La educación en valores
desde el deporte universitario

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Ramón E. Rojas Hernández *

 

Caso práctico en la Universidad de La Laguna: Trofeo Rectora que promueve la no violencia e igualdad.

 

La presente exposición tiene como objetivo dar a conocer la incorporación de nuevos criterios de puntuación para determinar la clasificación en las competiciones internas de la Universidad de La Laguna para fomentar el deporte sin violencia y la no discriminación sexual mediante el refuerzo de conductas positivas.

 

Construyendo el modelo alternativo de deporte universitario, no violento y antidiscriminatorio

 

Conscientes de la importancia de la actividad física y el deporte como parte de la educación y su influencia en la sociedad queremos generar comportamientos no violentos y antidiscriminatorios que hagan posible relaciones interpersonales y sociales más “humanizadas”.

 

Desde nuestro punto de vista, el deporte y la actividad física tiene un sentido humano y social que lo liga directamente con fines y objetivos vinculados con la educación, el ocio, la recreación y la salud, sin olvidarnos de la competición, entendida siempre como un reto para mejorarse uno mismo, concibiendo al “otro” (jugador/deportista), no como enemigo a batir, sino como cooperador necesario para mejorarme, grupal e individualmente, desde la perspectiva de la superación paulatina de los propios límites personales y del desarrollo de nuevas y mejores habilidades y cualidades motrices, emotivas, intelectuales y actitudinales.

 

Adherimos a la idea que define a la educación como un proceso de “habilitación”. Al utilizar el concepto de habilitar estamos queriendo enfatizar la idea de la educación como un proceso de construcción en donde el papel activo lo desempeña el estudiante, y en donde dicho proceso le permite el desarrollo y cultivo de todas sus capacidades, sin excepción, de manera que cuente con las herramientas intelectuales, emotivas y motrices pertinentes para un desempeño eficaz y constructivo en una sociedad cuyo signo esencial es el dinamismo y el cambio permanente.

 

Violencia en el deporte: ¿Es inevitable la violencia?

 

La violencia ha penetrado en todos los aspectos de la vida: se manifiesta constante y cotidianamente en la economía, en la política, en la ideología, en la religión, en la familia, en la enseñanza, en el ejército, en la cultura y, por supuesto, en el deporte. Ganar a cualquier precio, dejar participar sólo a los “mejores” discriminando al bajito o al gordito o a la niña o al que tiene gafas, agredir física o verbalmente a los árbitros, realizar insultos xenófobos o racistas, producir lesiones de manera intencionada, al contrario, dejarse ganar a cambio de prebendas, son sólo una muestra de la gran variedad de ejemplos que existen.

 

La violencia no es un fenómeno natural como podría serlo el rayo o la lluvia y el viento. La violencia es evitable y se la puede ir ganando terreno hasta hacerla desaparecer completamente. Porque creemos que la violencia es un error de conducta y se aprende, también creemos en la necesidad de aprender la no violencia como metodología de acción social, interpersonal y personal.

 

Desde el punto de vista de la libertad humana, no es lo mismo creer que el ser humano desarrolla su vida como respuesta refleja o pasiva frente a las condiciones y acontecimientos que la rodean, que creer que el ser humano modifica y crea intencionalmente tales condiciones y acontecimientos.

 

En otras palabras, la nota distintiva de lo humano es que posee intencionalidad (tender hacia, dirección hacia), algo por cierto inexistente en el mundo natural. La intencionalidad está por «encima» de lo natural, de lo mecánico, de lo causal, de lo fáctico, de lo dado. Es lo que impulsa, «succiona» al ser humano hacia el futuro con sus causas e ideales; es lo que le confiere dignidad al alzarse en rebelión contra el absurdo de lo natural.

 

Si tan arraigada está la creencia en la inevitabilidad de la violencia, caminar hacia la no violencia requiere de cambios profundos en la sociedad y en el individuo, simultáneamente.

 

Antidiscriminación en el deporte: el principio de igualdad de mujeres y hombres en el ámbito del deporte y la actividad física en la Universidad de La Laguna

 

El deporte y la actividad física, por sus potencialidades educativas y mediáticas, constituyen un motor de cambio social y contribuyen desde hace tiempo a promover la no discriminación entre mujeres y hombres. No obstante, los datos de los estudios más recientes en este ámbito reflejan que todavía existen diferencias importantes en cuanto a la participación y representación femenina en las distintas esferas del deporte. Todavía existen factores que inciden en el desequilibrio y mantienen barreras ocultas que dan lugar a un verdadero “techo de cristal” para las mujeres en el ámbito deportivo.

 

Para el Servicio de Deportes de la Universidad de La Laguna es una prioridad promover la no violencia y la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y la transmisión de valores y actitudes igualitarias en la actividad físico-deportiva universitaria.

 

Esta prioridad se viene aplicando y teniendo en cuenta desde el Servicio de Deportes en la práctica de la gestión y planificación deportiva desde diferentes ámbitos de actuación, pero hoy nos interesa destacar un caso práctico puesto en marcha desde el curso académico 2012/2013 en la competición interna universitaria, denominada Trofeo Rectora, y, específicamente, en el sistema de puntuación de esta competición, de tal manera que el “resultado de los partidos” no sea el único criterio de puntuación para la clasificación general, utilizando el refuerzo positivo para alcanzar dos de los objetivos más importantes de nuestra planificación estratégica, como son:

 

1.- La no violencia en el deporte y el juego limpio.

2.- Facilitar la incorporación de la mujer al deporte en la universidad en igualdad de condiciones.

 

Para ello, además de las puntuaciones obtenidas según el reglamento de cada modalidad deportiva y el propio desarrollo del juego, se contabilizarán otra serie de puntos en base a los siguientes criterios:

 

Deportes de equipo:

 

  1. Objetivo: no violencia en el deporte y juego limpio.

 

Aplicable a categorías masculina, femenina y mixta. Puntuaciones que se sumarán a las obtenidas por el resultado obtenido durante el desarrollo del juego o deporte en cuestión, según su reglamento. Detalle de las puntuaciones según disciplina, a modo de ejemplo:

 

Deporte: Fútbol, Fútbol 7 y Fútbol Sala Puntos
Criterio 1: Partido sin tarjeta roja +2 puntos
Criterio 2. Partido sin tarjeta amarilla +1 punto

 

Si se desea conocer con más detalle cómo aplicamos estos criterios a la clasificación de las diferentes disciplinas deportivas, consultar el siguiente enlace: Normativa general de las competiciones internas de la Universidad de La Laguna1

 

  1. Objetivo: facilitar la incorporación de la mujer al deporte universitario.

 

Aplicable solo a la categoría mixta. Puntuaciones que se sumarán a las obtenidas por el resultado obtenido durante el desarrollo del juego o deporte en cuestión, según su reglamento, más el criterio anterior (A), más el que pasamos a describir. Detalle de las puntuaciones según disciplina:

 

Si se desea conocer con más detalle cómo aplicamos estos criterios a la clasificación de las diferentes disciplinas deportivas, consultar el siguiente enlace: Normativa general de las competiciones internas de la Universidad de La Laguna1

 

Estos criterios no han permanecido fijos desde el principio, sino que han ido siendo modificados cada curso en función de la experiencia acumulada y los aportes del propio alumnado.

 

Conclusiones

 

Con este nuevo sistema de puntuación, el equipo campeón del Trofeo Rectora puede que no sea el equipo que más partidos gane, sino el que mayor puntuación obtenga de la suma de todos los criterios aplicables.

 

Con esta nueva reglamentación queremos ir modificando, en la práctica, el principio del “arraigo social que existe de la inevitabilidad de la violencia en el deporte y de la discriminación sexual”.

 

Pretendemos cambiar este principio por conductas tendentes a impulsar un deporte sin violencia e igualitario, ello es posible a través de incentivar, tal como hacemos, acciones del juego no vinculadas con el mero resultado. Si bien, el cambio de este modelo no será instantáneo, sino progresivo. Y es lo que ha estado pasando hasta ahora, el alumnado de entrada nos señalaba que este modelo no les gustaba, pero según ha pasado el tiempo han ido comprobando su idoneidad con una mayoritaria aprobación a estas medidas. Estamos seguros que este sistema de puntuación favorece la eliminación del arraigo social de la creencia «deporte-competición-masculino, donde sólo vale el ganar a toda costa, incluso con violencia».

 

El tiempo dirá si el camino emprendido es verdadero y tiene futuro para ser aplicado a las competiciones federadas, empezando por las categorías de benjamines e infantiles, siguiendo de forma paulatina con el resto, hasta llegar a las ligas profesionales. Nosotros creemos que sí, sin ninguna duda.

 

* Ramón E. ROJAS HERNÁNDEZ

Maestro especialista en Educación Física y Deportes

Ex Director del Servicio de Deportes de la Universidad de La Laguna (ULL)

 

21 de abril de 2020.

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