La Casa de Anchieta, ¿para qué si no?

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Reproducción del artículo publicado en el DIARIO DE AVISOS el domingo, 27 septiembre de 2009

 

 

Nicolás Soriano Benítez de Lugo *

 

 

No es mi propósito describir aquí la vida de Anchieta (humanista, poeta, dramaturgo, gramático, naturista, fundador de ciudades, apóstol del Brasil…), probablemente uno de los personajes más importantes nacido en toda Canarias, si no el que más. La Laguna, ciudad Patrimonio de la Humanidad, tiene la honra de ser la cuna de su nacimiento.

 

Con ocasión de la jornada de puertas abiertas visité la Casa Salazar una vez restaurada después del incendio y pensé, no sin lógica, que una vez concluida la obra y amueblada, volvería allí la sede del Obispado de San Cristóbal de La Laguna que provisionalmente ocupa, por gentileza del Ayuntamiento, la Casa de Anchieta en la Plaza del Adelantado.

 

Ignoro el destino que se tiene pensado para la Casa de Anchieta. A decir verdad, lo que me animó a salir a la palestra fue el final de uno de los artículos de Eliseo Izquierdo publicados en este mismo DIARIO los días 7 de abril y 9 y 11 de septiembre de 2009: “… ¿Será posible que el Ayuntamiento de La Laguna propicie semejante desatino?” (Se refiere al rumor que corre por La Laguna de dedicar la casa a un uso mercantil)

 

Quiero sumar mi voz, sin otro título que el de yo también soy lagunero, a los que defienden que esa casa no puede tener otro uso que ser la Casa-Museo de José de Anchieta. En La Laguna hay innumerables personas, organizaciones, fundaciones y asociaciones que tendrán algo que decir. Sin ánimo de ser exhaustivo, voy a enumerar algunas (todas de la máxima relevancia):

 

Es fácil predecir que la Asociación de Comerciantes de La Laguna y el sector de hostelería y restauración, sin necesidad de hacer ninguna encuesta, prefieren, antes que un negocio (cerrado sábados y domingos), un nuevo Museo (sólo cerrado los lunes) que, sin duda, será un atractivo más histórico-cultural para los visitantes locales y turistas –de los buenos, no de los de sol y playa-. A propósito ¿Se beneficia la ciudad de La Laguna de los turistas de cruceros?

 

Entre paréntesis: La Laguna ha hecho bien algunas cosas. Ha sabido crear, por ejemplo, una zona comercial abierta de primer orden gracias a la peatonalización de sus calles principales dando preferencia a los peatones sobre los coches. Mucho ha cambiado el comercio lagunero. Los letreros de la crisis en los locales comerciales de otras ciudades (“se vende” o “se traspasa”) aquí se han sabido reconvertir muchos de ellos (antes que morir) buscando otro concepto comercial más acorde con la clientela como ocurre en otras ciudades Patrimonio de la Humanidad. En esto es fácil innovar: basta con viajar, ver y emular.

 

Otro éxito lo constituye el tranvía que llega hasta el mismo centro: La Laguna ha salido beneficiada y, gracias a ser una ciudad llana y bien pavimentada, se ha convertido, en buena parte, en la zona peatonal de la ciudad de Santa Cruz.

 

El CICOP (Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio) con sede en La Laguna, ¿se ocupará también de conservar esta Casa, a escasos metros de la suya?

 

La Universidad de La Laguna con su Consejo Social, al que pertenezco: esta importantísima institución cuenta con profesores expertos y estudiosos de José de Anchieta a los que hay que escuchar porque tienen mucho que aportar.

 

El Ateneo (la intelectualidad), sociedades como el Casino, el Orfeón La Paz (el laureado), la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de La Laguna, los Amigos de La Laguna, Asociaciones de Vecinos, etc.

 

La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife (RSEAPT), señera sociedad y fiel defensora de los intereses de Tenerife.  El Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife, con sus respectivos órganos de conservación del Patrimonio. La Iglesia: Obispo, Cabildo Catedral, parroquias, la Junta de Hermandades y Cofradías (JHC), la Pontificia y Real Esclavitud del Stmo. Cristo de La Laguna, la Asociación de Amigos de la Catedral, etc.

 

Dejo para el final al Ayuntamiento de La Laguna: ¿qué decir del propietario del inmueble? Destinar la Casa de Anchieta para cualquier otro fin que no sea la Casa-Museo y Centro de Estudios e Investigación de la figura y obra de Anchieta es un atentado a la Historia. Cuando La Laguna fue nombrada Ciudad Patrimonio de la Humanidad -¡la única en Canarias!-, su alcaldesa de entonces Ana Oramas manifestó que ese título significaba para ella un orgullo y una responsabilidad.

 

El mismo orgullo y responsabilidad que asumen los regidores municipales actuales. El orgullo es para presumir; la responsabilidad requiere cuidar la ciudad, conservarla, mimarla, modernizarla… y ser fiel a la Historia y a las tradiciones. Ser Ciudad Patrimonio exige ciertas obligaciones por encima de intereses económicos y de partidos e ideologías.

 

¿Somos conscientes de la importancia de estar parangonados con ciudades de tanta relevancia histórica, cultural y artística como Salamanca, Santiago de Compostela, Cáceres, Segovia, Ávila y tantas otras? Quiero contribuir a valorar lo nuestro con dos hechos. El primero es reciente: José A. Labordeta, que el pasado 18 de septiembre fue nombrado socio de honor del CICOP y se refirió a La Laguna como “una joyita”; “una de las ciudades más bellas del mundo”.

 

El otro es un recuerdo de mi infancia: yo nací en la casa contigua a la casa donde vivió Anchieta. Conservo en mi memoria cómo le rendía homenaje a Anchieta la Guardia Marina del buque escuela del Brasil, uniformada de gala, que después de interpretar los himnos de España y Brasil colocaba una corona de flores sobre la lápida de la fachada. Como ocurre con frecuencia, tienen que venir otros de fuera a descubrirnos nuestra historia y el valor de nuestro patrimonio.

 

Me voy a referir ahora a José de Anchieta como el Beato P. Anchieta. Para la Iglesia Católica, elevar un beato a la categoría de santo requiere la constatación de dos milagros debidos a su intercesión. ¿Se contabilizará como el primero el que la casa donde vivió se conserve para convertirla en su Casa-Museo? Y puestos a disparatar ¿por qué no destinar la Catedral, una vez restaurada, como Auditorio de La Laguna?

 

Recientemente, con motivo del 475 aniversario del nacimiento de Anchieta, el profesor universitario Francisco González Luis leyó una documentada conferencia sobre la historia de la Casa de Anchieta el 19 de marzo de 2009 en el salón de plenos del Ayuntamiento de La Laguna, cerrando su intervención con unos versos de Manuel Verdugo (que, por cierto, también vivió en la Casa de Anchieta y fue vecino mío), que el mismo poeta leyó en 1934 con motivo del 400 aniversario de Anchieta.

 

Transcribo sólo el final del poema: “¿Y qué ha hecho La Laguna por hijo tan preclaro? / Después de cuatro siglos el olvida no es raro… / Pero queda una deuda, una deuda de honor. / En contraste, la Iglesia, con su rito fastuoso, / subirá a los altares al isleño glorioso. / Menos mal, Tenerife, un santo es tu acreedor…”

 

Es verdad que Anchieta no nació en la casa de la Plaza del Adelantado, pero sí está documentado que nació en La Laguna y vivió desde los 2 a los 12 años en la que hoy es conocida por todos como la Casa de Anchieta. “Si no existiera, habría que inventarla”. Pero existe.

 

La Casa de Anchieta, como su nombre indica, sólo debe ser la Casa de Anchieta. ¡Qué aburrido e inútil es demostrar la obviedad!

 

 

*  Nicolás SORIANO BENÍTEZ DE LUGO

Exdirector de personal de Nuevos Varaderos, S.A. (NUVASA)

Exdirector de relaciones industriales de la Compañía de Industriales Tabaqueros (CITA

Consultor privado en su propia empresa, NEXO Consultores de Gestión, S.L. en la que trabajó durante casi treinta años.

Exvicepresidente del Consejo social de la Universidad de La Laguna (ULL)

Exvicepresidente de la Federación de Empresas del Metal de Tenerife (FEMETE)

Expresidente de la Asociación Pro Discapacitados de Tenerife (ASPRONTE)

Fundador y patrono de la Fundación Tutelar SONSOLES SORIANO.

 

 

Islas Canarias, 23 de marzo de 2024

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