VISIONES ATLÁNTICAS / 142
Caos demográfico

Hugo Luengo *

 

 

Hoy el mayor problema de Europa es la natalidad, que nos lleva al caos demográfico. Es una política de largo recorrido, que no puede improvisarse y que lentamente nos conduce al abismo, Arrastra a su paso, las pensiones, la escuela y la vivienda. España ofrece una tasa de fecundidad de 1,2 hijos por mujer, Canarias 0,94, cuando la tasa de sustitución es de 2,1.

 

La Europa del Norte han iniciado la reversión con decididas ayudas de estado, casi inexistentes en España, casos de Irlanda, Suecia, Chequia, Dinamarca y Reino Unido. Son varias las razones de la baja fertilidad, la afección laboral de la madre, la fiscalidad familiar, el deficitario mercado laboral, inexistencia de vivienda pública.

 

Familia y matrimonio están sometidos en Europa, más en España, a una erosión institucional y devaluación sin sentido. Entre 1980 y 2000 la tasa de nupcialidad española pasó de 5,86 a 1,9 y la edad media subió 10 años hasta 34/36 ella y él. Hay en España un millón de familias monoparentales, con un 83% encabezadas por mujeres, las cuales tienen un nivel de formación universitaria 13 puntos por encima de ellos. Ir más allá del primer hijo, es una dificultad insalvable, con un 30% de mujeres que han renunciado a la natalidad.

 

Encontramos en España 19 millones de solteros en las franjas de las edades reproductivas. Se suman en contra las políticas abortivas, ahora agravadas al convertirlas en derechos. Con unos 100.000 abortos/año, que deben ser incorporados a la planificación familiar. Nacen en España al año 360.000 hijos, cuando se precisan 600.000.

 

El matrimonio es una realidad sociológica, jurídica, antropológica, económica y social, esencial para la estabilidad de la familia. Que en las actuales crisis superpuestas han fragilizado la sociedad, extendiendo los niveles de pobreza a estados insostenibles En 2020 de las 40 zonas de la eurozona con más desempleo 17 eran españolas, las tres últimas Extremadura, Andalucía y Canarias.

 

Dibujamos el escenario que viene acompañado por el desequilibrio de las pensiones, la inexistencia de viviendo social, la escuela que se reduce. Como vemos en la zona metropolitana de Tenerife, con la oferta escolar arrastrada por la falta de natalidad. Un clamor joven, “sin trabajo, vivienda, ni red familiar, sin saber qué hacer con mi vida”, se complica la maternidad.

 

En una sociedad “adultocrática”, donde ya hay más abuelos que nietos, con las pensiones medias que superan las retribuciones medias de los jóvenes. Si una sociedad tiene una visión pesimista del futuro, si no se quiere a sí misma, no tiene hijos. Los nacimientos con progenitores no casados están sobre el 50%. Estamos en un modelo económico y de organización social que es insostenible. Hace falta voluntad, leyes. y recursos.

 

Caos demográfico, que en España se ha extendido tanto tiempo, sin que nadie haya hecho nada. Entretenida en ahondar los conflictos sin darles solución. Con legislaciones negativas para reforzar la natalidad, sin respuestas “macroeconómicas”, empleo, vivienda, emancipación, permisos de paternidad, educación gratuita hasta los tres años y “microeconómicos”, de conciliación y corresponsabilidad. Viendo la natalidad como un problema no se tienen hijos.

 

El juicio electoral del 23 de Julio, debemos someterlo al conflicto del “caos demográfico”, que obliga a desplazar importantes recursos económicos para cubrir los déficits señalados, para atender la natalidad y la familia.  A ello debemos ligar la demolición social de la cultura del mérito, pervertido por la legislación ideológica de esta etapa a regresar. Inoculada también desde la escuela, donde parece más cómodo depender que esforzarse. Con el cambio político viene obligado optar por la economía, la nación y superar el caos demográfico y familiar.  Natalidad que también afecta a la inmigración, que debe ser política de estado prioritaria.

 

 

*  Hugo LUENGO BARRETO

Arquitecto y bodeguero.

 

Islas Canarias, 10 de julio de 2023