromiso con las personas más vulnerables, gracias a su capacidad para captar recursos de la UE y del Estado.

 

Considero que es necesario huir del catastrofismo paralizante; son tiempos difíciles, sin duda, pero hay que reconocer los buenos resultados de Canarias en el periodo reciente en crecimiento económico y en generación de empleo, con los mejores datos en número de afiliaciones a la Seguridad Social de nuestra historia. Considero que resulta imprescindible intentar alcanzar los máximos niveles de consenso en la actual coyuntura, evitando la confrontación y la crispación permanente que solo alimentan el rechazo a la política y favorecen el populismo más extremista. Que lejos de resolver problemas, solo contribuyen a estancarlos o agravarlos. La estabilidad política, el diálogo social y los acuerdos constituyen un camino mucho más sólido y seguro en beneficio del interés general.

 

 

*  Román RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ

Vicepresidente y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos del Gobierno de Canarias.

 

Islas Canarias, 11 de septiembre de 2022.

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