VISIONES ATLÁNTICAS / 146
Neolenguas

Hugo Luengo *

 

 

Conforme el mundo de la política se aleja de la realidad, nos acercamos a la distopía. España a la descrita por Georges Orwell (1903-1950) en su celebrada obra “1984” de 1949. En la posguerra mundial, los desastres del nacionalsocialismo, el fascismo y el estalinismo. Venía aprendido de nuestra guerra civil, a donde acudió con las “Brigadas Internacionales” a la Barcelona de noviembre de 1936. Como miliciano del POUM, estuvo a punto de ser fusilado por la CNT. Peor suerte corrió Andrés Nin, líder del POUM, raptado en junio del 37, por la policía soviética del NKVD, trasladado a Alcalá de Henares y desollado vivo por orden de Moscú.

 

De interés el fenómeno de la “neolengua” término acuñado en la distopía de Orwell. Se va simplificando el idioma, que se convierte en pilar del régimen totalitario de partido único, reduciéndolo para así dominar el pensamiento y hacer inviables los opositores. Se tuercen los significados no deseados de las palabras, que dejan por ello de existir. La “neolengua” como forma de hablar, para controlar y definir el pensamiento, remedo de los sistemas nazi y soviético.

 

El la “distopía orwelliana” eran tres los lemas del partido único, “guerra es paz, libertad es esclavitud e ignorancia es fuerza”. El “Consejo Dirigente”, al mando del “Gran Hermano”, con los poderes militar, político, religioso (pagano) y judicial. Con cuatro ministerios resolvían su estado totalitario, el AMOR (Interior) administraba castigos y torturas, la PAZ, la Guerra (Defensa), la ABUNDANCIA, economía planificada (Hacienda y Economía) y la VERDAD, la información.

 

Lo vimos en la distópica “República Democrática Alemana” (1949-1989), estado satélite de la URSS, donde su “democracia” se sostenía en un estado ateo, de partido único. El Partido Socialista Unificade de Alemania (SED), controlaba todos los poderes. Su STASI, el servicio secreto más eficaz del bloque comunista, creó un régimen de represión, intimidación y terror, con 100.000 agentes y 170.000 espías entre la población.

 

Al modo orwelliano, sus agentes que procedían del nazismo, crearon la “policía del pensamiento”, que actuaba preventivamente antes de que los hechos ocurrieran.  Mantenía sus “comisiones de la verdad”, como en el ministerio orwelliano de Winston Smith, que se dedicaban a reescribir la historia hacia el pasado para justificar hechos en el presente.  Así hace nuestra “Ley de Memoria Democrática”, que reconstruye la historia de la II República Española, blanquea a la ETA, penaliza la socialdemocracia y tiene su “comisión de la verdad”.

 

Prodigios de las “neolenguas”, donde los “neocomunismos” se han trocado en “democracias” de partido único, sin separación de poderes. Consagran las desigualdades propias del “multiculturalismo”, donde los principios de igualdad, libertad y fraternidad de las” democracias liberales”, se sustituyen por derechos adjetivos de geografía, animales sintientes, naturaleza, género, clima, vida, etc., que contaminan las leyes con criterios ideológicos, al margen de la ciencia y la razón, contra la familia, la religión, el idioma y la escuela. Las “neolenguas” en la revolución del “Amor”, donde vemos en España cambiado por un corazón, su puño y su rosa.

 

Como en América latina, ofrecen sus opciones preferenciales por los pobres y sus revoluciones del amor, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Venezuela, Argentina, Chile, Brasil, con presencia en 28 países americanos, gobernando en 13´de ellos; tan queridos y representados por nuestro “socialpodemismo Z y S “.  “Neolengua” que invade el mensaje del “Foro de Sao Paulo”, en países sociológicamente católicos. En la deriva de la “teología de la liberación”, prohibida por herética por San Juan Pablo II y Benedicto XVI. Integrando un falso catolicismo de rituales, “neolengua” de lo políticamente correcto, que se descompone cuando la iglesia defiende a sus fieles.

 

 

*  Hugo LUENGO BARRETO

Arquitecto y bodeguero.

 

Islas Canarias, 7 de agosto de 2023