Llega el fin de este
puñetero curso

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Guillermo Cabrera Moya *

 

Recuerdo que, desde los últimos días de agosto del año pasado, era raro la persona, que algo tuviera que ver con el mundo de la educación, que apostara un duro a favor de este curso. La situación era caótica. Imaginábamos que más pronto que tarde terminaríamos todos confinados y otra vez en la poca deseada enseñanza en línea. La incertidumbre era total y las esperanzas de terminar el curso de manera más o menos normal creo que unánime.

 

Era lógico pensar así, ninguno de nosotros nos habíamos enfrentado a una situación igual, pero todos opinábamos, en muchas ocasiones sin conocimiento ni causa, de cuál era la mejor manera de hacer aquello, o lo otro.

 

Antes de comenzar a recibir a nuestro alumnado, los Equipos Directivos se encontraban con múltiples normativas que aplicar, protocolos que implementar, horarios y turnos que organizar, con normas generales que, para nada, respondían a las distintas realidades, recursos dispares…, en los que cada centro educativo se mueve.

 

Todo aquello daba igual, de una manera u otra teníamos que cambiar el orden normal y cotidiano de nuestros centros para reorganizar: entradas y salidas escalonadas del alumnado, distancias de seguridad, grupos burbujas, recreos separados…, y un largo etcétera que hicieron del primer trimestre un verdadero calvario. Te lo digo sinceramente, ¡el curso más puñetero que he vivido! —y ya van 26 de profesión.

 

Pero como todo, este curso también toca a su fin. Parece mentira, pero ya estamos a mediados de junio y apenas quedan un par de semanas para terminar las clases, sin duda, con la esperanza de que el próximo curso sea más normal.

 

Sin dudarlo mucho, la normalidad es un concepto que podría clasificar como, al menos, poco justo, ya que se utiliza en contraposición de lo común, frente a lo raro, infrecuente o extraño, y que se usa como medidor de lo que es o no más correcto.

 

En ese sentido, este curso reúne todos esos adjetivos ya que según hemos ido avanzando en él hemos crecido y readaptándonos a la realidad que teníamos delante en cada momento, de la mejor manera posible y siempre atendiendo al bien común y mayoritario. A lo más normal.

 

Durante este curso hemos aprendido muchas cosas. Algunas de ellas a base de darnos con la pared y tropezar una y otra vez, hasta que por fin encontramos el camino. En este sentido vemos que, y pensando siempre en positivo, en este puñetero curso:

 

  1. Nos hemos dado cuenta de que la presencialidad es esencial. Es verdad que hemos aprendido mucho de dar clases por video conferencia y que en ello hay aspectos positivos y muy motivadores, tanto para nosotros como para nuestro alumnado, pero el contacto físico, la cercanía, el día a día del aula es insustituible.

 

  1. Mis compañeros y compañeras han priorizado el bienestar y aprendizaje de su alumnado antes que su propia seguridad. Por si no lo sabes aún hay docentes sin recibir la segunda dosis de la vacuna.

 

  1. Hemos hecho todo lo posible por evitar el riesgo de que el alumnado pudiera quedarse atrás por su falta de dispositivos. En esto la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes ha colaborado mucho con un potente esfuerzo de dotación a los centros de ordenadores, tabletas… Sin olvidar de la colaboración prestada por los Ayuntamientos, AMPAs, empresas…

 

  1. De la misma manera se ha demostrado que el refuerzo de maestros y maestras enviados a los centros docentes desde comienzo de curso —los llamados refuerzos COVID— han sido esenciales para ajustar y llevar a la mayor normalidad posible todas las medidas que hemos adoptado. Espero que se mantengan pues su labor y predisposición a la ayuda y colaboración es constante.

 

  1. También es de especial relevancia la fantástica gestión de las sustituciones del profesorado que por baja médica o incapacidad temporal se ausentan de los colegios. En mi opinión, también ha resultado muy eficiente y casi inmediata.

 

  1. Debemos aprovechar esta situación para aprovechar el empujón y la unión que ha surgido, tanto entre los docentes como entre centros educativos. Hemos compartido muchos recursos, ideas, opiniones y soluciones a dudas y cuestiones que con anterioridad no se nos habían pasado por la cabeza.

 

  1. La Administración ha visto que las realidades de los centros son muy dispares y creo que ya entiende que para buscar soluciones a los problemas que esta grave crisis nos ha enfrentado se debe escuchar a los centros y atender nuestras demandas.

 

La nueva normalidad comienza a hacerse visible. A partir de ahora todo apunta a que hay usos y costumbres que han llegado para quedarse en nuestras aulas. Se hacen normales. Ya se habla de mascarillas para el curso que viene, mantener las distancias… ¡Ufff!, espero que no.

 

Todo ello me hace caer en la cuenta de dejar estás últimas líneas a los que son los verdaderos héroes y heroínas de todo este curso, NUESTRAS NIÑAS Y NIÑOS.

 

Durante todo el periodo lectivo han sido un verdadero ejemplo de tranquilidad, de equilibrio y adaptación. Han soportado, mucho mejor que los adultos, la mascarilla; el lavado constante de manos; el frío, provocado por tener las puertas y ventanas abiertas; el confinamiento de su aula; las filas para entrar y salir; los recreos parcializados y sin contacto con otros grupos, otros niños… Son formidables y se merecen un fantástico verano, espero que lleno de diversión y buenos momentos.

 

A nosotros aún nos queda trabajo. Terminar con todo el papeleo de este año y empezar a preparar el curso que viene, que esperemos se presente menos puñetero. Es un reto que debemos afrontar con optimismo, con ilusión y con la visión positiva que esta publicación siempre pretende.

 

Gracias por leerme.

 

 

*  Guillermo CABRERA MOYA

Director del Centro de Educación Infantil y Primara (CEIP) El Toscal-Longuera.

Diplomado en Magisterio por la Universidad de La Laguna (ULL).

Grado en Educación Primaria por la Universidad Isabel I de Castilla.

Ex técnico de gestión normativa de Educación Infantil y Primaria de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias

Escritor y maestro.

 

Islas Canarias, 14 de junio de 2021.

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